/ lunes 25 de julio de 2022

¿Podrá Rocha contra el hampa escolar?

A duras penas, el Gobierno de Rubén Rocha Moya empezó a remontar la sinuosa subida, que implica alcanzar la cima para reconstruir alrededor del 50 por ciento de lo que es el aparato educativo sinaloense con más de 6 mil escuelas, que está seriamente erosionado por el tiempo de uso y, mayormente, por los ataques del vandalismo que mutó a un hampa prácticamente organizada que roba equipos y materiales vitales que los dejó sin funcionar.

Y que como efecto colateral, trajo desde antes y durante el inicio del ciclo escolar que corre, presiones de los maestros y padres de familia, que no pudieron entender que los gigantescos niveles de destrucción que les heredaron los delincuentes, serían como “edificar a Roma en un solo día”.

Es decir, imposible.

En ello, frente al bloqueo de calles, de accesos en los planteles y de manifestaciones ante las autoridades y a la carencia de recursos financieros surgió la pregunta:

¿Podrá el Oriundo de Batequitas, Badiraguato, superar el grave conflicto que le dejaron?

Evidentemente que muchos lo dudan.

Porque como consecuencia del paso de los años, salieron entre 10 centros de enseñanza que hay que demoler para que no caigan encima de los niños y los jóvenes que estudian en condiciones de ruina.

Sin embargo, Hugo Echave Meneses, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, “apechuga” y expresa que sin ponerse a quejar el mandatario giró instrucciones precisas de resolver todo. Que esa es su responsabilidad.

De acuerdo a los estudios que se levantaron, son más de 2 mil 600 establecimientos de enseñanza, que entre otras necesidades que presentan –unas menos que otros, son faltas de líneas de energía eléctrica, que por ende no tienen aire acondicionado, ni tampoco agua potable. O de ausencia de ventanas y puertas y sanitarios deteriorados.

Es cierto, que no encontraban por donde comenzar, de la gravedad de la problemática.

El funcionario apeló a tender estrategias y poner en marcha “un ir y venir a tocar puertas” a la Ciudad de México. Y a tejer redes de comunicación y reflexión sobre el problema con los alcaldes de los 18 municipios y sus colaboradores afines, aunque primeramente, a dialogar para lograr el apoyo y la comprensión de los paterfamilias y planta magisterial de las unidades docentes.

Y a la mejor no el medida que se quisiera, pero en los últimos tres meses se les dio mantenimiento a 650 escuelas que quedaron funcionales, y que fueron de un catálogo al que debía darse prioridad.

El primer respaldo para superar la pendiente del deterioro escolar, lo aportó el mandatario. Fueron 18 millones de pesos del Gobierno del Estado.

Además con 111 millones de pesos que se contemplan a través del Programa “La Escuela es Nuestra”, está en marcha la rehabilitación de la energía eléctrica de 503 centros educativos y otras labores de manutención.

Sin contar que con dinero del Fondo de Aportaciones Múltiples, -del que llegan 140 millones de pesos- se restauraron varias instalaciones. Entre estas se encuentran la Sixto Román, de Villa Unión, que solo para evaluar las daños que le ocasionaron por los golpes perpetrados por la delincuencia y los años de vida útil que se agotaron, se construirá de nuevo y requerirá de 26 a 30 millones de pesos.

Para extender los beneficios de remoción, se alientan inversiones tripartitas. Del Fondo de Aportaciones Múltiples, de un Fideicomiso Federal y de lo que maneja la Administración Pública Estatal, y que se materializan estos últimos, a través de la Secretaría de Obras Públicas.

El titular del Isife, está enterado de que ya no solamente son vándalos los que actúan y se limitan a causar daños al sistema de planteles. Son grupitos delictivos que esperan el momento preciso para perpetrar el desmantelamiento, generalmente en vacaciones.

Y este es el gran asunto a solucionar.

Si no se neutralizan esas actividades, será imposible cada año regenerar el andamiaje de aulas y servicios, si no existe vigilancia, que elimine el método de que la autoridad pone y el hampón quita.

