/ jueves 13 de agosto de 2020

Ley contra alimentos chatarra


“El instinto de hartarnos de comida de alto contenido calórico está profundamente arraigado en nuestros genes. En la actualidad, a pesar de que vivimos en apartamentos de edificios de muchos pisos y con frigoríficos atestados de comida, nuestro ADN piensa todavía que estamos en la sabana. Esto es lo que nos hace tragarnos una copa grande de helado Ben & Jerry cuando encontramos una en el congelador, y la acompañamos con una Coca-Cola gigante.” (Yuval Noah Harari – Sapiens).

La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico. Además es factor de riesgo de múltiples enfermedades no transmisibles y crónico degenerativas como son: hipertensión, enfermedad crónica renal, apnea del sueño, problemas articulares, quistes, depresión, problemas reproductivos y diferentes tipos de cánceres. Es de todos conocido que México ocupa el primer lugar Mundial en obesidad infantil y segundo en población adulta.

La semana pasada el pleno de la Cámara de Diputados de Oaxaca aprobó una reforma al artículo 20 Bis de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; y ahora prohíbe la venta de comida chatarra y refrescos a menores de edad. La definición de “comida chatarra” es utilizada para describir a los alimentos con poca cantidad de los nutrientes necesarios para el metabolismo del organismo y generalmente contienen un alto contenido energético a partir de grasas y azúcares, aunado a un alto contenido de sodio, el cual puede causar hipertensión.

El objetivo de dicha reforma es limitar el acceso de alimentos con poco o nulo valor nutricional. La reforma a la ley se prohíbe “La distribución, venta, regalo y suministro a menores de edad, de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico en el Estado, en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior”. También prohíbe la exhibición de cualquier producto por medio de distribuidores automáticos o máquinas expendedoras en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior o establecimientos comerciales. En la reforma se contemplan diversas disposiciones como son multas, sanciones administrativas, clausuras y cárcel que van desde 6 meses hasta un año si hay reincidencia o a quien infrinja las disposiciones.


La obesidad tiene un origen multifactorial orgánico así como un componente social. La Organización Mundial de la Salud menciona que “La obesidad infantil se asocia fundamentalmente a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño, sino también, cada vez más con el desarrollo social y económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos”. La reforma se suma a otras como impuesto a alimentos azucarados o con alto contenido calórico y etiquetado de alimentos.

La acción intentará promover una alimentación adecuada entre la población que podría ser complementada con una actividad física permanente para la prevención de la salud y las enfermedades. Como recomendación adicional, nosotros deberíamos preparar los alimentos que consumen nuestros niños y debe ser responsabilidad de todos evitar alimentos azucarados.

Algunos consideran que los niños y adolescentes tienen capacidad limitada para comprender las consecuencias de su comportamiento a largo plazo; lo que implicaría que no pueden elegir el entorno en el que habitan ni los alimentos que consumen.

Algo similar se hizo con las leyes para prohibir el consumo del tabaco y aun hay gente fumando. Prohibir no es la solución a los problemas y para algunos lo prohibido es lo deseado.

Otra iniciativa propuso retirar la sal de las mesas de los restaurantes y la seguimos solicitando al mesero ¿funcionan? Muchas personas siguen consumiendo sal y no se resuelve el problema.

Todos tenemos responsabilidad, algunas empresas han disminuido el contenido de azúcares y calorías en sus productos, el gobierno y las autoridades de salud implementan reformas e informan. Nosotros podemos decidir que alimentos consumir y llevar un estilo de vida saludable. La mayoría de los individuos podemos incluir el consumo de frutas, verduras y evitar el consumo de bebidas azucaradas.

En los próximos días veremos que se suman otros estados a la modificación de la ley. La reforma no resolverá el problema de la obesidad pero es una iniciativa que se suma a acciones conjuntas y muchas dependen de cada individuo. Otras iniciativas en estados que desarrollan agricultura, podrían incluir el apoyo a la promoción del consumo de alimentos con mejor contenido nutricional, frutas y verduras entre otros.

La solución al problema debe ser integral con enfoques poblacionales, la participación de múltiples sectores de la sociedad, diversas disciplinas que se deben adaptar a las circunstancias culturales. No será necesario adoptar medidas como estas si comemos bien; comemos frutas y verduras. Un ejemplo a seguir es Japón, el cual tiene la tasa más baja de obesidad y primer lugar en salud del mundo. El país asiático practica una dieta llamada “Washoku” incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2013, basada en el respeto por la naturaleza y se compone de alimentación con ingredientes frescos, bajos en grasa que en conjunto representan una dieta balanceada. Japón también implementó una ley llamada “Shokuiku” que se define como aprender sobre comida y nutrición, así como la habilidad de tomar decisiones acertadas a través de la experiencia práctica con la comida, esta medida tiene el objeto de desarrollar las capacidades de las personas de vivir siguiendo una dieta saludable. Estas prácticas y leyes muestran su efectividad y pueden ser adoptadas para nuestra población y mantener el efecto en las generaciones futuras.

Es difícil resistir la tentación de consumir alimentos con alto contenido calórico (y para muchos son los más deliciosos). Debemos practicar una buena educación, disciplina y autocontrol en los hábitos alimenticios para evitar muchos problemas de salud.

“La obesidad es una doble victoria para el consumismo. En lugar de comer poco, lo que conduce a la contracción económica, la gente come demasiado y después compra productos dietéticos, con lo que contribuye doblemente al crecimiento económico” (Yuval Noah Harari – Sapiens).


