/ viernes 26 de julio de 2019

Meros rumores

El rigor profesional

Ayer comentamos sobre el hecho que por lo menos de parte del Club Dorados de Sinaloa, no había comunicado oficial alguno sobre la contratación de Mike Arroyo. Como continuamos en la misma buena parte de la mañana nos dirigimos directamente al departamento de prensa que capitanea Javier Llausás y a través Fernando Beltrán, obtuvimos por respuesta un “solo son rumores”. Dicho de esa manera, es un no rotundo, pero usted ya sabe lo que reza el refrán “cuando el río suena es que agua lleva”.

Y es que en redes sociales aparece el jugador con la playera de Dorados y al fondo el escudo del equipo, pero sin duda alguna nada oficial porque la forma como el departamento de prensa comunica sus contrataciones es diferente. De ahí nuestra duda de ayer. Esto para muchos es como decir “el gozo al pozo”, porque sin duda alguna se trata de un jugador que en México, por los equipos donde pasó, pese a su irregularidad, su accionar fue positivo. Luego se metió en algunos problemas de indisciplina y según sabemos hasta de dopaje, situación que lo han mantenido alejado de las canchas a sus más de 30años de edad.

El torneo está una semana de su inicio, así es que si aún hay lugares para extranjeros, nuevas contrataciones vendrían a caer en lo mismo: tiempo para adaptarse, visa de trabajo y otros detalles propios de situaciones como esta.

Mire usted, sin duda alguna que todos quienes practican un deporte profesional deben de gozar en grande de tener ese privilegio, en realidad todos quienes alguna vez tuvimos un sueño y lo cumplimos somos privilegiados, pero los deportistas más aún porque el deporte es entretenido, divertido, pero quienes crean que es miel sobre hojuelas, están más que equivocados porque ser deportista profesional requiere de mucho esfuerzo, lo que muchos con funden en con sacrificio.

Independientemente de contar con habilidades resultado principalmente de condiciones genéticas, estas supeditan su desarrollo al entrenamiento mediante métodos específicos que van aumentando su grado de complejidad paulatinamente. En el fútbol se trata de desarrollar los fundamentos básicos para lo cual se requiere no solo voluntad sino estricta disciplina, ésta en muchos sentidos, puntualidad, alimentación, comportamiento dentro y fuera dela cancha, en fin valores que todos conocemos y que nos pueden llevar al éxito en cualquier actividad de la vida.

El futbolista profesional, tiene que lidiar con muchas cosas que atañen incluso a su familia y sus costumbres. Ser profesional en casi todos los casos es ir de un lugar a otro cuando es cambiado de equipo. Ciudades diferentes, clima, comida y el entorno general, tiene pues que tener buena mentalidad para adaptarse a esas condiciones aunadas a las que le exige el preparador físico y el técnico.

En muchos equipos se acostumbra pesar a los jugadores todos los días e incluso confeccionarles una dieta personal que tienen que llevar en casa, ahí, si el jugador es casado, es la esposa la que juega un papel muy importante, tiene pues que convertirse en una verdadera cheft. Cuando ya hay una familia bien completa, hay problema porque los hijos en muchos casos van de igual forma de una ciudad a otra, no pocos jugadores prefieren dejar a la familia en una ciudad de manera permanente, situación que no deja de ser un problema porque quien que tenga esposa a e hijos, los trae en la cabeza espacialmente cuando están lejos; eso, quiérase o no puede llevar al jugador a perder la concentración tanto en los entrenamientos como en los partidos.

Muchos, simplemente se quedan en el camino por el nada simple hecho, aun de solteros, de dejar su ciudad y su familia. El rigor de ser pues un profesional del deporte, requiere de mucha voluntad y esfuerzo y algo más: un deportista profesional, tiene un tiempo determinado para competir en alto nivel. Es pues, aparte de todo lo apuntado un riesgo enorme. Hay cientos de casos de quienes por una lesión simplemente se quedan en el camino y otros muchos al retirarse no encuentran que hacer y si no les va bien o no ahorran lo suficiente o no buscan aparejar estudios técnicos o profesionales para defenderse, seguro la vida los tratará mal.

Esa es la mera realidad. Amigos, emprenderemos unas vacaciones, es probable que de donde estemos si tenemos a la mano lo necesario por ahí nos demos una escapada para darle duro al teclado. Nada seguro, pero le haremos la lucha.

