/ martes 17 de marzo de 2020

Obligados a atender las medidas contra el coronavirus

A principios de febrero, compartí con ustedes una declaración del director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, doctor José Luis Alomía Zegarra, donde advertía que el problema del coronavirus era “un asunto de seguridad nacional y su llegada a nuestro país era inevitable”, y yo agregué que “desafortunadamente nuestro país no escapará a los efectos nocivos de esta epidemia” y también dije, coloquialmente, que “Dios nos agarre confesados”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pandemia es cuando una nueva enfermedad logra una propagación mundial; este organismo acaba de precisar que la COVID-19 ya es una pandemia.

El panorama nacional sobre el coronavirus ha ido en un ascenso paulatino. La mayoría de los pacientes no se han confinado a una cama hospitalaria (ambulatorios) y pocos son los hospitalizados; el promedio de edad ha sido el de los 46 años y su manejo ha sido como sintomático por el sector salud.

Ante tal incremento de casos, el gobierno federal tomó medidas. La Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud, en reunión con el Consejo Nacional de Autoridades Educativas, formados por los 32 secretarios de educación en los estados, acordaron adelantar las vacaciones de Semana Santa, por lo que el último día de clases será el 19 de marzo y se reanudarán el 20 de abril.

Además, del 17 al 20 de marzo, las 265,000 escuelas de todos los niveles del país, tendrán que implementar estas medidas: instalar una comisión de salud; establecer un filtro con material de limpieza a la entrada y en cada salón, donde cada padre de familia certificará que sus hijos no tiene ningún síntoma de tos seca, fiebre y dolor de cabeza; se suspenden los actos cívicos y deportivos; no saludar de mano, lavarse las manos con jabón o gel antibacterial con base de alcohol y evitar la proximidad entre alumnos; establecer un sistema de educación a distancia, y las autoridades estatales deberán establecer relaciones con el comité de salud del estado para coordinarse en estas y otras acciones.

Ante estas indicaciones, muchas empresas han anunciado una suspensión parcial y otras totalmente sus actividades hasta finales de marzo; asimismo, se han cancelado eventos masivos, y los deportivos se están llevando a puerta cerrada. El Sistema de Administración Tributaria (SAT) informó que a partir del 17 de marzo dejará de atender en sus módulos de servicios tributarios y en sus salas de internet de sus administraciones desconcentradas.

Con la devaluación de la moneda nacional, el desplome del valor de la mezcla mexicana de petróleo y la Bolsa Mexicana de Valores debido al avance del COVID-19 y a la suspensión de los vuelos de Europa a Estados Unidos, nuestro país se encuentra en serios problemas. Recordemos que la economía tuvo un decremento de 0.1% en 2019 y ha habido ajustes en la reducción de crecimiento por parte del Banco de México y analistas financieros.

Con este panorama económico, México deberá de enfrentar el efecto de la pandemia y reflexionar sobre cada medida a tomar. Considero muy importante que las autoridades no decidan unilateralmente, sino junto con el sector privado y la sociedad civil para que los ajustes sean menos dolorosos.

Sin embargo, son preocupantes las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador al clausurar la 83 Convención Bancaria: “Hay condiciones inmejorables para crecer a pesar de las circunstancias. No puedo hablar de qué circunstancias, porque nosotros hemos decidido que, en el tema del coronavirus, hablen los médicos y los científicos, no los políticos; que sean los técnicos, los médicos, los científicos los que nos informen para que no se exageren ni se disminuyan los efectos de esta epidemia. A pesar de eso, hay condiciones inmejorables para que emprendamos el camino del crecimiento”.

Ante ello, muchos banqueros mostraron su preocupación, ya que la economía mexicana no presenta signos de recuperación. Este año sigue sin crecimiento o, peor aún, con decrecimiento, más porque la inversión privada continúa sin ser impulsada desde el gobierno; hasta hoy, el Plan Nacional de Infraestructura, donde los empresarios invertirían en 147 proyectos 859,000 millones de pesos, solo ha quedado en una buena intención. Este plan se presentó en noviembre y se esperaba que las licitaciones iniciaran en enero, pero al terminar el primer trimestre de 2020 el gobierno federal no ha informado de ninguna licitación. Por lo pronto, los banqueros informaron que reducirán sus comisiones.

El presidente López Obrador está obligado a ubicar con suma precisión a los inversionistas y la sociedad, así como redoblar los esfuerzos para promover políticas que generen la unidad de los mexicanos. El Ejecutivo debe de crear un ambiente de confianza y su discurso debe de abonar a la estabilidad del país.

En los próximos días la pandemia de coronavirus tendrá su punto de inflexión. Espero que nuestros médicos y todo el personal de salud —personas valiosas en las instituciones y los hospitales—, tengan la capacidad de atender a quienes presenten algún síntoma de esta enfermedad, pero también todos debemos cooperar con las medidas implementadas para que los efectos sean mínimos.

Finalmente, aprovecho para hacer un llamado a todo el pueblo de Sinaloa para que ahorre lo más que pueda, gaste solo lo necesario; evitemos los excesos, porque la situación económica de nuestro país será difícil en los próximos meses.

Culiacán Sinaloa, a 17 de marzo del 2020.

