/ sábado 9 de octubre de 2021

Protege Morena en el Congreso a Quirino

No podía ser de otro modo. El nuevo anillo de protección que los diputados locales de Morena levantaron en torno al gobernador Quirino Ordaz Coppel al entregar la Presidencia de la Comisión de Fiscalización a uno de sus ex subordinados e incondicional, el priista Sergio Mario Arredondo Salas, reafirmó el pacto siniestro entre quienes se van y quienes llegan a ejercer el poder en Sinaloa.

En un acuerdo a la vista para no mandar a los buzos a hurgar en las profundidades de las aguas revueltas, donde se asientan los posibles lodos de la corrupción de la Administración Pública Estatal que solo en publicidad derrochó mil 900 millones de pesos.

Parecía imposible para la sociedad hasta hace días, que el cargo más importante de ese organismo con respecto a la transparencia y rendición de cuentas se lo cedieran a quien fue parte del gabinete del mazatleco, con quien tuvo un trato preferencial. Este lazo, no servirá para que actúe con neutralidad y menos con justicia.

Es casi seguro que lo pusieron para que deje pasar las cuentas públicas - que anteriormente, los legisladores le cuestionaron-, y que luego de las revisiones técnicas de la Auditoría Fiscal del Estado, le corresponderán rechazar o aprobar, asi como sus informes.

De las 27 comisiones que se asignaron, entre las que destacan 14 para los morenistas, cinco para los del PRI e igual número para los del Partido Sinaloense, así como una para los panistas, una para la petista y otra para la de Movimiento Ciudadano, llama poderosamente la atención la de la Comisión de Fiscalización que nunca queda en manos de las minorías, que estilan a demandar claridad en la aplicación de los dineros públicos.

A menos que haya componendas, como las que se presumen en este caso.

¿En dónde quedaron los deseos del morenismo de clarificar las cosas?

Evidentemente que en nada.

Se sujetarán a cumplir órdenes. Desde que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador le otorgó el escudo de seguridad total a Quirino Ordaz Coppel a quien sacará el estado y del país para enviarlo de Embajador a España, lo blindó de cuerpo entero.

En el país ibérico presentará Cartas de Credenciales de impunidad, antes de que se inspeccione en estado en que dejó las arcas públicas.

Y lo más grave y penoso, es que los diputados a los que encabeza Feliciano Castro, sean entes serviles que se dediquen a replicar lo que les digan. Sin que existan indicios de una real autonomía entre los poderes y, sin esperanzas de justicia para los pobladores.

Rapidísimo, Sergio Mario Arredondo Salas, ex director general del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa en el actual gobierno, yerno del ex mandatario Jesús Aguilar Padilla que “se tapa con la misma cobija que Quirino”, aprendió las frases discursivas de los morenistas:

“Nada ha lacerado más a las democracias que la corrupción y nada más a lacerado más a la sociedad que la corrupción”. Ello lo afirmó al asumir la presidencia de la Comisión de Fiscalización en franco tono obradorista.

De esa descomposición de la que es muy probable que sea parte, pero para la que está listo para filtrar en favor suyo y se su ex jefe, en caso de que haya investigaciones.

Cuen, ante uno de los más delicados retos

A Héctor Melesio Cuén Ojeda, le conservan en su bolsa la propuesta de ser el próximo secretario de Salud, que en los actuales momentos, es una de la mayor responsabilidad y riesgo.

Le tocará navegar en medio de una pandemia entre la que se cruzan los oleajes de la información cómoda e incompleta que se maneja para satisfacer intereses de empresarios y gobernantes, pero que la utilizan como la magia para confundir a los ciudadanos.

O entre la riña entre quienes quieren a toda costa que la sociedad y las escuelas se relajen para que se registre un rebrote del Covid-19 y traiga consecuencias impensables.

Cuando el presidente del Partido Sinaloense, está consciente como profesionista del ramo de la salud, que circulan datos falsos en relación a los índices en que se mueven la enfermedad, los contagios y las muertes.