¿Podrá el actual gabinete estatal con el pesado paquete?

El PAS se levanta contra “El Químico”.

Sin que apelación a una tregua porque le encanta repetir sus excesos políticos y financieros que se salen de la legalidad, aunque no se sabe si lo hace al tanteo o porque está al tanto de que es el segundo munícipe que saldrá del puesto en modo de prófugo, el Partido Sinaloense, le dinamita igual que Movimiento Ciudadano al mazatleco Guillermo Benitez, un terreno que está lleno de fechorías.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo hizo luego de que Sergio Torres Félix, dirigente de MC, se lanzará sobre la humanidad del presidente municipal del puerto para desenmascarar sus latrocinios.

El pasista, le abrió otro frente de batalla con todo y que lo postuló como candidato común a la alcaldía con Morena.

Lo urgió al antiguo aliado, clarificar el lado oscuro de la hoja de gastos suntuosos con la que Guillermo Benitez Torres trajo a la Premio Nobel Rigoberta Menchú, quien del entregó el distintivo al municipio como Destino Garante de Paz, los Derechos Humanos y la Inclusión, cuando se observa lo contrario, en cuanto a desaparición de mujeres, asesinatos y asaltos.

Con pólvora pura, el del PAS le evidenció la burda jugada, a quien no le interesa sangrar las arcas públicas con tal de maquillar su imagen política en aras de buscar la Senaduría y la gubernatura en las próximas elecciones.

El también ex secretario de Salud del Estado le sacudió el entramado de corrupción que se construyó desde el 2018, precisamente en instantes, en que la regidora Claudia Peña Chico, destapó una cloaca más en el Instituto Municipal de la Cultura, Turismo y Arte, al que a más de seis meses de concluir el ejercicio del gasto del 2022, misteriosamente se acabaron el presupuesto de 120 millones de pesos y el director José Ángel Tostado Quevedo, solo pide más, sin entregar los estados financieros correspondientes.

Aunque, entre colaboradores del Químico, se filtró que de esas partidas toma recursos sin problemas para disfrutar sus viajes incluso a ciudades del extranjero donde degusta de los platillos más caros, estancias en hoteles de lujo, sin faltar el hábito en el que dá rienda suelta a sus noches de copas, obviamente locas, lo que dispara los costos de esas actividades, con cargo cínico a la administración.

Los señalamientos refuerzan más la posibilidad de que el Congreso del Estado cumpla con su obligación de llamar a cuentas al munícipe, de efectuarse las revisiones de la ASE, en virtud de que es al Ayuntamiento donde más sospechas existen de derroche de dinero y de argucias irregulares.

Además de que esas anomalías las presume entre la gente.

Lo cierto es que el proceso de escándalos y evidencia en que se encuentra este personaje que desafía a las autoridades de cualquier nivel y al estilo en que lo hacia el culiacanense, Jesús Estrada Ferreiro, podrían traspasar los límites de la tolerancia política y muy pronto, verlo en el banquillo de los indiciados.

Dependerá mucho de la Cámara Local y la Auditoria Superior del Estado, porque elementos hay de sobra.A duras penas, el Gobierno de Rubén Rocha Moya empezó a remontar la sinuosa subida, que implica alcanzar la cima para reconstruir alrededor del 50 por ciento de lo que es el aparato educativo sinaloense con más de 6 mil escuelas, que está seriamente erosionado por el tiempo de uso y, mayormente, por los ataques del vandalismo que mutó a un hampa prácticamente organizada que roba equipos y materiales vitales que los dejó sin funcionar.

Y que como efecto colateral, trajo desde antes y durante el inicio del ciclo escolar que corre, presiones de los maestros y padres de familia, que no pudieron entender que los gigantescos niveles de destrucción que les heredaron los delincuentes, serían como “edificar a Roma en un solo día”.

Es decir, imposible.

En ello, frente al bloqueo de calles, de accesos en los planteles y de manifestaciones ante las autoridades y a la carencia de recursos financieros surgió la pregunta:

¿Podrá el Oriundo de Batequitas, Badiraguato, superar el grave conflicto que le dejaron?

