/ jueves 19 de septiembre de 2019

Mascareño, un ganso volando en picada

A menos que haya un acuerdo con los priistas o con quien mueve los hilos del poder político en Sinaloa, al echarlo de la parvada morenista en el Congreso del Estado, el diputado Fernando Mascareño Duarte, entró a una corriente de aire de vuelo en picada como la que arrastró a Jesús Manuel Valenzuela que primero traicionó a los del Partido Sinaloense y luego al desparpajado PRD, para declararse independiente.

El primero le sigue los pasos al segundo, fiel a guiarse en la línea de la fila que forman los patos. Tras cuestionarlo sobre su expulsión algunos medios, el ex integrante del grupo parlamentario de Morena que en la práctica actuó más como adversario, no la aceptó, pero curiosamente insistió en que aún era ganso.

No faltó quien le respondiera que no se hiciera pato. Y otro que dijera, desplumado.

¿Por qué pretender continuar de donde ya lo sacaron?

A la mejor, Fernando Mascareño Duarte ganó mucho más antes con sus maneras de hacer las cosas. Y calculó que el momento de pagar nunca llegaría. Sin embargo, le imputaron no apegarse a los principios, ni a los estatutos, ni al proyecto del Movimiento de Regeneración Nacional y votar en contra, sistemáticamente.

El primer vuelo en picada los desviará de su principal propósito: estar en la contienda y además con posibilidades de triunfar en el proceso de renovación de la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, que al directivo Gabriel Ballardo, se le salió de las manos con tantos aspirantes a destiempo.

Y que aunque la elección se desarrollará en los primeros cinco meses del 2020, ya tiró también a Luis García Mazo de la Secretaría de Organización por andar de acelerado y es muy probable que igualmente derrumbe a Gustavo Sánchez, aquel que como delegado del Centro de Ciencias de Sinaloa, empezó a “agarrar sangrita”.

En esta condición, si los priistas o una mano fuerte no apoyan a Fernando Mascareño Duarte, al perder la primera luego las perderá todas.

La fuerza que movilizó Faustino

El escenario en que el priista Faustino Hernández Álvarez rindió su Primer Informe Legislativo fue copioso. Al auditorio Natividad Rodríguez de La Cruz de Elota, arribaron millares de electores del Distrito Local Electoral XIX, configurándose un encuentro por la diversidad de los sectores sociales que lo integraron, como una fuerza con miras hacia el futuro político inmediato.

El acto de este sábado por la mañana, hizo que confluyeran líderes del PRI de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, pero sobre todo, de campesinos que llegaron desde las más remotas comunidades rurales para respaldar a su líder de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

Y productores privados que no se quisieron quedar abajo y con los que el legislador tiene “comal y metate”. Hubo síndicos, comisarios municipales y comisariados ejidales.

Atestiguaron en tiempo y forma ese suceso, empresarios, profesionistas, amas de casa, jóvenes y adultos mayores, que se concentraron en torno a la figura del directivo de la LCA. Prácticamente estuvieron todas las piezas suficientes para mover y articular un proyecto político que no se descarta.

A la presencia del alcalde de Elota, Giovanni Escobar Manjarrez se sumó el diputado federal, Alfredo Villegas Arriola. Luego, el presidente estatal del priismo, Jesús Valdez Palazuelos y Sergio Jacobo Gutiérrez, coordinador de la bancada en la Cámara local.

El primer vuelo en picada los desviará de su principal propósito: estar en la contienda y además con posibilidades de triunfar en el proceso de renovación de la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, que al directivo Gabriel Ballardo, se le salió de las manos con tantos aspirantes a destiempo.

El escenario en que el priista Faustino Hernández Álvarez rindió su Primer Informe Legislativo fue copioso. Al auditorio Natividad Rodríguez de la Cruz de Elota, arribaron millares de electores del Distrito Local Electoral XIX, configurándose un encuentro por la diversidad de los sectores sociales que lo integraron, como una fuerza con miras hacia el futuro político inmediato.

