/ lunes 18 de septiembre de 2023

Microscopio social | Presupuesto y deuda de fin de sexenio

Al margen de las clásicas etiquetas de izquierda y derecha, un presupuesto equilibrado es simplemente una característica propia de un buen gobierno, responsable, sensato y con visión de Estado. Idealmente, un presupuesto debe procurar eficiencia en el gasto corriente y privilegiar el gasto de inversión que detone cadenas productivas, incentive el crecimiento y genere empleos mejor pagados y de mayor calidad.

El pasado viernes 8 de septiembre, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, entregó al Congreso el llamado Paquete Económico 2024, que en esta ocasión contempla un gasto gubernamental de 9.07 billones de pesos (millones de millones) pero que ha llamado la atención sobre todo por una solicitud de endeudamiento no registrado en todo el sexenio, un recurso administrativo que por cierto había sido muy satanizado por la actual administración.

Precisamente, este ha sido uno de los rubros del proyecto de presupuesto más criticado por la prensa especializada en finanzas públicas. Por ejemplo para la economista, Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) “los datos presentados en el paquete económico para 2024 muestran un claro relajamiento fiscal que pondrá en aprietos a la siguiente administración” (El Universal, 12/Sep/2023).

Y remarca que “de los más de 9 billones de pesos que se planea gastar el año que entra, 1.72 billones, es decir, más del 19% provendrán de deuda nueva, deuda que se contratará en 2024. Qué tan alto es este número, así, en valor absoluto? Es el monto más alto a contratar por año por menos desde 2000”.

En el paquete económico, cualquier rubro se mide en importancia por su relación con el Producto Interno Bruto (PIB), que para el 2024 se proyecta de 34.4 billones de pesos; el estimado para el cierre del presente año es de 32 billones. En ese contexto, el gobierno federal está proponiendo un déficit público de 5.4% del PIB, de esa magnitud es la diferencia entre los gastos y los ingresos presupuestados. El año pasado fue de 3.9% y durante la pandemia en el 2020 fue de 3.8.

Pero el concepto financiero que más ha llamado la atención, es el famoso “déficit primario”, la diferencia entre ingresos y gasto, sin incluir el pago de intereses sobre la deuda. El déficit primario contemplado es de 1.2% del PIB para 2024. En este apartado, lo ideal es que una economía pudiera solventar su gasto recurrente con los ingresos estimados. Esto hablaría de un gobierno responsable en sus finanzas públicas. En el pasado hemos tenido años incluso con superavit, pero el hecho de que este incremento se dé en año electoral ha despertado todo tipo de sospechosismos.

Otras cosas relevante que contempla el paquete económico son las siguientes:

  • Sobre el crecimiento, las expectativas para 2023 y 2024 fueron planteadas en un mismo rango entre 2.5% y 3.5%.
  • Respecto a los estimados del sector petrolero, se estima que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo sea de 56.7 dólares por barril en 2024, al tiempo que la producción alcanzaría los 1,983 miles de barriles diarios.
  • Se estiman ingresos tributarios en 14.4% del PIB, respaldado por el dinamismo del ISR y el IEPS, que alcanzarán niveles de 7.9 y 2.0% del PIB, respectivamente.
  • El Saldo Histórico de los Rerequirimientos Financieros del Sector Público (el concepto más amplio de deuda pública) resultaría en 46.5% del PIB al cierre de este año. En 2024 subiría a 48.8%

El presupuesto es una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados y la Ley de Ingresos (como todas las leyes) es facultad concurrente de diputados y senadores. Para toda iniciativa hacendaria, la cámara de origen debe ser la de Diputados, por eso el secretario de Hacienda realiza este trámite cada año en San Lázaro.

La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos requieren sólo mayoría simple para ser aprobadas, 50% más 1 de los legisladores federales presentes. Morena tiene esa mayoría en ambas cámaras, por lo que la aprobación del paquete será un mero trámite, pero seamos receptivos al debate que se dará en tribuna porque en los posicionamientos de los grupos parlamentarios podremos ver quienes tienen mejores propuestas y mayor compromiso con el futuro de México.