Evidentemente que muchos lo dudan.

Porque como consecuencia del paso de los años, salieron entre 10 centros de enseñanza que hay que demoler para que no caigan encima de los niños y los jóvenes que estudian en condiciones de ruina.

Sin embargo, Hugo Echave Meneses, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, “apechuga” y expresa que sin ponerse a quejar el mandatario giró instrucciones precisas de resolver todo. Que esa es su responsabilidad.

De acuerdo a los estudios que se levantaron, son más de 2 mil 600 establecimientos de enseñanza, que entre otras necesidades que presentan –unas menos que otros, son faltas de líneas de energía eléctrica, que por ende no tienen aire acondicionado, ni tampoco agua potable. O de ausencia de ventanas y puertas y sanitarios deteriorados.

Es cierto, que no encontraban por donde comenzar, de la gravedad de la problemática.

El funcionario apeló a tender estrategias y poner en marcha “un ir y venir a tocar puertas” a la Ciudad de México. Y a tejer redes de comunicación y reflexión sobre el problema con los alcaldes de los 18 municipios y sus colaboradores afines, aunque primeramente, a dialogar para lograr el apoyo y la comprensión de los paterfamilias y planta magisterial de las unidades docentes.

Y a la mejor no el medida que se quisiera, pero en los últimos tres meses se les dio mantenimiento a 650 escuelas que quedaron funcionales, y que fueron de un catálogo al que debía darse prioridad.

El primer respaldo para superar la pendiente del deterioro escolar, lo aportó el mandatario. Fueron 18 millones de pesos del Gobierno del Estado.

Además con 111 millones de pesos que se contemplan a través del Programa “La Escuela es Nuestra”, está en marcha la rehabilitación de la energía eléctrica de 503 centros educativos y otras labores de manutención.

Sin contar que con dinero del Fondo de Aportaciones Múltiples, -del que llegan 140 millones de pesos- se restauraron varias instalaciones. Entre estas se encuentran la Sixto Román, de Villa Unión, que solo para evaluar las daños que le ocasionaron por los golpes perpetrados por la delincuencia y los años de vida útil que se agotaron, se construirá de nuevo y requerirá de 26 a 30 millones de pesos.

Para extender los beneficios de remoción, se alientan inversiones tripartitas. Del Fondo de Aportaciones Múltiples, de un Fideicomiso Federal y de lo que maneja la Administración Pública Estatal, y que se materializan estos últimos, a través de la Secretaría de Obras Públicas.

El titular del Isife, está enterado de que ya no solamente son vándalos los que actúan y se limitan a causar daños al sistema de planteles. Son grupitos delictivos que esperan el momento preciso para perpetrar el desmantelamiento, generalmente en vacaciones.

Y este es el gran asunto a solucionar.

Si no se neutralizan esas actividades, será imposible cada año regenerar el andamiaje de aulas y servicios, si no existe vigilancia, que elimine el método de que la autoridad pone y el hampón quita.

¿Podrá el actual gabinete estatal con el pesado paquete?

El PAS se levanta contra “El Químico”.

Sin que apelación a una tregua porque le encanta repetir sus excesos políticos y financieros que se salen de la legalidad, aunque no se sabe si lo hace al tanteo o porque está al tanto de que es el segundo munícipe que saldrá del puesto en modo de prófugo, el Partido Sinaloense, le dinamita igual que Movimiento Ciudadano al mazatleco Guillermo Benitez, un terreno que está lleno de fechorías.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo hizo luego de que Sergio Torres Félix, dirigente de MC, se lanzará sobre la humanidad del presidente municipal del puerto para desenmascarar sus latrocinios.

El pasista, le abrió otro frente de batalla con todo y que lo postuló como candidato común a la alcaldía con Morena.

Lo urgió al antiguo aliado, clarificar el lado oscuro de la hoja de gastos suntuosos con la que Guillermo Benitez Torres trajo a la Premio Nobel Rigoberta Menchú, quien del entregó el distintivo al municipio como Destino Garante de Paz, los Derechos Humanos y la Inclusión, cuando se observa lo contrario, en cuanto a desaparición de mujeres, asesinatos y asaltos.

