/ jueves 7 de octubre de 2021

Los peligrosos afectos entre Feliciano y Rocha

A una semana de que se instaló la LXIV Legislatura Local, priva la incertidumbre entre la sociedad de ¿cómo le hará en lo sucesivo Feliciano Castro Meléndrez para que sus afectos de años con Rubén Rocha Moya, no lo acurruquen en los brazos de este último y se fundan en un maridaje nocivo para Sinaloa, como el que prendieron los priistas con decisiones a conveniencia por décadas?

Cuando en un momento crucial para los sinaloenses, el próximo gobernador constitucional tiene en Morena el monopolio del poder y se prepara para que el Congreso del Estado solo sea una de las extensiones, que evidentemente usará a su favor y colocará al pueblo al filo del totalitarismo.

El peligro, es que el líder de la Cámara mantiene un vínculo de amistad de toda la vida y tanto uno como el otro, le otorgan un alto valor a ese tipo de lazos. Comparten que además de los familiares, por encima de todos, primero están los amigos.

Ya en la campaña para el Senado en 2018, el diputado por Principio de Representación Proporcional, entregó tiempo y sacrificó familia para probar su fidelidad al ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Anduvo agobiado, pero resistió.

Luego, operó como brazo del Senador de la República y se asentó para coordinar los trabajos en la entidad en una de las oficinas del Movimiento de Regeneración Nacional, frente a la Unidad de Servicio Estatales. El objetivo que perseguían, era la candidatura al Gobierno del Estado.

Aprendió a aguantar eso y más

Y “contra viento” y marea”, estuvo a su lado en toda la tortuosa travesía de la etapa de proselitismo que antes amenazó con abortar cuando desde la Presidencia de la República lo quisieron sacar de la jugada al enviarlo a la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.

Actuó como el fiel servidor del oriundo de Batequitas, Badiraguato.

Ese es el riesgo

Que solo acate órdenes aún en contra de los intereses de los pobladores en vez de levantarse como un factor de autonomía y de equilibrio.

Porque adentro del recinto cameral, no existen contrapesos de cuidado. Los ocho legisladores del Partido Revolucionario Institucional ya están alienados, por instrucciones de saliente gobernante Quirino Ordaz Coppel, premiado por Andrés Manuel López Obrador. Ricardo Madrid, cabeza del grupo priista ya lo dijo: están listos para construir como lo hizo su ex jefe en Palacio de Gobierno. Traicionar para favorecerse.

Los ocho del Partido Sinaloense, llegaron con candidaturas comunes y hay muchas razones para seguir juntos a los 20 morenistas que conforman la legislatura.

Los dos de Acción Nacional con un mercenario al frente como Adolfo Beltrán Corrales, pegará con la derecha pero estirará la izquierda. Y la del Partido del Trabajo tiene sus afinidades de tiempo atrás con el morenismo.

La única que moverá el debate será de Movimiento Ciudadano, pero la fuerza de su voto no será suficiente para cambiar el rumbo de las cosas.

¿Qué más sabría Sergio Torres?

En los puntos de reunión y de opinión de Culiacán, los conversadores y algunos analistas, asumen que cuanta razón tuvo el ex abanderado de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Sergio Torres Félix, cuando señaló a Quirino Ordaz Coppel de traidor y vengativo al desplegar acciones en contra de los priistas para que probaran la derrota.

Entre recio y quedito también se preguntan, ¿qué más le sabría que le renunció al cargo de Secretario de Pesca y lo encaró sin que el mazatleco lo pudiera poner contra la pared?

Se estima que pronto habrá más informaciones de los acuerdos en lo oscurito.

Sin embargo, el ex alcalde culiacanense no le erró ni por asomo a lo que afirmó sucedería en ese drama de puñaladas por la espalda. Lo midió paso a paso.

Se confirmaron todos los dichos que parecieron solo voces de campaña.

El sepulturero Mario Zamora

Como si no existiera otro u otra figura, el repulsado dirigente mexicano del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas impuso otra vez al multiderrotado senador Mario Zamora Gastélum, como Secretario Adjunto de la Presidencia.

Lo mandó como sepulturero de lo que queda del tricolor. Fracasado en todos los procesos electorales en los que participó, obvio que su principal misión, se hundir el cajón en el pozo.