A menos que haya un acuerdo con los priistas o con quien mueve los hilos del poder político en Sinaloa, al echarlo de la parvada morenista en el Congreso del Estado, el diputado Fernando Mascareño Duarte, entró a una corriente de aire de vuelo en picada como la que arrastró a Jesús Manuel Valenzuela que primero traicionó a los del Partido Sinaloense y luego al desparpajado PRD, para declararse independiente.

El primero le sigue los pasos al segundo, fiel a guiarse en la línea de la fila que forman los patos. Tras cuestionarlo sobre su expulsión algunos medios, el ex integrante del grupo parlamentario de Morena que en la práctica actuó más como adversario, no la aceptó, pero curiosamente insistió en que aún era ganso.

No faltó quien le respondiera que no se hiciera pato. Y otro que dijera, desplumado.

¿Por qué pretender continuar de donde ya lo sacaron?

A la mejor, Fernando Mascareño Duarte ganó mucho más antes con sus maneras de hacer las cosas. Y calculó que el momento de pagar nunca llegaría. Sin embargo, le imputaron no apegarse a los principios, ni a los estatutos, ni al proyecto del Movimiento de Regeneración Nacional y votar en contra, sistemáticamente.

El primer vuelo en picada los desviará de su principal propósito: estar en la contienda y además con posibilidades de triunfar en el proceso de renovación de la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, que al directivo Gabriel Ballardo, se le salió de las manos con tantos aspirantes a destiempo.

Y que aunque la elección se desarrollará en los primeros cinco meses del 2020, ya tiró también a Luis García Mazo de la Secretaría de Organización por andar de acelerado y es muy probable que igualmente derrumbe a Gustavo Sánchez, aquel que como delegado del Centro de Ciencias de Sinaloa, empezó a “agarrar sangrita”.

En esta condición, si los priistas o una mano fuerte no apoyan a Fernando Mascareño Duarte, al perder la primera luego las perderá todas.

La fuerza que movilizó Faustino

El escenario en que el priista Faustino Hernández Álvarez rindió su Primer Informe Legislativo fue copioso. Al auditorio Natividad Rodríguez de La Cruz de Elota, arribaron millares de electores del Distrito Local Electoral XIX, configurándose un encuentro por la diversidad de los sectores sociales que lo integraron, como una fuerza con miras hacia el futuro político inmediato.

El acto de este sábado por la mañana, hizo que confluyeran líderes del PRI de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, pero sobre todo, de campesinos que llegaron desde las más remotas comunidades rurales para respaldar a su líder de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

Y productores privados que no se quisieron quedar abajo y con los que el legislador tiene “comal y metate”. Hubo síndicos, comisarios municipales y comisariados ejidales.

Atestiguaron en tiempo y forma ese suceso, empresarios, profesionistas, amas de casa, jóvenes y adultos mayores, que se concentraron en torno a la figura del directivo de la LCA. Prácticamente estuvieron todas las piezas suficientes para mover y articular un proyecto político que no se descarta.

A la presencia del alcalde de Elota, Giovanni Escobar Manjarrez se sumó el diputado federal, Alfredo Villegas Arriola. Luego, el presidente estatal del priismo, Jesús Valdez Palazuelos y Sergio Jacobo Gutiérrez, coordinador de la bancada en la Cámara local.

El primer vuelo en picada los desviará de su principal propósito: estar en la contienda y además con posibilidades de triunfar en el proceso de renovación de la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, que al directivo Gabriel Ballardo, se le salió de las manos con tantos aspirantes a destiempo.

El escenario en que el priista Faustino Hernández Álvarez rindió su Primer Informe Legislativo fue copioso. Al auditorio Natividad Rodríguez de la Cruz de Elota, arribaron millares de electores del Distrito Local Electoral XIX, configurándose un encuentro por la diversidad de los sectores sociales que lo integraron, como una fuerza con miras hacia el futuro político inmediato.