Con pólvora pura, el del PAS le evidenció la burda jugada, a quien no le interesa sangrar las arcas públicas con tal de maquillar su imagen política en aras de buscar la Senaduría y la gubernatura en las próximas elecciones.

El también ex secretario de Salud del Estado le sacudió el entramado de corrupción que se construyó desde el 2018, precisamente en instantes, en que la regidora Claudia Peña Chico, destapó una cloaca más en el Instituto Municipal de la Cultura, Turismo y Arte, al que a más de seis meses de concluir el ejercicio del gasto del 2022, misteriosamente se acabaron el presupuesto de 120 millones de pesos y el director José Ángel Tostado Quevedo, solo pide más, sin entregar los estados financieros correspondientes.

Aunque, entre colaboradores del Químico, se filtró que de esas partidas toma recursos sin problemas para disfrutar sus viajes incluso a ciudades del extranjero donde degusta de los platillos más caros, estancias en hoteles de lujo, sin faltar el hábito en el que dá rienda suelta a sus noches de copas, obviamente locas, lo que dispara los costos de esas actividades, con cargo cínico a la administración.

Los señalamientos refuerzan más la posibilidad de que el Congreso del Estado cumpla con su obligación de llamar a cuentas al munícipe, de efectuarse las revisiones de la ASE, en virtud de que es al Ayuntamiento donde más sospechas existen de derroche de dinero y de argucias irregulares.

Además de que esas anomalías las presume entre la gente.

Lo cierto es que el proceso de escándalos y evidencia en que se encuentra este personaje que desafía a las autoridades de cualquier nivel y al estilo en que lo hacia el culiacanense, Jesús Estrada Ferreiro, podrían traspasar los límites de la tolerancia política y muy pronto, verlo en el banquillo de los indiciados.

Dependerá mucho de la Cámara Local y la Auditoria Superior del Estado, porque elementos hay de sobra.

A duras penas, el Gobierno de Rubén Rocha Moya empezó a remontar la sinuosa subida, que implica alcanzar la cima para reconstruir alrededor del 50 por ciento de lo que es el aparato educativo sinaloense con más de 6 mil escuelas, que está seriamente erosionado por el tiempo de uso y, mayormente, por los ataques del vandalismo que mutó a un hampa prácticamente organizada que roba equipos y materiales vitales que los dejó sin funcionar.

Y que como efecto colateral, trajo desde antes y durante el inicio del ciclo escolar que corre, presiones de los maestros y padres de familia, que no pudieron entender que los gigantescos niveles de destrucción que les heredaron los delincuentes, serían como “edificar a Roma en un solo día”.

Es decir, imposible.

En ello, frente al bloqueo de calles, de accesos en los planteles y de manifestaciones ante las autoridades y a la carencia de recursos financieros surgió la pregunta:

¿Podrá el Oriundo de Batequitas, Badiraguato, superar el grave conflicto que le dejaron?

Evidentemente que muchos lo dudan.

Porque como consecuencia del paso de los años, salieron entre 10 centros de enseñanza que hay que demoler para que no caigan encima de los niños y los jóvenes que estudian en condiciones de ruina.

Sin embargo, Hugo Echave Meneses, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, “apechuga” y expresa que sin ponerse a quejar el mandatario giró instrucciones precisas de resolver todo. Que esa es su responsabilidad.

De acuerdo a los estudios que se levantaron, son más de 2 mil 600 establecimientos de enseñanza, que entre otras necesidades que presentan –unas menos que otros, son faltas de líneas de energía eléctrica, que por ende no tienen aire acondicionado, ni tampoco agua potable. O de ausencia de ventanas y puertas y sanitarios deteriorados.

Es cierto, que no encontraban por donde comenzar, de la gravedad de la problemática.