El rigor profesional

Ayer comentamos sobre el hecho que por lo menos de parte del Club Dorados de Sinaloa, no había comunicado oficial alguno sobre la contratación de Mike Arroyo. Como continuamos en la misma buena parte de la mañana nos dirigimos directamente al departamento de prensa que capitanea Javier Llausás y a través Fernando Beltrán, obtuvimos por respuesta un “solo son rumores”. Dicho de esa manera, es un no rotundo, pero usted ya sabe lo que reza el refrán “cuando el río suena es que agua lleva”.

Y es que en redes sociales aparece el jugador con la playera de Dorados y al fondo el escudo del equipo, pero sin duda alguna nada oficial porque la forma como el departamento de prensa comunica sus contrataciones es diferente. De ahí nuestra duda de ayer. Esto para muchos es como decir “el gozo al pozo”, porque sin duda alguna se trata de un jugador que en México, por los equipos donde pasó, pese a su irregularidad, su accionar fue positivo. Luego se metió en algunos problemas de indisciplina y según sabemos hasta de dopaje, situación que lo han mantenido alejado de las canchas a sus más de 30años de edad.

El torneo está una semana de su inicio, así es que si aún hay lugares para extranjeros, nuevas contrataciones vendrían a caer en lo mismo: tiempo para adaptarse, visa de trabajo y otros detalles propios de situaciones como esta.

Mire usted, sin duda alguna que todos quienes practican un deporte profesional deben de gozar en grande de tener ese privilegio, en realidad todos quienes alguna vez tuvimos un sueño y lo cumplimos somos privilegiados, pero los deportistas más aún porque el deporte es entretenido, divertido, pero quienes crean que es miel sobre hojuelas, están más que equivocados porque ser deportista profesional requiere de mucho esfuerzo, lo que muchos con funden en con sacrificio.

Independientemente de contar con habilidades resultado principalmente de condiciones genéticas, estas supeditan su desarrollo al entrenamiento mediante métodos específicos que van aumentando su grado de complejidad paulatinamente. En el fútbol se trata de desarrollar los fundamentos básicos para lo cual se requiere no solo voluntad sino estricta disciplina, ésta en muchos sentidos, puntualidad, alimentación, comportamiento dentro y fuera dela cancha, en fin valores que todos conocemos y que nos pueden llevar al éxito en cualquier actividad de la vida.

El futbolista profesional, tiene que lidiar con muchas cosas que atañen incluso a su familia y sus costumbres. Ser profesional en casi todos los casos es ir de un lugar a otro cuando es cambiado de equipo. Ciudades diferentes, clima, comida y el entorno general, tiene pues que tener buena mentalidad para adaptarse a esas condiciones aunadas a las que le exige el preparador físico y el técnico.

En muchos equipos se acostumbra pesar a los jugadores todos los días e incluso confeccionarles una dieta personal que tienen que llevar en casa, ahí, si el jugador es casado, es la esposa la que juega un papel muy importante, tiene pues que convertirse en una verdadera cheft. Cuando ya hay una familia bien completa, hay problema porque los hijos en muchos casos van de igual forma de una ciudad a otra, no pocos jugadores prefieren dejar a la familia en una ciudad de manera permanente, situación que no deja de ser un problema porque quien que tenga esposa a e hijos, los trae en la cabeza espacialmente cuando están lejos; eso, quiérase o no puede llevar al jugador a perder la concentración tanto en los entrenamientos como en los partidos.

Muchos, simplemente se quedan en el camino por el nada simple hecho, aun de solteros, de dejar su ciudad y su familia. El rigor de ser pues un profesional del deporte, requiere de mucha voluntad y esfuerzo y algo más: un deportista profesional, tiene un tiempo determinado para competir en alto nivel. Es pues, aparte de todo lo apuntado un riesgo enorme. Hay cientos de casos de quienes por una lesión simplemente se quedan en el camino y otros muchos al retirarse no encuentran que hacer y si no les va bien o no ahorran lo suficiente o no buscan aparejar estudios técnicos o profesionales para defenderse, seguro la vida los tratará mal.

Esa es la mera realidad. Amigos, emprenderemos unas vacaciones, es probable que de donde estemos si tenemos a la mano lo necesario por ahí nos demos una escapada para darle duro al teclado. Nada seguro, pero le haremos la lucha.