Muchas y diversas son las opiniones que se están generando en todo el territorio mexicano con el tema de la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres.
Es la lucha feminista por alcanzar la supremacía en todos los terrenos de la vida política, económica y social, alegan algunos.
Otros un poco más duros en su apreciación, califican dicho movimiento como el surgimiento de una verdadera revolución femenil, que busca demostrar principalmente a todos los hombres que el ahora mal llamado sexo débil, no es tan endeble como se quiere creer, y que viene a la conquista del todo.
Es evidente que la efervescencia que ha cobrado en los últimos meses la lucha feminista, tiene sus orígenes más en acontecimientos de tipo delictivo que en el efectivo despertar de las mujeres del prolongado letargo de sometimiento en el que el machismo mexicano las había mantenido.
Ciertamente habrá quien opine y con algo de razón, que no es solo la ola de crímenes, secuestros, acoso y violaciones sexuales que han sufrido las mujeres a lo largo de muchas décadas lo que ha generado que el movimiento por la igualdad y equidad de género haya despuntado en los últimos meses, sino también pudiera ser efectivamente el hartazgo que les provoca ahora el ser vistas en muchos casos y por muchos machos, como una especie de objeto sexual indefensa y predispuesta para el abuso sin que autoridad alguna impusiera el castigo ejemplar abusador… Entiéndase que la lucha es también contra la impunidad que reina en el País.
Sin embargo, tendremos que aceptar como innegable el hecho de que, la bandera de lucha por la igualdad de género que las mujeres despliegan en estos momentos cobró mayor énfasis a partir de los crímenes en contra de mujeres indefensas ocurridos en últimos meses a lo largo y ancho de nuestro País.
Esa serie de asesinatos en cadena que han sufrido mujeres y hasta niñas a manos de criminales sin escrúpulos, tiene en pie de guerra a las mujeres mexicanas, y según vemos nadie podrá pararlas en su afán de lograr reformas legales que les garanticen un trato privilegiado y un castigo ejemplar para aquel que se atreva siquiera a tocarlas aunque sea con el pétalo de una rosa.
Es de tal modo, ese repunte en materia de atentados contra las mujeres lo que generó la ira y el repudio ya no solo del sector femenil, sino de la sociedad en general, y llevó a los distintos grupos de activistas a convocar a la resistencia civil y levantarse del cómodo letargo, para elevar la voz y hacer que las autoridades de todos los niveles y de los tres poderes de gobierno, giren su rostro hacia su reclamo de protección y justicia.
Pero será sin duda el próximo 9 de marzo, fecha en que la lucha feminista cobrará mayor relevancia, con el llamado a paralizar la fuerza laboral de todas las mujeres del País… “UN DÍA SIN MUJERES”, es el lema de la gesta de ese día.
Será un día de un contraste interesante, por aquello de que el MOVIMIENTO se quedará sin MOVIMIENTO, toda vez que la esencia de la lucha es paralizar todo tipo de actividad.
AMLO LLEGO COMIO Y SE FUE
En Culiacán Sinaloa apenas la semana pasada ocurrió algo parecido, con el histórico encuentro entre el ex presidente mexicano Vicente Fox Quezada y su entonces homólogo cubano Fidel Castro allá por el año 2002 en que el mandatario Azteca en su calidad de anfitrión, le pidió al legendario comandante cubano que comiera y enseguida se fuera de regreso a casa.
“Mira Fidel, yo te pediría que comieras y te fueras, para que no incomodaras a George Bush” quien también en esos tiempos era el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y de la misma manera era igualmente invitado de México a una reunión cumbre de mandatarios de las Américas.
Pues bien, la breve remembranza del histórico y polémico encuentro entre Fox y Castro, se repitió el pasado sábado en la capital sinaloense cuando el hoy presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, visitó la capital sinaloense y fue recibido por el gobernador Quirino Ordaz Coppel.
López Obrador llegó comió y se fue, aunque en este caso, se asegura que las cosas fueron al revés, ya que Quirino Ordaz dispuso un suculento banquete compuesto de grandes viandas sinaloenses para que el mandatario nacional se sirviera con la cuchara grande y se quedara a retozar más tiempo en Sinaloa, lo que no ocurrió.
Pero si el gobernador no consiguió que AMLO pasara más tiempo conviviendo en Culiacán, sí logró provocar grandes envidias, celos, recelos y resquemores entre los funcionarios y miembros de MORENA, quienes sabemos, no soportan que su presidente conviva y mucho menos muestre simpatías con gente del PRI.
Aunque habría que decir que, con motivos del inesperado encuentro, también del lado tricolor hubo comentarios de poco agrado por considerar que esa aparente amistad entre el presidente y el gobernador, pareciera más bien afinidad política y ello para nada es del agrado de las clases priistas de Sinaloa, cuando miran hacia las elecciones del año venidero…. Pero que nadie se sorprenda si le comento que a mi juicio personal la nota principal de ese día no la generó el encuentro AMLO-Quirino, sino la “miada” que se dio el alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro… “Soy humano, y me ganaron las ganas” dijo el alcalde a reporteros que le preguntaron sobre el hecho… Otros aseguran que el chorrito se le vino por la emoción que le provocó estar tan cerca de sus dos jefes políticos…Ya acabé.
