Vía distintos medios, nos ha llegado información de que el asunto pandémico Coronavirus, es sólo una medida estratégica entre países por la supremacía política- económica y que para ello no importa provocar miedo, pánico, muerte o severas crisis económicas y en lo que por supuesto, los más dañados son los países más pobres y por ende, los ciudadanos más pobres.
Esto, a mi parecer, significaría una pírrica victoria y con un precio muy alto para todos, como lo estamos viviendo y recordando al Gral. Pirro: “No siempre, una derrota significa lograr la victoria.
La cinefilia es uno de mis pecados y en conversa con una amiga, recordaba una película vista hace años y que era, como estarla viendo y leyendo en los noticieros, entrevistas diarias, en whatsaps y comentarios verbales diarios y a todas horas.
De mi cajón memorístico rescate su nombre: “CONTAGIO”. Consulte el archivo cinematográfico en internet y le di un repaso a su contenido y confirmo que esa vieja cinta, narra el hoy desde varias ópticas y si fuera cierto, que cada país crea una pandemia para lograr su supremacía económica, México estaría entre los cinco países más fuertes después de haber visto renacer, hace como diez años en su territorio la influenza AHINI y que causó la muerte de casi 50 millones.
Como la historia de la humanidad se escribe entre triunfos, fracasos y derrotas, sean científicas, religiosas, guerras, desarrollo humano en todas sus manifestaciones etc. e l Instituto de Investigación histórica de la UNAM, hace tiempo afirmaron que existen enfermedades cíclicas que marcan a las naciones y que, quien no conoce la historia se condena a repetir, por no prevenir.
Así se ha vivido con la lepra, la peste, viruela, influenza, sarampión, etc. desterradas por tiempos, con campañas y vacunación disponible y como hoy, viendo nacer mutaciones mortales que no logran opacar y menos disminuir la pandemia de daño, tráfico, violación y muerte de mujeres e infantes, con el agravante de que para esto, no hay vacuna, ni leyes adecuadas y bien aplicadas.
Hoy México y por tanto los mexicanos, enfrentamos una vez más, una pandemia de salud y sin visos de solucionar los casi 3mil casos de mujeres asesinadas en 2019 y los que se suman en este 2020 y que ya nos lleva a ostentar el segundo lugar en América, pero que bueno que se está repatriando a todos aquellos que el Corona los atrapó lejos de patria y familia, pero que malo que no tengamos claridad ni certeza sobre las más de 70 muertes por neumonía atípica y por ello, tal vez no se aplica el protocolo de detección del virus a los contactos que haya habido con estas personas, dejando en el olvido que los médicos italianos desde noviembre pasado empezaron a darse cuenta, de “una Extraña neumonía” que estaba atacando a la población en la zona lombarda. Información fidedigna es necesaria para definir comportamiento y solicitud médica.
HABLAR CON LA VERDAD, a veces es indispensable, se valen “las mentiritas de oro”, como le llamo a las disculpas inofensivas pero no tergiversar la realidad que puede arrojar pérdidas humanas, como pudiera ser en este caso y como dicen las creencias religiosas, hay que temer a Dios, por lo que deduzco que en estos días hay que temer también aquello que puede dañar a nuestros seres queridos y a nosotros mismos Y NO DEJARLE TODA LA CARGA NI A Dios ni a nuestra Virgen interlocutora.
Al respecto, como dijera Beatriz Pagés, en una de sus columnas: Andrés Manuel, le tiene más miedo a la pérdida de su poder que al virus, cuando el Presidente dijo: “Si dejo de dar las mañaneras, los medios a los que no damos publicidad, NOS TUMBAN”. Y digo yo, si reconoce, nuestro Presidente que hay medios a los que no le da publicidad, a cuáles sí y cuánto nos cuestan o si son gratuitos. También me preocupa, verlo en televisión caminar hasta la camioneta de la señora Madre del famoso Chapo de 92 años de edad, para saludarle y darle la mano sin precaución alguna, echando por tierra tres de las más importantes precauciones a cumplir de acuerdo a las instrucciones: distancia, no saludar de mano y cuidar al adulto mayor.
Dio públicamente sus razones para este acto humanitario y sensiblemente respetuoso de su acción y precisó que lo volvería a hacer, aunque no les guste a los conservadores. Espero que no se le ocurra atender todas las madres por encima de los 60 años, con hijos encarcelados que requieran de su apoyo en cualquier sentido. Pues no podrá seguir haciendo excepciones.
Asimismo dijo que no tenía por qué no ser atento con la señora, cuando a veces les da la mano a delincuentes de cuello blanco. Bueno a éstos, no hay que darles la mano amiga o por asuntos humanitarios, hay que presentar las pruebas y meterlos a la cárcel y queremos que se cuide, no queremos quedarnos sin Presidente que solo agravaría más los problemas que se avizoran.