/ lunes 15 de febrero de 2021

Precandidatos de Morena: caminar y hacerle como pato

Por más que se quieran amparar en una presunta trayectoria que está más en el papel que en el trabajo de gestión social y de impulso a políticas públicas en las calles de Culiacán, la verdad, aunque duela e incomoda, es que la mayoría de los precandidatos a la alcaldía de Culiacán son unos verdaderos desconocidos para el grueso de la población culichi.

Exceptuando el actual alcalde Jesús Estrada Ferreiro, quien ya anda con una campaña disimulada en redes sociales, sirviéndose ahora de cuanto tema de moda exista para recuperar la buena fe del pueblo culiacanense, el resto de los anotados en el proceso interno de Morena no hace más que intentar vender que cuentan con un respaldo político y social.

Vayamos por parte. Está Gerardo Vargas Landeros, que a ese pocos lo ven entrando a la verdadera competencia por ser de Los Mochis, pero quien en los últimos 10 años ha trabajado una estructura que busca vender al partido en el poder para colarse a la final de fotografía.

Por otro lado está la diputada Federal Merary Villegas Sánchez, quien, hay que decirlo, ha tenido en sus manos dos diputaciones en las que su trabajo ha sido más de saliva que estar con los grupos sociales vulnerables o trabajando de manera real para aterrizar políticas públicas desde los congresos en donde le ha tocado estar de gratis. Le gusta más el glamour y mostrarse banal, que una mujer de lucha codo a codo.

La diputada Graciela Domínguez busca ofrecer su trabajo como legisladora de Morena en el Congreso Local, pero la verdad es que ella no tiene nada de trabajo en Culiacán. En este mismo concepto podemos situar a Yadira Marcos, que le gusta más andar grillando a otros funcionarios que hacer chamba de legisladora.

¿Y los demás? Una hornada de advenedizos de prosapia que en realidad no buscan quedar de candidatos de la alcaldía, sino de, a lo sumo, que les regalen una regiduría haciendo ruido matraquero; es el caso de Alonso Ramírez, Sandra Martos y uno que sólo se le recuerda como ex síndico de Quilá... ¿Se nos olvida alguien? No importa, seguramente usted tampoco lo conoce.

SÍNDICA SUSTITUTA A MODO

A marcha cerrada se trabaja en las oficinas de la Sindicatura en Procuración, ya que su titular, Elsa Isela Bojórquez Mascareño, podría renunciar a principios de marzo, si obtiene la candidatura a la alcaldía de Mazatlán, por parte del Partido Movimiento de Renegación Nacional.

La síndico Procuradora se registró el pasado 1 de febrero como precandidata a la presidencia municipal de Mazatlán por Morena, y solo espera que la consulta al interior de su partido la confirme para renunciar en tiempo y forma.

De acuerdo al calendario electoral aprobado por el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa, la fecha límite para la separación de cargos de servidores públicos es el 7 de marzo de 2021, así que el tiempo lo tiene contra reloj.

Por lo pronto, tanto ella como el personal a su cargo trabajan a ritmo intenso para dejar avanzado todas las revisiones hechas a las dependencias municipales y paramunicipales y no queden pendientes, ya que quien la sustituirá por ley será nada más y nada menos que la secretaria de Presidencia del Ayuntamiento de Mazatlán, Nayla Adilene Velarde Narváez, servidora pública incondicional del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres.

Y es que el cargo de síndico o síndica Procurador es un puesto de elección popular que obtuvieron como titular Elsa Bojórquez y como suplente Nayla Velarde, en los comicios pasados.

Para nadie es oculto que Neyla Velarde es una de las servidoras públicas más cercanas al actual presidente municipal: durante más de un año y medio de gobierno estuvo al frente del Instituto Municipal de la Juventud y a mediados del 2020 asumió la secretaría de la Presidencia, el puesto más próximo a las funciones del acalde.

Si esto es así y se confirma, la sustituta en la Sindicatura en Procuración podría ser para Elsa Bojórquez, ya como candidata de Morena, una piedra en el zapato en sus aspiraciones por llegar a la alcaldía de Mazatlán, ya que desde las mismas oficinas de esta dependencia se podría gestar un acto de revanchismo, en contra de ella.

De ahí que se trabaje a marcha forzada por avanzar no solo en las revisiones de las dependencias y paramunicipales, para que no queden en ‘stand by’ con una síndica a modo, sino también en dejar todo claro y sin hilos sueltos, lo cual se pueda prestar a malas interpretaciones.

No cabe duda que la aspiración por la alcaldía para Bojórquez Mascareño es una espada de doble filo que tendrá que esgrimir muy bien para que no la corte.