El funcionario apeló a tender estrategias y poner en marcha “un ir y venir a tocar puertas” a la Ciudad de México. Y a tejer redes de comunicación y reflexión sobre el problema con los alcaldes de los 18 municipios y sus colaboradores afines, aunque primeramente, a dialogar para lograr el apoyo y la comprensión de los paterfamilias y planta magisterial de las unidades docentes.

Y a la mejor no el medida que se quisiera, pero en los últimos tres meses se les dio mantenimiento a 650 escuelas que quedaron funcionales, y que fueron de un catálogo al que debía darse prioridad.

El primer respaldo para superar la pendiente del deterioro escolar, lo aportó el mandatario. Fueron 18 millones de pesos del Gobierno del Estado.

Además con 111 millones de pesos que se contemplan a través del Programa “La Escuela es Nuestra”, está en marcha la rehabilitación de la energía eléctrica de 503 centros educativos y otras labores de manutención.

Sin contar que con dinero del Fondo de Aportaciones Múltiples, -del que llegan 140 millones de pesos- se restauraron varias instalaciones. Entre estas se encuentran la Sixto Román, de Villa Unión, que solo para evaluar las daños que le ocasionaron por los golpes perpetrados por la delincuencia y los años de vida útil que se agotaron, se construirá de nuevo y requerirá de 26 a 30 millones de pesos.

Para extender los beneficios de remoción, se alientan inversiones tripartitas. Del Fondo de Aportaciones Múltiples, de un Fideicomiso Federal y de lo que maneja la Administración Pública Estatal, y que se materializan estos últimos, a través de la Secretaría de Obras Públicas.

El titular del Isife, está enterado de que ya no solamente son vándalos los que actúan y se limitan a causar daños al sistema de planteles. Son grupitos delictivos que esperan el momento preciso para perpetrar el desmantelamiento, generalmente en vacaciones.

Y este es el gran asunto a solucionar.

Si no se neutralizan esas actividades, será imposible cada año regenerar el andamiaje de aulas y servicios, si no existe vigilancia, que elimine el método de que la autoridad pone y el hampón quita.

¿Podrá el actual gabinete estatal con el pesado paquete?

El PAS se levanta contra “El Químico”.

Sin que apelación a una tregua porque le encanta repetir sus excesos políticos y financieros que se salen de la legalidad, aunque no se sabe si lo hace al tanteo o porque está al tanto de que es el segundo munícipe que saldrá del puesto en modo de prófugo, el Partido Sinaloense, le dinamita igual que Movimiento Ciudadano al mazatleco Guillermo Benitez, un terreno que está lleno de fechorías.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo hizo luego de que Sergio Torres Félix, dirigente de MC, se lanzará sobre la humanidad del presidente municipal del puerto para desenmascarar sus latrocinios.

El pasista, le abrió otro frente de batalla con todo y que lo postuló como candidato común a la alcaldía con Morena.

Lo urgió al antiguo aliado, clarificar el lado oscuro de la hoja de gastos suntuosos con la que Guillermo Benitez Torres trajo a la Premio Nobel Rigoberta Menchú, quien del entregó el distintivo al municipio como Destino Garante de Paz, los Derechos Humanos y la Inclusión, cuando se observa lo contrario, en cuanto a desaparición de mujeres, asesinatos y asaltos.

Con pólvora pura, el del PAS le evidenció la burda jugada, a quien no le interesa sangrar las arcas públicas con tal de maquillar su imagen política en aras de buscar la Senaduría y la gubernatura en las próximas elecciones.

El también ex secretario de Salud del Estado le sacudió el entramado de corrupción que se construyó desde el 2018, precisamente en instantes, en que la regidora Claudia Peña Chico, destapó una cloaca más en el Instituto Municipal de la Cultura, Turismo y Arte, al que a más de seis meses de concluir el ejercicio del gasto del 2022, misteriosamente se acabaron el presupuesto de 120 millones de pesos y el director José Ángel Tostado Quevedo, solo pide más, sin entregar los estados financieros correspondientes.

