/ viernes 2 de julio de 2021

Los nuevos nombramientos

Primero una licenciada en Gestión de Zona Costera como encargada del nuevo Centro de Bienestar y Control Animal del municipio de Mazatlán, de nombre Yesenia López Macías, y ahora, una licenciada en relaciones internacionales para encabezar la Dirección de Ecología y Medio Ambiente, Miriam Isaraí Rodríguez Paniagua.

Cabe la pregunta: ¿En qué pensará el químico farmacobiólogo Luis Guillermo Benítez Torres, cuando decide estos nombramientos en un área tan importante como es el de ecología y medio ambiente?

Y no lo decimos porque creamos que dichas funcionarias no sean capaces para el cargo, sino que la principal demanda de ambientalistas y ecologistas del municipio, era que quien asumiera el puesto de director tuviera el perfil adecuado para dar solución de una vez por todas al principal problema de Mazatlán desde hace años: el basurón municipal, el cual está a punto de colapsar.

Vemos ante nosotros dos escenarios, el primero, que esté pensando que estos nombramientos son transitorios y que una vez que empiece el segundo periodo de su gobierno 2021-2024, queden quienes sí tengan perfil y experiencia para emprender soluciones de fondo en la materia.

Y dos, que Benítez Torres no piensa modificar ni un ápice su perspectiva de frente a los temas ecológicos y de medio ambiente, dejándolos a un segundo o tercer término en su agenda de gobierno.

Así ha sucedido en su primer periodo como alcalde de Mazatlán, como lo señalara en su momento la bióloga Lourdes Sanjuan Gallardo, quien llegó a decir que la Dirección de Ecología y Medio Ambiente municipal trabajaba con el personal mínimo y un presupuesto muy bajo que le impedía atender al 100% la problemática en materia ambiental de la zona urbana y suburbana de Mazatlán.

El año 2019, el presupuesto para esta dirección fue de 5 millones de pesos y en el 2020 subió a 7.7 millones, por que la anterior titular incluyó en el Plan Operativo Anual (POA) la creación del Centro de Bienestar y Control Animal, en ese ejercicio, lo cual representaba una inversión de 1.8 millones de pesos.

El año pasado se autorizaron 7 mil pesos mensuales para la atención en la clínica veterinaria para animales violentados, pero el resto de los recursos del presupuesto se fueron a sueldos de 31 trabajadores, 15 de ellos inspectores, así como al gasto operativo de la dirección y la renta de sus instalaciones.

El hecho de que todavía no se haga oficial el nombramiento de Miriam Isaraí Rodríguez Paniagua como directora de Ecología, ni haya rendido protesta de ley como se acostumbra, tras 11 días de la designación, deja mucho qué pensar, sobre todo porque ni siquiera el directorio del Ayuntamiento se ha modificado, en el que aparece todavía Lourdes Sanjuan, como titular.

La característica de esta administración es que mientras en unas dependencias se derrochan los recursos del erario, en otras se restringen al máximo. Un ejemplo muy notorio, es el contrate entre el DIF municipal que gasta en tan solo uno de sus albergues ( Mi Ángel de la Guarda) 4.4 millones de pesos al año para atender a 25 menores de edad con 22 trabajadores, a Ecología se le destina sólo 5 millones para 31 empleados, de los cuales 15 son inspectores.

¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

El presidente del Partido Sinaloense criticó que no haya orientaciones ni medidas más estrictas para el manejo de la pandemia en Mazatlán y Sinaloa; señala un mal manejo de la pandemia del Gobierno del Estado

El dirigente del PAS, Héctor Melesio Cuen Ojeda, dice que, si el gobernador del Estado de Durango, José Rosas Aispuro Torres, quiere a sus ciudadanos, entonces no debería de invitarlos a ir a Mazatlán ahora que se está presentando un incremento constante de casos de Covid-19.

Lamenta que Mazatlán está infestado del virus, las autoridades locales y estatales han privilegiado el tema económico, que la salud de los ciudadanos y no hacen nada para regular los comercios, restaurantes, hoteles y las playas.

Aquí Mazatlán la realidad es de “sálvese quien pueda” porque el Malecón y la Zona Dorada parecen un Carnaval, lleno de gente y lo más preocupante es que el gobierno Municipal y Estatal han manejado con los pies la cuestión de la pandemia del virus SARS-COV-2.

