/ viernes 14 de junio de 2019

¿Para bien o para mal?

Hay un par de temas relacionados con nuestro fútbol nacional que han sido la comidilla del día, de la semana y del mes: nos referimos, en primer lugar, al caso de la venta de la franquicia de los Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y de la salida de la dirección técnico de Diego Armando Maradona, de los Dorados de Sinaloa.


En esta entrega nuestro comentario estará enfocado al caso del equipo poblano. Mediante nuestro chat y de manera personal nos han pedido nuestra opinión, ahora la daremos frente a nuestros lectores una vez reanudada esta actividad periodística tras un breve receso, expli8cación que ya dimos en días anteriores.


Hace muchos años, existió en Puebla el equipo Ángeles de Puebla, a la par con el conjunto símbolo de esa ciudad: el Puebla, al que llamaban los camoteros y hoy el equipo de la franja. En ese club, Ángeles, militó el sinaloense Alfonso Rubio, quien pasó a sus filas tras su estancia en los Pumas de la Universidad Autónoma de México, promovido por el mismísimo Bora Milutinovic. Ese equipo no duró mucho en la máxima categoría por la simple y sencilla razón de que como ahora le sucedió a Lobos, no contaba con solidez económica y mucho menos con el respaldo de afición alguna.


Es verdad que la llamada angelópolis, es una de las ciudades que más han crecido por el simple hecho de encontrarse a un paso de la capital del país, su población ha aumentado en un 80 por ciento, más aún tras los temblores de los de los 19s de septiembres, pese a ello no creemos y así lo comentamos a su debido tiempo que los aficionados alcancen para dos equipos, la situación económica no está para cada fin de semana ir al fútbol.


El ascenso de los Lobos no lo esperaban ni ellos mismos, ganaron la final a Dorados. Para los equipos que ascienden son muchas las desventajas que afrontan para sostenerse en la máxima división, más allá del mentado porcentaje, integrar un equipo que de la pelea es sumamente difícil porque lo mejor del mercado ya está acaparado y nos les queda de otra que contratar petardos extranjeros y varios mexicanos de medio pelo.


La historia usted ya lo conoce, Lobos tuvo que pagar 120 millones de pesos para lograr su permanencia, gracias a que el equipo campeón de la Liga de Ascenso no tenía luz verde de la federación para ocupar el lugar del descendido Lobos, equipo que inició sin patrocinios ni televisora que lo contratara, eso le remediaron con el paso del tiempo, pero no tuvo salvación.


Pagar 120 millones y lograr la llegada de algunos refuerzos, fue una estrategia bien planeada para salvar al equipo con la mira de negociarlo una vez salvado. También lo señalamos con tiempo: ese equipo, sin afición, sin apoyo y sin ángel, sería vendido al mejor postor, como efectivamente sucedió. No solo recuperaron sus 120 millones, sino mucho más, por lo que el negocio para todos fue redondo.


Para el fútbol también.


Mire usted, diversificar este deporte, expandirlo por más estados del país, sin duda es una buena medida, llevar la máxima categoría a estados donde están ávidos de contar con el máximo espectáculo es lo mejor, hay plazas como Culiacán, que sin duda alguna tienen el potencial económico para ello, máxime porque cuentan con u n grupo fuerte en ese aspecto.


En el caso de Ciudad Juárez, también es una ciudad económicamente fuerte, solo que tiene sus “asegunes”. Ciertamente, la venta de la franquicia se dio en lo oscurito, aun cuando creemos que eso se venía cocinando muchos meses atrás. Usted sabe, aun cuando exista un reglamento, en la federación todo se puede, en este es bueno el paso dado, pero como apuntamos arriba, esto tiene sus bemoles.


Veamos:


En primer lugar, heredaran todo lo que dejó Lobos, entre ello, su porcentaje lo que implicará enorme riesgo, tendrán por abajo no solo a equipos como Atlas y Chivas y al recién ascendido San Luis, que partirá de cero, pero con gran apoyo económico. En cuanto a jugadores, Lobos tenía a más de la mitad prestados, pocos en su nómina eran de su propiedad, es decir, al cuarto para las doce Bravos, armará su equipo con lo que le dejen.


Pero no solo eso, Ciudad Juárez, cuenta con nada positivos antecedentes, primero con los Cobras y después con indios, este último no ganó un solo encuentro en su último torneo. Según sabemos, nuevamente estará al frente Alejandra de la Vega, quien, junto con sus viejos socios, propiciaron la debacle de los indios. En esta ocasión, al menos que cuenten con un respaldo económico muy fuerte para realizar contrataciones de peso, lucharán por su permanencia, esa será su prioridad.


Y caso curioso, Lobos tendrá las puertas abiertas en la división se ascenso porque la federación, solo “congeló” su lugar o su franquicia. Que alguien nos explique ese detalle, si es que como nos enteramos sucedió.


Nos vemos para comentar sobre un hecho anunciado con anticipación: la salida de Diego Armando Maradona.