Por más que se quieran amparar en una presunta trayectoria que está más en el papel que en el trabajo de gestión social y de impulso a políticas públicas en las calles de Culiacán, la verdad, aunque duela e incomoda, es que la mayoría de los precandidatos a la alcaldía de Culiacán son unos verdaderos desconocidos para el grueso de la población culichi.

Exceptuando el actual alcalde Jesús Estrada Ferreiro, quien ya anda con una campaña disimulada en redes sociales, sirviéndose ahora de cuanto tema de moda exista para recuperar la buena fe del pueblo culiacanense, el resto de los anotados en el proceso interno de Morena no hace más que intentar vender que cuentan con un respaldo político y social.

Vayamos por parte. Está Gerardo Vargas Landeros, que a ese pocos lo ven entrando a la verdadera competencia por ser de Los Mochis, pero quien en los últimos 10 años ha trabajado una estructura que busca vender al partido en el poder para colarse a la final de fotografía.

Por otro lado está la diputada Federal Merary Villegas Sánchez, quien, hay que decirlo, ha tenido en sus manos dos diputaciones en las que su trabajo ha sido más de saliva que estar con los grupos sociales vulnerables o trabajando de manera real para aterrizar políticas públicas desde los congresos en donde le ha tocado estar de gratis. Le gusta más el glamour y mostrarse banal, que una mujer de lucha codo a codo.

La diputada Graciela Domínguez busca ofrecer su trabajo como legisladora de Morena en el Congreso Local, pero la verdad es que ella no tiene nada de trabajo en Culiacán. En este mismo concepto podemos situar a Yadira Marcos, que le gusta más andar grillando a otros funcionarios que hacer chamba de legisladora.

¿Y los demás? Una hornada de advenedizos de prosapia que en realidad no buscan quedar de candidatos de la alcaldía, sino de, a lo sumo, que les regalen una regiduría haciendo ruido matraquero; es el caso de Alonso Ramírez, Sandra Martos y uno que sólo se le recuerda como ex síndico de Quilá... ¿Se nos olvida alguien? No importa, seguramente usted tampoco lo conoce.

SÍNDICA SUSTITUTA A MODO

A marcha cerrada se trabaja en las oficinas de la Sindicatura en Procuración, ya que su titular, Elsa Isela Bojórquez Mascareño, podría renunciar a principios de marzo, si obtiene la candidatura a la alcaldía de Mazatlán, por parte del Partido Movimiento de Renegación Nacional.

La síndico Procuradora se registró el pasado 1 de febrero como precandidata a la presidencia municipal de Mazatlán por Morena, y solo espera que la consulta al interior de su partido la confirme para renunciar en tiempo y forma.

De acuerdo al calendario electoral aprobado por el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa, la fecha límite para la separación de cargos de servidores públicos es el 7 de marzo de 2021, así que el tiempo lo tiene contra reloj.

Por lo pronto, tanto ella como el personal a su cargo trabajan a ritmo intenso para dejar avanzado todas las revisiones hechas a las dependencias municipales y paramunicipales y no queden pendientes, ya que quien la sustituirá por ley será nada más y nada menos que la secretaria de Presidencia del Ayuntamiento de Mazatlán, Nayla Adilene Velarde Narváez, servidora pública incondicional del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres.

Y es que el cargo de síndico o síndica Procurador es un puesto de elección popular que obtuvieron como titular Elsa Bojórquez y como suplente Nayla Velarde, en los comicios pasados.

Para nadie es oculto que Neyla Velarde es una de las servidoras públicas más cercanas al actual presidente municipal: durante más de un año y medio de gobierno estuvo al frente del Instituto Municipal de la Juventud y a mediados del 2020 asumió la secretaría de la Presidencia, el puesto más próximo a las funciones del acalde.

Si esto es así y se confirma, la sustituta en la Sindicatura en Procuración podría ser para Elsa Bojórquez, ya como candidata de Morena, una piedra en el zapato en sus aspiraciones por llegar a la alcaldía de Mazatlán, ya que desde las mismas oficinas de esta dependencia se podría gestar un acto de revanchismo, en contra de ella.

De ahí que se trabaje a marcha forzada por avanzar no solo en las revisiones de las dependencias y paramunicipales, para que no queden en ‘stand by’ con una síndica a modo, sino también en dejar todo claro y sin hilos sueltos, lo cual se pueda prestar a malas interpretaciones.

No cabe duda que la aspiración por la alcaldía para Bojórquez Mascareño es una espada de doble filo que tendrá que esgrimir muy bien para que no la corte.