Para sumar un agravio más contra los morenistas de base a los que les trae tirria, Rubén Rocha Moya procedió a conformar una estructura con personajes de dudosa reputación social y política, a los que se agregan priistas del círculo del ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, que es y será el verdadero poder tras el trono del precandidato a la gubernatura.
De esta manera, el temor que se cernía sobre la militancia del Movimiento de Regeneración Nacional en Sinaloa, pasó en su primer parte a materializarse cuando el pasado miércoles en el salón de un hotel de Culiacán, el pre abanderado formalizó la constitución de lo que llamó Comité Sectorial Agrícola de Defensa de la Cuarta Transformación.
Para burla de los militantes del partido que dirige Mario Delgado en el país, como coordinador de ese organismo nombró a Serapio Vargas Ramírez, mercenario del Revolucionario Institucional que cuenta con toda una historia de explotación de sectores campesinos y pesqueros.
Por décadas usufructuó la pobreza de aspirantes a tierras ejidales, a los que los exprimió con cuotas sistemáticas. Y a pescadores, en cuyas comunidades que se asientan a la orilla del mar, les descubrió apremios y se lanzó a prometer lo que nunca les cumplió. Todavía hay testimonios vivientes en el ejido Dautillos, Navolato, donde realizó sus festines.
Lo avala toda una trayectoria tricolor que caracteriza a los vivales.
La gente que cerca al ex mandatario Jesús Aguilar Padilla es la misma que rodea a Rubén Rocha Moya. Pronto se verán en lo abierto, Héctor Moreno Cota o Pablo Moreno Cota que sirvieron al gobierno Aguilarista, porque el eterno asistente de este último, José Luis Zavala, convive en el proyecto en compañía de los familiares más directos del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Se habla igualmente de la íntima relación que existe con Jesús Vega Acuña, hermano de un ex directivo estatal del PRI.
A excepción de Feliciano Castro y de Jaime Palacios Barreda, de esencia meramente izquierdista, todo se pinta de priismo alrededor del pretenso a candidato, con quien se preparan a gobernar también los empresarios Jesús Vizcarra Calderón y los propietarios de tiendas departamentales que probaron la política de altura y les gustó.
Lejos de los militantes, aparecieron igualmente ex panistas que se colgaron al Comité Sectorial Agrícola de Defensa de la 4T, que fungieron en “pasados procesos electorales como abanderados a diversos cargos de elección popular, y que aseguran, gozarán de ciertos privilegios.
Estás acciones, son una de las razones que ofendieron al alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benitez Torres y que hirieron a sus seguidores luego de que Rubén Rocha Moya, lo invitó a platicar para calmarlo, pero por detrás la dejó ir la puñalada trapera.
Ya sabía que la Comisión de Honor y Justicia del morenismo mexicano, le cancelaría sus derechos políticos al edil, pero para ser más hiriente, lo convocó a una reunión “de amigos” para traicionarlo.
Al estilo del ex Ejecutivo sinaloense Jesús Aguilar Padilla a quien le aprendió la lección a la perfección, el ex titular de la UAS, hizo política de cara a cara, pero por debajo ¡bolas!
Es el mismo método que utiliza con los de Morena, a los que sin esfuerzo, les arrebató el partido y los aplastará finalmente.
Luego, lo vislumbran algunos ciudadanos y académicos que romperá con engaños con Héctor Melesio Cuén Ojeda líder del Partido Sinaloense, a quien tanto critica pero que actualmente necesita con urgencia.
