/ miércoles 15 de septiembre de 2021

Presupuesto de igualdad: hechos son amores

Sustantivar la igualdad requiere de seguir abriendo espacios para la inclusión de mujeres, empoderarlas y así lograr que se encuentren posicionadas en la toma de decisiones y conseguir, por estas vías, transformar los espacios y la agenda pública.

Si bien la paridad permite a más mujeres llegar a los espacios, también es cierto que no todas ellas llegarán a trabajar por una agenda con perspectiva de género donde se busquen políticas públicas que transformen la vida cotidiana de la población en general, focalizando aquellas que permiten dar cabida a un mundo más igualitario, especialmente para las mujeres.

En ese sentido en México, la instrumentación de políticas públicas con perspectiva de género etiquetadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ha conllevado un proceso largo, el cual se inició a principios del siglo XXI, pero su institucionalización formal se llevó a cabo en 2008, pues es a partir de ese año que anualmente se incluye el Anexo 13, denominado en la actualidad “Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres”.

El Presupuesto proyectado por el Gobierno de México para el año 2022 es de 232 mil millones de pesos en el Anexo 13 “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, con lo que se pretende refrendar el compromiso para cerrar las brechas de desigualdad de género y garantizar los derechos humanos de las mujeres.

Estos recursos presupuestarios representan un incremento de 81 por ciento respecto a la asignación de 128 mil 354 millones de pesos para el ejercicio 2021. Los ramos con mayores recursos en este anexo son Bienestar, cuyos recursos representan 60 por ciento del total, seguido de Educación con 24 por ciento, mientras que el 16 por ciento restante se distribuye entre otros ramos, siendo los más altos Agricultura y Desarrollo Rural y Trabajo y Previsión social con 4.83 y 4.53 por ciento, respectivamente.

En total, en las erogaciones para la igualdad están incluidos 12 programas prioritarios y 21 programas estratégicos para promover la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres, en los que están incluidos los programas estratégicos de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim); del Inmujeres; para Refugios para víctimas de violencia; salud materna, sexual y reproductiva; Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños de Madres Trabajadoras; los recursos para las Unidades de Género en las entidades y dependencias.

Un aspecto relevante del Paquete Económico 2022 se refiere a la inclusión de la perspectiva de género en la política nacional de ingresos. En este sentido, contempla la inclusión financiera de las mujeres mediante programas y productos financieros que consideran características y condiciones atractivas para incorporar al mayor número de mujeres en actividades económicas productivas, así como en materia de ahorro, inversión, crédito y mecanismos de protección.

El impulso al empleo de las mujeres es, por otra parte, un elemento central y estratégico para el crecimiento y la productividad del país, por lo que busca aumentar la participación laboral de las mujeres en igualdad de oportunidades y condiciones, para que accedan a empleos más productivos y con mejores salarios.

Destaca también, la perspectiva de género en la política fiscal nacional, al proponer tasa cero a los productos sanitarios para la gestión menstrual, como son las toallas femeninas, tampones y copas sanitarias, una medida que beneficia principalmente a las mujeres, adolescentes y niñas que habitan en zonas marginadas del país, quienes son las que menos recursos económicos tienen para adquirir esos productos.

El debate de este presupuesto apenas inicia, y aunque hay buenas noticias, dicen por ahí: hechos son amores, así que las políticas públicas, la convicción y el apoyo a la agenda de igualdad inicia con un esfuerzo que, como este, visibilice y considere a las mujeres en situación de vulnerabilidad y desigualdad su prioridad y sea replicable en los congresos estatales.

Sustantivar la igualdad requiere de seguir abriendo espacios para la inclusión de mujeres, empoderarlas y así lograr que se encuentren posicionadas en la toma de decisiones y conseguir, por estas vías, transformar los espacios y la agenda pública.

Si bien la paridad permite a más mujeres llegar a los espacios, también es cierto que no todas ellas llegarán a trabajar por una agenda con perspectiva de género donde se busquen políticas públicas que transformen la vida cotidiana de la población en general, focalizando aquellas que permiten dar cabida a un mundo más igualitario, especialmente para las mujeres.

En ese sentido en México, la instrumentación de políticas públicas con perspectiva de género etiquetadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ha conllevado un proceso largo, el cual se inició a principios del siglo XXI, pero su institucionalización formal se llevó a cabo en 2008, pues es a partir de ese año que anualmente se incluye el Anexo 13, denominado en la actualidad “Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres”.

El Presupuesto proyectado por el Gobierno de México para el año 2022 es de 232 mil millones de pesos en el Anexo 13 “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, con lo que se pretende refrendar el compromiso para cerrar las brechas de desigualdad de género y garantizar los derechos humanos de las mujeres.

Estos recursos presupuestarios representan un incremento de 81 por ciento respecto a la asignación de 128 mil 354 millones de pesos para el ejercicio 2021. Los ramos con mayores recursos en este anexo son Bienestar, cuyos recursos representan 60 por ciento del total, seguido de Educación con 24 por ciento, mientras que el 16 por ciento restante se distribuye entre otros ramos, siendo los más altos Agricultura y Desarrollo Rural y Trabajo y Previsión social con 4.83 y 4.53 por ciento, respectivamente.

En total, en las erogaciones para la igualdad están incluidos 12 programas prioritarios y 21 programas estratégicos para promover la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres, en los que están incluidos los programas estratégicos de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim); del Inmujeres; para Refugios para víctimas de violencia; salud materna, sexual y reproductiva; Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños de Madres Trabajadoras; los recursos para las Unidades de Género en las entidades y dependencias.

Un aspecto relevante del Paquete Económico 2022 se refiere a la inclusión de la perspectiva de género en la política nacional de ingresos. En este sentido, contempla la inclusión financiera de las mujeres mediante programas y productos financieros que consideran características y condiciones atractivas para incorporar al mayor número de mujeres en actividades económicas productivas, así como en materia de ahorro, inversión, crédito y mecanismos de protección.

El impulso al empleo de las mujeres es, por otra parte, un elemento central y estratégico para el crecimiento y la productividad del país, por lo que busca aumentar la participación laboral de las mujeres en igualdad de oportunidades y condiciones, para que accedan a empleos más productivos y con mejores salarios.

Destaca también, la perspectiva de género en la política fiscal nacional, al proponer tasa cero a los productos sanitarios para la gestión menstrual, como son las toallas femeninas, tampones y copas sanitarias, una medida que beneficia principalmente a las mujeres, adolescentes y niñas que habitan en zonas marginadas del país, quienes son las que menos recursos económicos tienen para adquirir esos productos.

El debate de este presupuesto apenas inicia, y aunque hay buenas noticias, dicen por ahí: hechos son amores, así que las políticas públicas, la convicción y el apoyo a la agenda de igualdad inicia con un esfuerzo que, como este, visibilice y considere a las mujeres en situación de vulnerabilidad y desigualdad su prioridad y sea replicable en los congresos estatales.