/ sábado 30 de octubre de 2021

No tiene la culpa el indio

Bien dice e el dicho: “no tiene la culpa el indio, sino quien lo hizo compadre”. Nos referimos al nombramiento de Julio César Cascajares, como nuevo director del Instituto Sinaloense del Deporte, otorgado por el próximo gobernador Rubén Rocha Moya, sin embargo, así como señalamos que en el caso no aplica la frase de “el beneficio de la duda”, lo de la frase inicial, aplica a medias. En primer lugar, desde luego porque el responsable es el futuro gobernador, pero aquí el indio sí tiene la culpa, porque desde el punto de vista ético, en el entendido que no tiene el más mínimo perfil, debió declinar al llamado para atender tan importante puesto.

Mire usted, nos llegó a nuestro correo el currículo completo del personaje en mención. Más allá de lo que ya apuntamos que durante 10 años se ha puesto una máscara de chango para entretener a los aficionados de Culiacán y de Tijuana y de que se graduó sin ejercer la carrera de técnico dental, ahora resulta que también trabaja en otra parte, aunque no sabemos cómo le hacía, cuando en verano emigraba con los Toros de Tijuana.

Aquí les mostramos los registros como empleado del Ayuntamiento de Culiacán, que sacamos de la página de Transparencia Nacional: hasta finales del año pasado aparece como personal operativo de difusión, con un sueldo mensual de 14 mil 625.74 pesos.

Desde principios del año en curso pasó a auxiliar administrativo del Instituto Municipal de la Cultura, con salario neto mensual de 3 mil 267.60 pesos, o sea, lo bajaron de nivel y de sueldo.

En su currícula de experiencia laboral sólo aparece su puesto en el área de espectáculos para el equipo de basquetbol Caballeros de Culiacán, del 2006 al 2009.

Degradado y desaprovechado por el gobierno culichi, pasará como director del Instituto Sinaloense del Deporte. Como podrá usted ver Rubén Rocha Moya le vio perfil de sobra.

Nada de esto es invento nuestro, tenemos en nuestras manos las pruebas; se trata de unas hojas membretadas con el nombre del Instituto Municipal de la Cultura de Culiacán.

Eso por una parte, por otra, nos enviaron los comentarios que en su columna de el periódico El Debate de Culiacán, escribe el cronista Jesús Rodríguez, en donde en un párrafo apunta algo similar a lo que durante la semana comenté, dice: “en efecto, para estar al frente del ISDE no se necesita ser especialista en todos los deportes pero se requieren de una serie de habilidades para coordinar, gestionar, manejar grupos, administrar riesgos, tomar decisiones, entender el deporte federado y popular y lo que le rodea, además un sinfín de cosas” y lanza la pregunta: “¿tiene Julio esas habilidades? No lo sabemos, pero lo que si sabemos es que en su perfil no hay nada de eso”.

Jesús Rodríguez, concuerda con un servidor, en que para darle a alguien el beneficio de la duda es algo que se debe de respaldar con un perfil y experiencia que demuestre estar apto para determinado cargo. Nos enviaron también dos entrevistas de portales digitales. Lo menos que pudimos observar es, está muy bien aplicado el verbo cantinflear, desde hace mucho autorizado como tal por la Real Academia Española.

Según nos enteramos, los aficionados al beisbol, enterados por el sonido del estadio de ese nombramiento, lo festejaron con aplausos y gritos de chango, chango. La pregunta. ¿fue en serio, o en tono de sorna o de ironía? Pero bueno, está de moda eso de que el pueblo es bueno y sabio.

Ahora sí, nos vemos el lunes

antoniovelazquez13@hotmail.com

Bien dice e el dicho: “no tiene la culpa el indio, sino quien lo hizo compadre”. Nos referimos al nombramiento de Julio César Cascajares, como nuevo director del Instituto Sinaloense del Deporte, otorgado por el próximo gobernador Rubén Rocha Moya, sin embargo, así como señalamos que en el caso no aplica la frase de “el beneficio de la duda”, lo de la frase inicial, aplica a medias. En primer lugar, desde luego porque el responsable es el futuro gobernador, pero aquí el indio sí tiene la culpa, porque desde el punto de vista ético, en el entendido que no tiene el más mínimo perfil, debió declinar al llamado para atender tan importante puesto.

Mire usted, nos llegó a nuestro correo el currículo completo del personaje en mención. Más allá de lo que ya apuntamos que durante 10 años se ha puesto una máscara de chango para entretener a los aficionados de Culiacán y de Tijuana y de que se graduó sin ejercer la carrera de técnico dental, ahora resulta que también trabaja en otra parte, aunque no sabemos cómo le hacía, cuando en verano emigraba con los Toros de Tijuana.

Aquí les mostramos los registros como empleado del Ayuntamiento de Culiacán, que sacamos de la página de Transparencia Nacional: hasta finales del año pasado aparece como personal operativo de difusión, con un sueldo mensual de 14 mil 625.74 pesos.

Desde principios del año en curso pasó a auxiliar administrativo del Instituto Municipal de la Cultura, con salario neto mensual de 3 mil 267.60 pesos, o sea, lo bajaron de nivel y de sueldo.

En su currícula de experiencia laboral sólo aparece su puesto en el área de espectáculos para el equipo de basquetbol Caballeros de Culiacán, del 2006 al 2009.

Degradado y desaprovechado por el gobierno culichi, pasará como director del Instituto Sinaloense del Deporte. Como podrá usted ver Rubén Rocha Moya le vio perfil de sobra.

Nada de esto es invento nuestro, tenemos en nuestras manos las pruebas; se trata de unas hojas membretadas con el nombre del Instituto Municipal de la Cultura de Culiacán.

Eso por una parte, por otra, nos enviaron los comentarios que en su columna de el periódico El Debate de Culiacán, escribe el cronista Jesús Rodríguez, en donde en un párrafo apunta algo similar a lo que durante la semana comenté, dice: “en efecto, para estar al frente del ISDE no se necesita ser especialista en todos los deportes pero se requieren de una serie de habilidades para coordinar, gestionar, manejar grupos, administrar riesgos, tomar decisiones, entender el deporte federado y popular y lo que le rodea, además un sinfín de cosas” y lanza la pregunta: “¿tiene Julio esas habilidades? No lo sabemos, pero lo que si sabemos es que en su perfil no hay nada de eso”.

Jesús Rodríguez, concuerda con un servidor, en que para darle a alguien el beneficio de la duda es algo que se debe de respaldar con un perfil y experiencia que demuestre estar apto para determinado cargo. Nos enviaron también dos entrevistas de portales digitales. Lo menos que pudimos observar es, está muy bien aplicado el verbo cantinflear, desde hace mucho autorizado como tal por la Real Academia Española.

Según nos enteramos, los aficionados al beisbol, enterados por el sonido del estadio de ese nombramiento, lo festejaron con aplausos y gritos de chango, chango. La pregunta. ¿fue en serio, o en tono de sorna o de ironía? Pero bueno, está de moda eso de que el pueblo es bueno y sabio.

Ahora sí, nos vemos el lunes

antoniovelazquez13@hotmail.com