Gracias y que pasen una excelente semana.

A principios de febrero, compartí con ustedes una declaración del director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, doctor José Luis Alomía Zegarra, donde advertía que el problema del coronavirus era “un asunto de seguridad nacional y su llegada a nuestro país era inevitable”, y yo agregué que “desafortunadamente nuestro país no escapará a los efectos nocivos de esta epidemia” y también dije, coloquialmente, que “Dios nos agarre confesados”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pandemia es cuando una nueva enfermedad logra una propagación mundial; este organismo acaba de precisar que la COVID-19 ya es una pandemia.

El panorama nacional sobre el coronavirus ha ido en un ascenso paulatino. La mayoría de los pacientes no se han confinado a una cama hospitalaria (ambulatorios) y pocos son los hospitalizados; el promedio de edad ha sido el de los 46 años y su manejo ha sido como sintomático por el sector salud.

Ante tal incremento de casos, el gobierno federal tomó medidas. La Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud, en reunión con el Consejo Nacional de Autoridades Educativas, formados por los 32 secretarios de educación en los estados, acordaron adelantar las vacaciones de Semana Santa, por lo que el último día de clases será el 19 de marzo y se reanudarán el 20 de abril.

Además, del 17 al 20 de marzo, las 265,000 escuelas de todos los niveles del país, tendrán que implementar estas medidas: instalar una comisión de salud; establecer un filtro con material de limpieza a la entrada y en cada salón, donde cada padre de familia certificará que sus hijos no tiene ningún síntoma de tos seca, fiebre y dolor de cabeza; se suspenden los actos cívicos y deportivos; no saludar de mano, lavarse las manos con jabón o gel antibacterial con base de alcohol y evitar la proximidad entre alumnos; establecer un sistema de educación a distancia, y las autoridades estatales deberán establecer relaciones con el comité de salud del estado para coordinarse en estas y otras acciones.

Ante estas indicaciones, muchas empresas han anunciado una suspensión parcial y otras totalmente sus actividades hasta finales de marzo; asimismo, se han cancelado eventos masivos, y los deportivos se están llevando a puerta cerrada. El Sistema de Administración Tributaria (SAT) informó que a partir del 17 de marzo dejará de atender en sus módulos de servicios tributarios y en sus salas de internet de sus administraciones desconcentradas.

Con la devaluación de la moneda nacional, el desplome del valor de la mezcla mexicana de petróleo y la Bolsa Mexicana de Valores debido al avance del COVID-19 y a la suspensión de los vuelos de Europa a Estados Unidos, nuestro país se encuentra en serios problemas. Recordemos que la economía tuvo un decremento de 0.1% en 2019 y ha habido ajustes en la reducción de crecimiento por parte del Banco de México y analistas financieros.

Con este panorama económico, México deberá de enfrentar el efecto de la pandemia y reflexionar sobre cada medida a tomar. Considero muy importante que las autoridades no decidan unilateralmente, sino junto con el sector privado y la sociedad civil para que los ajustes sean menos dolorosos.

Sin embargo, son preocupantes las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador al clausurar la 83 Convención Bancaria: “Hay condiciones inmejorables para crecer a pesar de las circunstancias. No puedo hablar de qué circunstancias, porque nosotros hemos decidido que, en el tema del coronavirus, hablen los médicos y los científicos, no los políticos; que sean los técnicos, los médicos, los científicos los que nos informen para que no se exageren ni se disminuyan los efectos de esta epidemia. A pesar de eso, hay condiciones inmejorables para que emprendamos el camino del crecimiento”.

Ante ello, muchos banqueros mostraron su preocupación, ya que la economía mexicana no presenta signos de recuperación. Este año sigue sin crecimiento o, peor aún, con decrecimiento, más porque la inversión privada continúa sin ser impulsada desde el gobierno; hasta hoy, el Plan Nacional de Infraestructura, donde los empresarios invertirían en 147 proyectos 859,000 millones de pesos, solo ha quedado en una buena intención. Este plan se presentó en noviembre y se esperaba que las licitaciones iniciaran en enero, pero al terminar el primer trimestre de 2020 el gobierno federal no ha informado de ninguna licitación. Por lo pronto, los banqueros informaron que reducirán sus comisiones.

El presidente López Obrador está obligado a ubicar con suma precisión a los inversionistas y la sociedad, así como redoblar los esfuerzos para promover políticas que generen la unidad de los mexicanos. El Ejecutivo debe de crear un ambiente de confianza y su discurso debe de abonar a la estabilidad del país.

En los próximos días la pandemia de coronavirus tendrá su punto de inflexión. Espero que nuestros médicos y todo el personal de salud —personas valiosas en las instituciones y los hospitales—, tengan la capacidad de atender a quienes presenten algún síntoma de esta enfermedad, pero también todos debemos cooperar con las medidas implementadas para que los efectos sean mínimos.

Finalmente, aprovecho para hacer un llamado a todo el pueblo de Sinaloa para que ahorre lo más que pueda, gaste solo lo necesario; evitemos los excesos, porque la situación económica de nuestro país será difícil en los próximos meses.

Culiacán Sinaloa, a 17 de marzo del 2020.

Gracias y que pasen una excelente semana.