A una semana de que se instaló la LXIV Legislatura Local, priva la incertidumbre entre la sociedad de ¿cómo le hará en lo sucesivo Feliciano Castro Meléndrez para que sus afectos de años con Rubén Rocha Moya, no lo acurruquen en los brazos de este último y se fundan en un maridaje nocivo para Sinaloa, como el que prendieron los priistas con decisiones a conveniencia por décadas?

Cuando en un momento crucial para los sinaloenses, el próximo gobernador constitucional tiene en Morena el monopolio del poder y se prepara para que el Congreso del Estado solo sea una de las extensiones, que evidentemente usará a su favor y colocará al pueblo al filo del totalitarismo.

El peligro, es que el líder de la Cámara mantiene un vínculo de amistad de toda la vida y tanto uno como el otro, le otorgan un alto valor a ese tipo de lazos. Comparten que además de los familiares, por encima de todos, primero están los amigos.

Ya en la campaña para el Senado en 2018, el diputado por Principio de Representación Proporcional, entregó tiempo y sacrificó familia para probar su fidelidad al ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Anduvo agobiado, pero resistió.

Luego, operó como brazo del Senador de la República y se asentó para coordinar los trabajos en la entidad en una de las oficinas del Movimiento de Regeneración Nacional, frente a la Unidad de Servicio Estatales. El objetivo que perseguían, era la candidatura al Gobierno del Estado.

Aprendió a aguantar eso y más

Y “contra viento” y marea”, estuvo a su lado en toda la tortuosa travesía de la etapa de proselitismo que antes amenazó con abortar cuando desde la Presidencia de la República lo quisieron sacar de la jugada al enviarlo a la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.

Actuó como el fiel servidor del oriundo de Batequitas, Badiraguato.

Ese es el riesgo

Que solo acate órdenes aún en contra de los intereses de los pobladores en vez de levantarse como un factor de autonomía y de equilibrio.

Porque adentro del recinto cameral, no existen contrapesos de cuidado. Los ocho legisladores del Partido Revolucionario Institucional ya están alienados, por instrucciones de saliente gobernante Quirino Ordaz Coppel, premiado por Andrés Manuel López Obrador. Ricardo Madrid, cabeza del grupo priista ya lo dijo: están listos para construir como lo hizo su ex jefe en Palacio de Gobierno. Traicionar para favorecerse.

Los ocho del Partido Sinaloense, llegaron con candidaturas comunes y hay muchas razones para seguir juntos a los 20 morenistas que conforman la legislatura.

Los dos de Acción Nacional con un mercenario al frente como Adolfo Beltrán Corrales, pegará con la derecha pero estirará la izquierda. Y la del Partido del Trabajo tiene sus afinidades de tiempo atrás con el morenismo.

La única que moverá el debate será de Movimiento Ciudadano, pero la fuerza de su voto no será suficiente para cambiar el rumbo de las cosas.

¿Qué más sabría Sergio Torres?

En los puntos de reunión y de opinión de Culiacán, los conversadores y algunos analistas, asumen que cuanta razón tuvo el ex abanderado de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Sergio Torres Félix, cuando señaló a Quirino Ordaz Coppel de traidor y vengativo al desplegar acciones en contra de los priistas para que probaran la derrota.

Entre recio y quedito también se preguntan, ¿qué más le sabría que le renunció al cargo de Secretario de Pesca y lo encaró sin que el mazatleco lo pudiera poner contra la pared?

Se estima que pronto habrá más informaciones de los acuerdos en lo oscurito.

Sin embargo, el ex alcalde culiacanense no le erró ni por asomo a lo que afirmó sucedería en ese drama de puñaladas por la espalda. Lo midió paso a paso.

Se confirmaron todos los dichos que parecieron solo voces de campaña.

El sepulturero Mario Zamora

Como si no existiera otro u otra figura, el repulsado dirigente mexicano del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas impuso otra vez al multiderrotado senador Mario Zamora Gastélum, como Secretario Adjunto de la Presidencia.

Lo mandó como sepulturero de lo que queda del tricolor. Fracasado en todos los procesos electorales en los que participó, obvio que su principal misión, se hundir el cajón en el pozo.