Aunque, entre colaboradores del Químico, se filtró que de esas partidas toma recursos sin problemas para disfrutar sus viajes incluso a ciudades del extranjero donde degusta de los platillos más caros, estancias en hoteles de lujo, sin faltar el hábito en el que dá rienda suelta a sus noches de copas, obviamente locas, lo que dispara los costos de esas actividades, con cargo cínico a la administración.

Los señalamientos refuerzan más la posibilidad de que el Congreso del Estado cumpla con su obligación de llamar a cuentas al munícipe, de efectuarse las revisiones de la ASE, en virtud de que es al Ayuntamiento donde más sospechas existen de derroche de dinero y de argucias irregulares.

Además de que esas anomalías las presume entre la gente.

Lo cierto es que el proceso de escándalos y evidencia en que se encuentra este personaje que desafía a las autoridades de cualquier nivel y al estilo en que lo hacia el culiacanense, Jesús Estrada Ferreiro, podrían traspasar los límites de la tolerancia política y muy pronto, verlo en el banquillo de los indiciados.

Dependerá mucho de la Cámara Local y la Auditoria Superior del Estado, porque elementos hay de sobra.A duras penas, el Gobierno de Rubén Rocha Moya empezó a remontar la sinuosa subida, que implica alcanzar la cima para reconstruir alrededor del 50 por ciento de lo que es el aparato educativo sinaloense con más de 6 mil escuelas, que está seriamente erosionado por el tiempo de uso y, mayormente, por los ataques del vandalismo que mutó a un hampa prácticamente organizada que roba equipos y materiales vitales que los dejó sin funcionar.

Y que como efecto colateral, trajo desde antes y durante el inicio del ciclo escolar que corre, presiones de los maestros y padres de familia, que no pudieron entender que los gigantescos niveles de destrucción que les heredaron los delincuentes, serían como “edificar a Roma en un solo día”.

Es decir, imposible.

En ello, frente al bloqueo de calles, de accesos en los planteles y de manifestaciones ante las autoridades y a la carencia de recursos financieros surgió la pregunta:

¿Podrá el Oriundo de Batequitas, Badiraguato, superar el grave conflicto que le dejaron?

Evidentemente que muchos lo dudan.

Porque como consecuencia del paso de los años, salieron entre 10 centros de enseñanza que hay que demoler para que no caigan encima de los niños y los jóvenes que estudian en condiciones de ruina.

Sin embargo, Hugo Echave Meneses, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, “apechuga” y expresa que sin ponerse a quejar el mandatario giró instrucciones precisas de resolver todo. Que esa es su responsabilidad.

De acuerdo a los estudios que se levantaron, son más de 2 mil 600 establecimientos de enseñanza, que entre otras necesidades que presentan –unas menos que otros, son faltas de líneas de energía eléctrica, que por ende no tienen aire acondicionado, ni tampoco agua potable. O de ausencia de ventanas y puertas y sanitarios deteriorados.

Es cierto, que no encontraban por donde comenzar, de la gravedad de la problemática.

El funcionario apeló a tender estrategias y poner en marcha “un ir y venir a tocar puertas” a la Ciudad de México. Y a tejer redes de comunicación y reflexión sobre el problema con los alcaldes de los 18 municipios y sus colaboradores afines, aunque primeramente, a dialogar para lograr el apoyo y la comprensión de los paterfamilias y planta magisterial de las unidades docentes.

Y a la mejor no el medida que se quisiera, pero en los últimos tres meses se les dio mantenimiento a 650 escuelas que quedaron funcionales, y que fueron de un catálogo al que debía darse prioridad.

El primer respaldo para superar la pendiente del deterioro escolar, lo aportó el mandatario. Fueron 18 millones de pesos del Gobierno del Estado.

Además con 111 millones de pesos que se contemplan a través del Programa “La Escuela es Nuestra”, está en marcha la rehabilitación de la energía eléctrica de 503 centros educativos y otras labores de manutención.

Sin contar que con dinero del Fondo de Aportaciones Múltiples, -del que llegan 140 millones de pesos- se restauraron varias instalaciones. Entre estas se encuentran la Sixto Román, de Villa Unión, que solo para evaluar las daños que le ocasionaron por los golpes perpetrados por la delincuencia y los años de vida útil que se agotaron, se construirá de nuevo y requerirá de 26 a 30 millones de pesos.