No podía ser de otro modo. El nuevo anillo de protección que los diputados locales de Morena levantaron en torno al gobernador Quirino Ordaz Coppel al entregar la Presidencia de la Comisión de Fiscalización a uno de sus ex subordinados e incondicional, el priista Sergio Mario Arredondo Salas, reafirmó el pacto siniestro entre quienes se van y quienes llegan a ejercer el poder en Sinaloa.

En un acuerdo a la vista para no mandar a los buzos a hurgar en las profundidades de las aguas revueltas, donde se asientan los posibles lodos de la corrupción de la Administración Pública Estatal que solo en publicidad derrochó mil 900 millones de pesos.

Parecía imposible para la sociedad hasta hace días, que el cargo más importante de ese organismo con respecto a la transparencia y rendición de cuentas se lo cedieran a quien fue parte del gabinete del mazatleco, con quien tuvo un trato preferencial. Este lazo, no servirá para que actúe con neutralidad y menos con justicia.

Es casi seguro que lo pusieron para que deje pasar las cuentas públicas - que anteriormente, los legisladores le cuestionaron-, y que luego de las revisiones técnicas de la Auditoría Fiscal del Estado, le corresponderán rechazar o aprobar, asi como sus informes.

De las 27 comisiones que se asignaron, entre las que destacan 14 para los morenistas, cinco para los del PRI e igual número para los del Partido Sinaloense, así como una para los panistas, una para la petista y otra para la de Movimiento Ciudadano, llama poderosamente la atención la de la Comisión de Fiscalización que nunca queda en manos de las minorías, que estilan a demandar claridad en la aplicación de los dineros públicos.

A menos que haya componendas, como las que se presumen en este caso.

¿En dónde quedaron los deseos del morenismo de clarificar las cosas?

Evidentemente que en nada.

Se sujetarán a cumplir órdenes. Desde que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador le otorgó el escudo de seguridad total a Quirino Ordaz Coppel a quien sacará el estado y del país para enviarlo de Embajador a España, lo blindó de cuerpo entero.

En el país ibérico presentará Cartas de Credenciales de impunidad, antes de que se inspeccione en estado en que dejó las arcas públicas.

Y lo más grave y penoso, es que los diputados a los que encabeza Feliciano Castro, sean entes serviles que se dediquen a replicar lo que les digan. Sin que existan indicios de una real autonomía entre los poderes y, sin esperanzas de justicia para los pobladores.

Rapidísimo, Sergio Mario Arredondo Salas, ex director general del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa en el actual gobierno, yerno del ex mandatario Jesús Aguilar Padilla que “se tapa con la misma cobija que Quirino”, aprendió las frases discursivas de los morenistas:

“Nada ha lacerado más a las democracias que la corrupción y nada más a lacerado más a la sociedad que la corrupción”. Ello lo afirmó al asumir la presidencia de la Comisión de Fiscalización en franco tono obradorista.

De esa descomposición de la que es muy probable que sea parte, pero para la que está listo para filtrar en favor suyo y se su ex jefe, en caso de que haya investigaciones.

Cuen, ante uno de los más delicados retos

A Héctor Melesio Cuén Ojeda, le conservan en su bolsa la propuesta de ser el próximo secretario de Salud, que en los actuales momentos, es una de la mayor responsabilidad y riesgo.

Le tocará navegar en medio de una pandemia entre la que se cruzan los oleajes de la información cómoda e incompleta que se maneja para satisfacer intereses de empresarios y gobernantes, pero que la utilizan como la magia para confundir a los ciudadanos.

O entre la riña entre quienes quieren a toda costa que la sociedad y las escuelas se relajen para que se registre un rebrote del Covid-19 y traiga consecuencias impensables.

Cuando el presidente del Partido Sinaloense, está consciente como profesionista del ramo de la salud, que circulan datos falsos en relación a los índices en que se mueven la enfermedad, los contagios y las muertes.