Hay un par de temas relacionados con nuestro fútbol nacional que han sido la comidilla del día, de la semana y del mes: nos referimos, en primer lugar, al caso de la venta de la franquicia de los Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y de la salida de la dirección técnico de Diego Armando Maradona, de los Dorados de Sinaloa.


En esta entrega nuestro comentario estará enfocado al caso del equipo poblano. Mediante nuestro chat y de manera personal nos han pedido nuestra opinión, ahora la daremos frente a nuestros lectores una vez reanudada esta actividad periodística tras un breve receso, expli8cación que ya dimos en días anteriores.


Hace muchos años, existió en Puebla el equipo Ángeles de Puebla, a la par con el conjunto símbolo de esa ciudad: el Puebla, al que llamaban los camoteros y hoy el equipo de la franja. En ese club, Ángeles, militó el sinaloense Alfonso Rubio, quien pasó a sus filas tras su estancia en los Pumas de la Universidad Autónoma de México, promovido por el mismísimo Bora Milutinovic. Ese equipo no duró mucho en la máxima categoría por la simple y sencilla razón de que como ahora le sucedió a Lobos, no contaba con solidez económica y mucho menos con el respaldo de afición alguna.


Es verdad que la llamada angelópolis, es una de las ciudades que más han crecido por el simple hecho de encontrarse a un paso de la capital del país, su población ha aumentado en un 80 por ciento, más aún tras los temblores de los de los 19s de septiembres, pese a ello no creemos y así lo comentamos a su debido tiempo que los aficionados alcancen para dos equipos, la situación económica no está para cada fin de semana ir al fútbol.


El ascenso de los Lobos no lo esperaban ni ellos mismos, ganaron la final a Dorados. Para los equipos que ascienden son muchas las desventajas que afrontan para sostenerse en la máxima división, más allá del mentado porcentaje, integrar un equipo que de la pelea es sumamente difícil porque lo mejor del mercado ya está acaparado y nos les queda de otra que contratar petardos extranjeros y varios mexicanos de medio pelo.


La historia usted ya lo conoce, Lobos tuvo que pagar 120 millones de pesos para lograr su permanencia, gracias a que el equipo campeón de la Liga de Ascenso no tenía luz verde de la federación para ocupar el lugar del descendido Lobos, equipo que inició sin patrocinios ni televisora que lo contratara, eso le remediaron con el paso del tiempo, pero no tuvo salvación.


Pagar 120 millones y lograr la llegada de algunos refuerzos, fue una estrategia bien planeada para salvar al equipo con la mira de negociarlo una vez salvado. También lo señalamos con tiempo: ese equipo, sin afición, sin apoyo y sin ángel, sería vendido al mejor postor, como efectivamente sucedió. No solo recuperaron sus 120 millones, sino mucho más, por lo que el negocio para todos fue redondo.


Para el fútbol también.


Mire usted, diversificar este deporte, expandirlo por más estados del país, sin duda es una buena medida, llevar la máxima categoría a estados donde están ávidos de contar con el máximo espectáculo es lo mejor, hay plazas como Culiacán, que sin duda alguna tienen el potencial económico para ello, máxime porque cuentan con u n grupo fuerte en ese aspecto.


En el caso de Ciudad Juárez, también es una ciudad económicamente fuerte, solo que tiene sus “asegunes”. Ciertamente, la venta de la franquicia se dio en lo oscurito, aun cuando creemos que eso se venía cocinando muchos meses atrás. Usted sabe, aun cuando exista un reglamento, en la federación todo se puede, en este es bueno el paso dado, pero como apuntamos arriba, esto tiene sus bemoles.


Veamos:


En primer lugar, heredaran todo lo que dejó Lobos, entre ello, su porcentaje lo que implicará enorme riesgo, tendrán por abajo no solo a equipos como Atlas y Chivas y al recién ascendido San Luis, que partirá de cero, pero con gran apoyo económico. En cuanto a jugadores, Lobos tenía a más de la mitad prestados, pocos en su nómina eran de su propiedad, es decir, al cuarto para las doce Bravos, armará su equipo con lo que le dejen.


Pero no solo eso, Ciudad Juárez, cuenta con nada positivos antecedentes, primero con los Cobras y después con indios, este último no ganó un solo encuentro en su último torneo. Según sabemos, nuevamente estará al frente Alejandra de la Vega, quien, junto con sus viejos socios, propiciaron la debacle de los indios. En esta ocasión, al menos que cuenten con un respaldo económico muy fuerte para realizar contrataciones de peso, lucharán por su permanencia, esa será su prioridad.


Y caso curioso, Lobos tendrá las puertas abiertas en la división se ascenso porque la federación, solo “congeló” su lugar o su franquicia. Que alguien nos explique ese detalle, si es que como nos enteramos sucedió.


Nos vemos para comentar sobre un hecho anunciado con anticipación: la salida de Diego Armando Maradona.