Excelente inicio de semana.

18/Sep/2023.

Al margen de las clásicas etiquetas de izquierda y derecha, un presupuesto equilibrado es simplemente una característica propia de un buen gobierno, responsable, sensato y con visión de Estado. Idealmente, un presupuesto debe procurar eficiencia en el gasto corriente y privilegiar el gasto de inversión que detone cadenas productivas, incentive el crecimiento y genere empleos mejor pagados y de mayor calidad.

El pasado viernes 8 de septiembre, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, entregó al Congreso el llamado Paquete Económico 2024, que en esta ocasión contempla un gasto gubernamental de 9.07 billones de pesos (millones de millones) pero que ha llamado la atención sobre todo por una solicitud de endeudamiento no registrado en todo el sexenio, un recurso administrativo que por cierto había sido muy satanizado por la actual administración.

Precisamente, este ha sido uno de los rubros del proyecto de presupuesto más criticado por la prensa especializada en finanzas públicas. Por ejemplo para la economista, Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) “los datos presentados en el paquete económico para 2024 muestran un claro relajamiento fiscal que pondrá en aprietos a la siguiente administración” (El Universal, 12/Sep/2023).

Y remarca que “de los más de 9 billones de pesos que se planea gastar el año que entra, 1.72 billones, es decir, más del 19% provendrán de deuda nueva, deuda que se contratará en 2024. Qué tan alto es este número, así, en valor absoluto? Es el monto más alto a contratar por año por menos desde 2000”.

En el paquete económico, cualquier rubro se mide en importancia por su relación con el Producto Interno Bruto (PIB), que para el 2024 se proyecta de 34.4 billones de pesos; el estimado para el cierre del presente año es de 32 billones. En ese contexto, el gobierno federal está proponiendo un déficit público de 5.4% del PIB, de esa magnitud es la diferencia entre los gastos y los ingresos presupuestados. El año pasado fue de 3.9% y durante la pandemia en el 2020 fue de 3.8.

Pero el concepto financiero que más ha llamado la atención, es el famoso “déficit primario”, la diferencia entre ingresos y gasto, sin incluir el pago de intereses sobre la deuda. El déficit primario contemplado es de 1.2% del PIB para 2024. En este apartado, lo ideal es que una economía pudiera solventar su gasto recurrente con los ingresos estimados. Esto hablaría de un gobierno responsable en sus finanzas públicas. En el pasado hemos tenido años incluso con superavit, pero el hecho de que este incremento se dé en año electoral ha despertado todo tipo de sospechosismos.

Otras cosas relevante que contempla el paquete económico son las siguientes:

  • Sobre el crecimiento, las expectativas para 2023 y 2024 fueron planteadas en un mismo rango entre 2.5% y 3.5%.
  • Respecto a los estimados del sector petrolero, se estima que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo sea de 56.7 dólares por barril en 2024, al tiempo que la producción alcanzaría los 1,983 miles de barriles diarios.
  • Se estiman ingresos tributarios en 14.4% del PIB, respaldado por el dinamismo del ISR y el IEPS, que alcanzarán niveles de 7.9 y 2.0% del PIB, respectivamente.
  • El Saldo Histórico de los Rerequirimientos Financieros del Sector Público (el concepto más amplio de deuda pública) resultaría en 46.5% del PIB al cierre de este año. En 2024 subiría a 48.8%

El presupuesto es una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados y la Ley de Ingresos (como todas las leyes) es facultad concurrente de diputados y senadores. Para toda iniciativa hacendaria, la cámara de origen debe ser la de Diputados, por eso el secretario de Hacienda realiza este trámite cada año en San Lázaro.

La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos requieren sólo mayoría simple para ser aprobadas, 50% más 1 de los legisladores federales presentes. Morena tiene esa mayoría en ambas cámaras, por lo que la aprobación del paquete será un mero trámite, pero seamos receptivos al debate que se dará en tribuna porque en los posicionamientos de los grupos parlamentarios podremos ver quienes tienen mejores propuestas y mayor compromiso con el futuro de México.

Excelente inicio de semana.

18/Sep/2023.