“El instinto de hartarnos de comida de alto contenido calórico está profundamente arraigado en nuestros genes. En la actualidad, a pesar de que vivimos en apartamentos de edificios de muchos pisos y con frigoríficos atestados de comida, nuestro ADN piensa todavía que estamos en la sabana. Esto es lo que nos hace tragarnos una copa grande de helado Ben & Jerry cuando encontramos una en el congelador, y la acompañamos con una Coca-Cola gigante.” (Yuval Noah Harari – Sapiens).

La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico. Además es factor de riesgo de múltiples enfermedades no transmisibles y crónico degenerativas como son: hipertensión, enfermedad crónica renal, apnea del sueño, problemas articulares, quistes, depresión, problemas reproductivos y diferentes tipos de cánceres. Es de todos conocido que México ocupa el primer lugar Mundial en obesidad infantil y segundo en población adulta.

La semana pasada el pleno de la Cámara de Diputados de Oaxaca aprobó una reforma al artículo 20 Bis de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; y ahora prohíbe la venta de comida chatarra y refrescos a menores de edad. La definición de “comida chatarra” es utilizada para describir a los alimentos con poca cantidad de los nutrientes necesarios para el metabolismo del organismo y generalmente contienen un alto contenido energético a partir de grasas y azúcares, aunado a un alto contenido de sodio, el cual puede causar hipertensión.

El objetivo de dicha reforma es limitar el acceso de alimentos con poco o nulo valor nutricional. La reforma a la ley se prohíbe “La distribución, venta, regalo y suministro a menores de edad, de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico en el Estado, en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior”. También prohíbe la exhibición de cualquier producto por medio de distribuidores automáticos o máquinas expendedoras en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior o establecimientos comerciales. En la reforma se contemplan diversas disposiciones como son multas, sanciones administrativas, clausuras y cárcel que van desde 6 meses hasta un año si hay reincidencia o a quien infrinja las disposiciones.


La obesidad tiene un origen multifactorial orgánico así como un componente social. La Organización Mundial de la Salud menciona que “La obesidad infantil se asocia fundamentalmente a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño, sino también, cada vez más con el desarrollo social y económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos”. La reforma se suma a otras como impuesto a alimentos azucarados o con alto contenido calórico y etiquetado de alimentos.

La acción intentará promover una alimentación adecuada entre la población que podría ser complementada con una actividad física permanente para la prevención de la salud y las enfermedades. Como recomendación adicional, nosotros deberíamos preparar los alimentos que consumen nuestros niños y debe ser responsabilidad de todos evitar alimentos azucarados.

Algunos consideran que los niños y adolescentes tienen capacidad limitada para comprender las consecuencias de su comportamiento a largo plazo; lo que implicaría que no pueden elegir el entorno en el que habitan ni los alimentos que consumen.

Algo similar se hizo con las leyes para prohibir el consumo del tabaco y aun hay gente fumando. Prohibir no es la solución a los problemas y para algunos lo prohibido es lo deseado.

Otra iniciativa propuso retirar la sal de las mesas de los restaurantes y la seguimos solicitando al mesero ¿funcionan? Muchas personas siguen consumiendo sal y no se resuelve el problema.

Todos tenemos responsabilidad, algunas empresas han disminuido el contenido de azúcares y calorías en sus productos, el gobierno y las autoridades de salud implementan reformas e informan. Nosotros podemos decidir que alimentos consumir y llevar un estilo de vida saludable. La mayoría de los individuos podemos incluir el consumo de frutas, verduras y evitar el consumo de bebidas azucaradas.

En los próximos días veremos que se suman otros estados a la modificación de la ley. La reforma no resolverá el problema de la obesidad pero es una iniciativa que se suma a acciones conjuntas y muchas dependen de cada individuo. Otras iniciativas en estados que desarrollan agricultura, podrían incluir el apoyo a la promoción del consumo de alimentos con mejor contenido nutricional, frutas y verduras entre otros.

La solución al problema debe ser integral con enfoques poblacionales, la participación de múltiples sectores de la sociedad, diversas disciplinas que se deben adaptar a las circunstancias culturales. No será necesario adoptar medidas como estas si comemos bien; comemos frutas y verduras. Un ejemplo a seguir es Japón, el cual tiene la tasa más baja de obesidad y primer lugar en salud del mundo. El país asiático practica una dieta llamada “Washoku” incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2013, basada en el respeto por la naturaleza y se compone de alimentación con ingredientes frescos, bajos en grasa que en conjunto representan una dieta balanceada. Japón también implementó una ley llamada “Shokuiku” que se define como aprender sobre comida y nutrición, así como la habilidad de tomar decisiones acertadas a través de la experiencia práctica con la comida, esta medida tiene el objeto de desarrollar las capacidades de las personas de vivir siguiendo una dieta saludable. Estas prácticas y leyes muestran su efectividad y pueden ser adoptadas para nuestra población y mantener el efecto en las generaciones futuras.

Es difícil resistir la tentación de consumir alimentos con alto contenido calórico (y para muchos son los más deliciosos). Debemos practicar una buena educación, disciplina y autocontrol en los hábitos alimenticios para evitar muchos problemas de salud.

“La obesidad es una doble victoria para el consumismo. En lugar de comer poco, lo que conduce a la contracción económica, la gente come demasiado y después compra productos dietéticos, con lo que contribuye doblemente al crecimiento económico” (Yuval Noah Harari – Sapiens).