Primero una licenciada en Gestión de Zona Costera como encargada del nuevo Centro de Bienestar y Control Animal del municipio de Mazatlán, de nombre Yesenia López Macías, y ahora, una licenciada en relaciones internacionales para encabezar la Dirección de Ecología y Medio Ambiente, Miriam Isaraí Rodríguez Paniagua.

Cabe la pregunta: ¿En qué pensará el químico farmacobiólogo Luis Guillermo Benítez Torres, cuando decide estos nombramientos en un área tan importante como es el de ecología y medio ambiente?

Y no lo decimos porque creamos que dichas funcionarias no sean capaces para el cargo, sino que la principal demanda de ambientalistas y ecologistas del municipio, era que quien asumiera el puesto de director tuviera el perfil adecuado para dar solución de una vez por todas al principal problema de Mazatlán desde hace años: el basurón municipal, el cual está a punto de colapsar.

Vemos ante nosotros dos escenarios, el primero, que esté pensando que estos nombramientos son transitorios y que una vez que empiece el segundo periodo de su gobierno 2021-2024, queden quienes sí tengan perfil y experiencia para emprender soluciones de fondo en la materia.

Y dos, que Benítez Torres no piensa modificar ni un ápice su perspectiva de frente a los temas ecológicos y de medio ambiente, dejándolos a un segundo o tercer término en su agenda de gobierno.

Así ha sucedido en su primer periodo como alcalde de Mazatlán, como lo señalara en su momento la bióloga Lourdes Sanjuan Gallardo, quien llegó a decir que la Dirección de Ecología y Medio Ambiente municipal trabajaba con el personal mínimo y un presupuesto muy bajo que le impedía atender al 100% la problemática en materia ambiental de la zona urbana y suburbana de Mazatlán.

El año 2019, el presupuesto para esta dirección fue de 5 millones de pesos y en el 2020 subió a 7.7 millones, por que la anterior titular incluyó en el Plan Operativo Anual (POA) la creación del Centro de Bienestar y Control Animal, en ese ejercicio, lo cual representaba una inversión de 1.8 millones de pesos.

El año pasado se autorizaron 7 mil pesos mensuales para la atención en la clínica veterinaria para animales violentados, pero el resto de los recursos del presupuesto se fueron a sueldos de 31 trabajadores, 15 de ellos inspectores, así como al gasto operativo de la dirección y la renta de sus instalaciones.

El hecho de que todavía no se haga oficial el nombramiento de Miriam Isaraí Rodríguez Paniagua como directora de Ecología, ni haya rendido protesta de ley como se acostumbra, tras 11 días de la designación, deja mucho qué pensar, sobre todo porque ni siquiera el directorio del Ayuntamiento se ha modificado, en el que aparece todavía Lourdes Sanjuan, como titular.

La característica de esta administración es que mientras en unas dependencias se derrochan los recursos del erario, en otras se restringen al máximo. Un ejemplo muy notorio, es el contrate entre el DIF municipal que gasta en tan solo uno de sus albergues ( Mi Ángel de la Guarda) 4.4 millones de pesos al año para atender a 25 menores de edad con 22 trabajadores, a Ecología se le destina sólo 5 millones para 31 empleados, de los cuales 15 son inspectores.

¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

El presidente del Partido Sinaloense criticó que no haya orientaciones ni medidas más estrictas para el manejo de la pandemia en Mazatlán y Sinaloa; señala un mal manejo de la pandemia del Gobierno del Estado

El dirigente del PAS, Héctor Melesio Cuen Ojeda, dice que, si el gobernador del Estado de Durango, José Rosas Aispuro Torres, quiere a sus ciudadanos, entonces no debería de invitarlos a ir a Mazatlán ahora que se está presentando un incremento constante de casos de Covid-19.

Lamenta que Mazatlán está infestado del virus, las autoridades locales y estatales han privilegiado el tema económico, que la salud de los ciudadanos y no hacen nada para regular los comercios, restaurantes, hoteles y las playas.

Aquí Mazatlán la realidad es de “sálvese quien pueda” porque el Malecón y la Zona Dorada parecen un Carnaval, lleno de gente y lo más preocupante es que el gobierno Municipal y Estatal han manejado con los pies la cuestión de la pandemia del virus SARS-COV-2.