Para extender los beneficios de remoción, se alientan inversiones tripartitas. Del Fondo de Aportaciones Múltiples, de un Fideicomiso Federal y de lo que maneja la Administración Pública Estatal, y que se materializan estos últimos, a través de la Secretaría de Obras Públicas.

El titular del Isife, está enterado de que ya no solamente son vándalos los que actúan y se limitan a causar daños al sistema de planteles. Son grupitos delictivos que esperan el momento preciso para perpetrar el desmantelamiento, generalmente en vacaciones.

Y este es el gran asunto a solucionar.

Si no se neutralizan esas actividades, será imposible cada año regenerar el andamiaje de aulas y servicios, si no existe vigilancia, que elimine el método de que la autoridad pone y el hampón quita.

¿Podrá el actual gabinete estatal con el pesado paquete?

El PAS se levanta contra “El Químico”.

Sin que apelación a una tregua porque le encanta repetir sus excesos políticos y financieros que se salen de la legalidad, aunque no se sabe si lo hace al tanteo o porque está al tanto de que es el segundo munícipe que saldrá del puesto en modo de prófugo, el Partido Sinaloense, le dinamita igual que Movimiento Ciudadano al mazatleco Guillermo Benitez, un terreno que está lleno de fechorías.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo hizo luego de que Sergio Torres Félix, dirigente de MC, se lanzará sobre la humanidad del presidente municipal del puerto para desenmascarar sus latrocinios.

El pasista, le abrió otro frente de batalla con todo y que lo postuló como candidato común a la alcaldía con Morena.

Lo urgió al antiguo aliado, clarificar el lado oscuro de la hoja de gastos suntuosos con la que Guillermo Benitez Torres trajo a la Premio Nobel Rigoberta Menchú, quien del entregó el distintivo al municipio como Destino Garante de Paz, los Derechos Humanos y la Inclusión, cuando se observa lo contrario, en cuanto a desaparición de mujeres, asesinatos y asaltos.

Con pólvora pura, el del PAS le evidenció la burda jugada, a quien no le interesa sangrar las arcas públicas con tal de maquillar su imagen política en aras de buscar la Senaduría y la gubernatura en las próximas elecciones.

El también ex secretario de Salud del Estado le sacudió el entramado de corrupción que se construyó desde el 2018, precisamente en instantes, en que la regidora Claudia Peña Chico, destapó una cloaca más en el Instituto Municipal de la Cultura, Turismo y Arte, al que a más de seis meses de concluir el ejercicio del gasto del 2022, misteriosamente se acabaron el presupuesto de 120 millones de pesos y el director José Ángel Tostado Quevedo, solo pide más, sin entregar los estados financieros correspondientes.

Aunque, entre colaboradores del Químico, se filtró que de esas partidas toma recursos sin problemas para disfrutar sus viajes incluso a ciudades del extranjero donde degusta de los platillos más caros, estancias en hoteles de lujo, sin faltar el hábito en el que dá rienda suelta a sus noches de copas, obviamente locas, lo que dispara los costos de esas actividades, con cargo cínico a la administración.

Los señalamientos refuerzan más la posibilidad de que el Congreso del Estado cumpla con su obligación de llamar a cuentas al munícipe, de efectuarse las revisiones de la ASE, en virtud de que es al Ayuntamiento donde más sospechas existen de derroche de dinero y de argucias irregulares.

Además de que esas anomalías las presume entre la gente.

Lo cierto es que el proceso de escándalos y evidencia en que se encuentra este personaje que desafía a las autoridades de cualquier nivel y al estilo en que lo hacia el culiacanense, Jesús Estrada Ferreiro, podrían traspasar los límites de la tolerancia política y muy pronto, verlo en el banquillo de los indiciados.

Dependerá mucho de la Cámara Local y la Auditoria Superior del Estado, porque elementos hay de sobra.