/ lunes 28 de junio de 2021

Microscopio Social

De acuerdo a estudiosos de la democracia mexicana, como el ex presidente del INE (antes IFE) José Woldenberg Karakowsky, un partido político es un conjunto de ciudadanos que se distinguen principalmente por cuatro características: tienen un diagnóstico de la problemática social, una propuesta de políticas públicas para resolverla, se plantean objetivos específicos en términos de espacios de representación popular y comparten un ideario.

Del profesionalismo, seriedad y compromiso con que se desarrollen estas tareas, dependerá el futuro político del partido que se trate. Hay partidos por cierto que son de causas o banderas muy específicas, como los ambientalistas o independentistas, y otros como el Partido Sinaloense (PAS) que abanderamos causas generales como la educación, la salud, el crecimiento económico y los derechos humanos, y registramos en cada elección una plataforma electoral donde planteamos a la sociedad nuestra oferta política para cada tema.

En los últimos años la figura de los partidos políticos ha sufrido un desgaste público o un proceso de desacreditación ante la sociedad, consecuencia de muy diversas cosas: malos manejos, escándalos de corrupción, pleitos internos, falta de congruencia entre lo que dicen y lo que hacen, y sobre todo el escaso trabajo de gestión social que los pudiera acercar con los problemas cotidianos de la gente.

Venturosamente las reglas de la democracia electoral mexicana le otorgan el poder al ciudadano para deshacerse de este tipo de partidos en cada proceso electoral y cuando no reúnan un mínimo de votación equivalente al tres por ciento (en el PAS proponemos que sea el cinco) pierden automáticamente el registro legal, las prerrogativas (principalmente el financiamiento público) y están obligados a pasar a un proceso de liquidación de activos y remanentes para devolverle al erario los bienes de carácter público.

En este sentido, debemos subrayar que los mexicanos en la última década han hecho efectiva esta prerrogativa ciudadana y de los seis nuevos partidos nacionales que han obtenido el registro, sólo uno (Morena) lo ha refrendado en las urnas y los restantes cinco sólo han debutado para despedirse: en 2015 el Partido Humanista y el Partido Encuentro Social, y en el 2021 Fuerza por México, Partido Encuentro Solidario y el partido Redes Sociales Progresistas.

En el Partido Sinaloense, desde su fundación, siempre nos propusimos devolverle la estima social a la política y para ello nos comprometimos a evitar ser un partido electorero y realmente construir una verdadera institución partidista que trabajará a favor de la gente los 365 días del año, rescatando la generosa mística del trabajo voluntario de los militantes y actuando con la convicción de que en política los amigos se hacen antes, la confianza se gana día a dia y los votos son la cosecha de la labor sembrada con tesón cada semana del año, de manera constante y a favor de todos los ciudadanos.

A partir de este 2021 el PAS y Morena gobernarán de manera conjunta la mayoría de los municipios del estado, y el gobernador triunfante del proceso electoral, doctor Rubén Rocha Moya encabezará el poder ejecutivo abanderando tanto la plataforma electoral de Morena como la del Partido Sinaloense, denominada Sinaloa Quiere, y que está consultable en internet para el análisis y estudio de cualquier ciudadano.

Estamos seguros que nuestras ideas, nuestro respaldo partidista y la valiosa aportación que harán nuestros 52 candidatos pasistas electos, contribuirán al desarrollo de un mejor Sinaloa en el futuro inmediato, con la satisfacción de que el PAS se ha consolidado como un genuino partido político y que como dice nuestra Constitución, actuamos siempre como una entidad de interés público y trabajamos para “hacer posible la participación del pueblo en la vida democrática”.

Culiacán Sinaloa, a 28 de junio del 2021.

Gracias y si pueden quédense en casa.

De acuerdo a estudiosos de la democracia mexicana, como el ex presidente del INE (antes IFE) José Woldenberg Karakowsky, un partido político es un conjunto de ciudadanos que se distinguen principalmente por cuatro características: tienen un diagnóstico de la problemática social, una propuesta de políticas públicas para resolverla, se plantean objetivos específicos en términos de espacios de representación popular y comparten un ideario.

Del profesionalismo, seriedad y compromiso con que se desarrollen estas tareas, dependerá el futuro político del partido que se trate. Hay partidos por cierto que son de causas o banderas muy específicas, como los ambientalistas o independentistas, y otros como el Partido Sinaloense (PAS) que abanderamos causas generales como la educación, la salud, el crecimiento económico y los derechos humanos, y registramos en cada elección una plataforma electoral donde planteamos a la sociedad nuestra oferta política para cada tema.

En los últimos años la figura de los partidos políticos ha sufrido un desgaste público o un proceso de desacreditación ante la sociedad, consecuencia de muy diversas cosas: malos manejos, escándalos de corrupción, pleitos internos, falta de congruencia entre lo que dicen y lo que hacen, y sobre todo el escaso trabajo de gestión social que los pudiera acercar con los problemas cotidianos de la gente.

Venturosamente las reglas de la democracia electoral mexicana le otorgan el poder al ciudadano para deshacerse de este tipo de partidos en cada proceso electoral y cuando no reúnan un mínimo de votación equivalente al tres por ciento (en el PAS proponemos que sea el cinco) pierden automáticamente el registro legal, las prerrogativas (principalmente el financiamiento público) y están obligados a pasar a un proceso de liquidación de activos y remanentes para devolverle al erario los bienes de carácter público.

En este sentido, debemos subrayar que los mexicanos en la última década han hecho efectiva esta prerrogativa ciudadana y de los seis nuevos partidos nacionales que han obtenido el registro, sólo uno (Morena) lo ha refrendado en las urnas y los restantes cinco sólo han debutado para despedirse: en 2015 el Partido Humanista y el Partido Encuentro Social, y en el 2021 Fuerza por México, Partido Encuentro Solidario y el partido Redes Sociales Progresistas.

En el Partido Sinaloense, desde su fundación, siempre nos propusimos devolverle la estima social a la política y para ello nos comprometimos a evitar ser un partido electorero y realmente construir una verdadera institución partidista que trabajará a favor de la gente los 365 días del año, rescatando la generosa mística del trabajo voluntario de los militantes y actuando con la convicción de que en política los amigos se hacen antes, la confianza se gana día a dia y los votos son la cosecha de la labor sembrada con tesón cada semana del año, de manera constante y a favor de todos los ciudadanos.

A partir de este 2021 el PAS y Morena gobernarán de manera conjunta la mayoría de los municipios del estado, y el gobernador triunfante del proceso electoral, doctor Rubén Rocha Moya encabezará el poder ejecutivo abanderando tanto la plataforma electoral de Morena como la del Partido Sinaloense, denominada Sinaloa Quiere, y que está consultable en internet para el análisis y estudio de cualquier ciudadano.

Estamos seguros que nuestras ideas, nuestro respaldo partidista y la valiosa aportación que harán nuestros 52 candidatos pasistas electos, contribuirán al desarrollo de un mejor Sinaloa en el futuro inmediato, con la satisfacción de que el PAS se ha consolidado como un genuino partido político y que como dice nuestra Constitución, actuamos siempre como una entidad de interés público y trabajamos para “hacer posible la participación del pueblo en la vida democrática”.

Culiacán Sinaloa, a 28 de junio del 2021.

Gracias y si pueden quédense en casa.