/ lunes 2 de septiembre de 2019

Pudo ser peor

Puntualizamos en anteriores entregas sobre la falta de creatividad de los Dorados de Sinaloa para elaborar situaciones de gol, al mismo tiempo señalamos sobre la muy efectiva labor defensiva que le había permitido conservar marcadores magros y con ello mantener lo invicto en liga y copa. Pues bien, el técnico José Guadalupe Cruz, tiene ahora una preocupación más pues independientemente de continuar trabajando en que su equipo sea más productivo adelante, ahora, tras las serias deficiencias mostradas el sábado en la parte baja de su cuadro, habrá de redoblar esfuerzos para que eso no vuelva a suceder.

Si usted fue al estadio o vio el duelo ante los Leones Negros por televisión, seguro nos dará la razón: Dorados se salvó de una goliza peor. Sí porque 3 goles en su meta ya son muchos goles, pero su portero, Gaspar Servio, estuvo en plan grande, evitó con sus intervenciones, por lo menos tres anotaciones más. La zaga en su parte central se vio ampliamente superada por la velocidad de los jóvenes tapatíos, lidereados por un talentoso Jorge Mora, quien siendo el cerebro de ese equipo, nadie atinó a marcarlo para impedir que su creatividad desmadejara la media cancha de Dorados.

Cruz, envió una señal para tratar de ser más ofensivo al prescindir de Domínguez y luego aun más atrevido al verse abajo en el marcador al relevar a Guerrero en su trabajo de recuperador junto con Contreras, dejándole a este solo prácticamente la misión de la contención, pero al recibir un segundo gol al inicio del segundo tiempo, la situación empeoró a tal grado que los visitantes por momentos le pegaron un baile al equipo local cuya movilidad de sus jugadores y mejor trato de la pelota provocaron el “ole, ole” en las tribunas en caro descontento de los aficionados.

No se puede negar que el equipo no bajó la guardia y que a base de entrega y espíritu de lucha, logró emparejar el marcador y que mantuvo las esperanzas de la voltereta gracias a las enormes atajadas de Servio, pero dejó mucho que desear la generación de un accionar pulcro y eficaz. Nos dio la impresión de que varios jugadores, entre ellos Angulo, no están en su mejor nivel. Creemos que el equipo, como se dice en el argot futbolero, ofensivamente estuvo “amarrado”.

La explicación es esta: aun cuando Facundo Juárez y Daniel González, intercambiaron posiciones de una banda a la otra, nos parece que la falla ofensiva estuvo en la falta de incorporación más frecuentes de sus laterales, Meza y Nava, pues contrario a otros partidos, poco se atrevieron ir al frente, situación que se dio a cuenta gotas pero con el alto riesgo de los contragolpes del rival, que era en realidad su apuesta, pero luego, al ver que Dorados era totalmente inofensivo, los tapatíos cada vez se atrevieron más ir al frente y luego se acomodaban los 11 en su propia cancha cortándole a Dorados todos los circuitos.

Dorados pues no tuvo creatividad, es más, ni siquiera intentaron el disparo de larga distancia, solo uno en el primer tiempo contra cinco de los tapatíos. Volviendo a la zaga, basta recordar que por una falta fuera del área provocada por la velocidad de un jugador visitante, cayó el tanto de la derrota, simplemente ante el rechazo de Servio, no hubo reacción pronta de la defensa. Y sí, es probable que si hubiese VAR, el gol habría sido anulado porque el jugador tapatío ingresó al área antes del rechazo, por lo menos así nos pareció.

En resumen: una derrota sumamente dolorosa y que deja muchas dudas pues más allá de la goliza, que repetimos, pudo ser escandalosa, es la falta de argumentos mostrados y peor aún, en propia casa.

Nos vemos mañana.

Puntualizamos en anteriores entregas sobre la falta de creatividad de los Dorados de Sinaloa para elaborar situaciones de gol, al mismo tiempo señalamos sobre la muy efectiva labor defensiva que le había permitido conservar marcadores magros y con ello mantener lo invicto en liga y copa. Pues bien, el técnico José Guadalupe Cruz, tiene ahora una preocupación más pues independientemente de continuar trabajando en que su equipo sea más productivo adelante, ahora, tras las serias deficiencias mostradas el sábado en la parte baja de su cuadro, habrá de redoblar esfuerzos para que eso no vuelva a suceder.

Si usted fue al estadio o vio el duelo ante los Leones Negros por televisión, seguro nos dará la razón: Dorados se salvó de una goliza peor. Sí porque 3 goles en su meta ya son muchos goles, pero su portero, Gaspar Servio, estuvo en plan grande, evitó con sus intervenciones, por lo menos tres anotaciones más. La zaga en su parte central se vio ampliamente superada por la velocidad de los jóvenes tapatíos, lidereados por un talentoso Jorge Mora, quien siendo el cerebro de ese equipo, nadie atinó a marcarlo para impedir que su creatividad desmadejara la media cancha de Dorados.

Cruz, envió una señal para tratar de ser más ofensivo al prescindir de Domínguez y luego aun más atrevido al verse abajo en el marcador al relevar a Guerrero en su trabajo de recuperador junto con Contreras, dejándole a este solo prácticamente la misión de la contención, pero al recibir un segundo gol al inicio del segundo tiempo, la situación empeoró a tal grado que los visitantes por momentos le pegaron un baile al equipo local cuya movilidad de sus jugadores y mejor trato de la pelota provocaron el “ole, ole” en las tribunas en caro descontento de los aficionados.

No se puede negar que el equipo no bajó la guardia y que a base de entrega y espíritu de lucha, logró emparejar el marcador y que mantuvo las esperanzas de la voltereta gracias a las enormes atajadas de Servio, pero dejó mucho que desear la generación de un accionar pulcro y eficaz. Nos dio la impresión de que varios jugadores, entre ellos Angulo, no están en su mejor nivel. Creemos que el equipo, como se dice en el argot futbolero, ofensivamente estuvo “amarrado”.

La explicación es esta: aun cuando Facundo Juárez y Daniel González, intercambiaron posiciones de una banda a la otra, nos parece que la falla ofensiva estuvo en la falta de incorporación más frecuentes de sus laterales, Meza y Nava, pues contrario a otros partidos, poco se atrevieron ir al frente, situación que se dio a cuenta gotas pero con el alto riesgo de los contragolpes del rival, que era en realidad su apuesta, pero luego, al ver que Dorados era totalmente inofensivo, los tapatíos cada vez se atrevieron más ir al frente y luego se acomodaban los 11 en su propia cancha cortándole a Dorados todos los circuitos.

Dorados pues no tuvo creatividad, es más, ni siquiera intentaron el disparo de larga distancia, solo uno en el primer tiempo contra cinco de los tapatíos. Volviendo a la zaga, basta recordar que por una falta fuera del área provocada por la velocidad de un jugador visitante, cayó el tanto de la derrota, simplemente ante el rechazo de Servio, no hubo reacción pronta de la defensa. Y sí, es probable que si hubiese VAR, el gol habría sido anulado porque el jugador tapatío ingresó al área antes del rechazo, por lo menos así nos pareció.

En resumen: una derrota sumamente dolorosa y que deja muchas dudas pues más allá de la goliza, que repetimos, pudo ser escandalosa, es la falta de argumentos mostrados y peor aún, en propia casa.

Nos vemos mañana.