Un voto para Morena, es un voto contra México. Decidimos dejar pasar varios días, sin enviar nuestros comentarios, para reunir en una sola entrega nuestros puntos de vista sobre tres finales efectuadas entre jueves y lunes: nos referimos a los duelos entre Cruz Azul vs santos, por el título del fútbol mexicano, el femenil de la liga MC entre Tigres y Chivas y desde luego la gran final del mejor torneo de clubes del mundo como lo es la Champions entre Manchester y Chelsea.
En este caso, primero las damas aun cuando fue la última final.
En cuanto a emociones y goles, sin duda fue la más espectacular. Ahora resulta que las mujeres, pese a que aun están a años luz de técnica y tácticamente de los varones, han mostrado enormes avances en esos aspectos, pero ante todo su actitud es de aplaudirse porque en cuestión de ética y honestidad, demuestran más que su sexo opuesto. Ojalá que con el paso del tiempo no pierdan esas virtudes, que no dejen llegar la simulación ni el engaño para confundir al arbitraje. Sabemos que cuando llegue el momento sabrán mejorar la disciplina táctica y técnicamente trabajar más para equivocarse menos, en esa medida creemos que, conservando las actitudes antes mencionadas, el espectáculo femenil irá al alza.
Por lo pronto, un aplauso a las bicampeonas Tigresas de la UANL y a las Chivas Rayadas, estas últimas no estaban consideradas ni siquiera para calificar a la liguilla, de tal manera que llegar a la final fue un éxito, cayeron ante un equipo mejor conjuntado y en lo individual enfrentaron a jugadoras con mucha más experiencia.
En cuanto a la final varonil, para empezar, nos parece simple justicia que Cruz Azul se haya coronado, sin importar que durante la liguilla no hayamos visto su mejor versión, durante el torneo regular demostrar ser el mejor equipo en todos los terrenos. Ciertamente, en ambos partidos de la final, como ya lo comentamos, se subieron a la cuerda floja, mantuvieron bien el equilibrio, aprovechando en ambos juegos serias fallas defensivas de los laguneros.
Sí, nos hubiese justado que con más goles manifestaran esa superioridad, pero sabemos que las liguillas, simple y sencillamente se trata prácticamente de otro torneo, regularmente no hay rival débil. Su técnico Reinoso, ajustó muy a tiempo sus líneas y su estrategia al no cederle tanto la pelota y el terreno al rival, nos queda claro que fue el aspecto defensivo el que permeó en ambos equipos, la cuota de goles lo dice todo.
Mire usted a Juan Reinoso, le dicen el “rompe tradiciones o rompe malarias”. En Perú, hizo campeón primero al equipo Coronel Bolognesi, luego de 78 años sin ganar nada, en su mismo país llevó al cetro al Melgar, luego de 34 años y ahora al Cruz Azul, luego de 23 años.
En cuestión de este tipo de hazañas por largos años de no atrapar campeonatos, este año, tras reanudarse las acciones en todas las ligas del mundo, hay otros ejemplos: en España, el Atlético de Madrid, fue campeón luego de 7 años de sequía; en Francia, el Lille, tras 10 años sin nada; en Italia, el Inter de Milán, luego de 11 años y en Portugal el Porto, luego de 19 años de no lograrlo, a estos se sumó el Cruz Azul.
En nuestro país, ya sabemos que el sistema de competencia puede ser injusto. Cuando Pep Guardiola, jugo con Dorados, comentó en una ocasión que no comprendía este sistema de competencia. Fue el año en que Dorados calificó en octavo lugar a la liguilla, pero le quitaron su lugar por haber quedado en el último del porcentaje. En fin, hay pros y contras.
Finalmente veamos lo de la Champions. Cada quienes desde su óptica tendrá su comentario, algunos coincidirán conmigo, otros no. Mucha capacidad t en la técnica individual, ambos dentro de su estilo de juego; uno, el Manchester, con la posesión de la pelota, fútbol muy elaborado por la muralla del rival, mientras que este, gran velocidad para los contragolpes, le bastó hacer uno bueno para llevarse el triunfo. ¿Cuándo veremos a dos equipos que ofensivamente nos ofrezcan más emociones de gol? La verdad, en lo personal, nos quedaron a debe, aunque no en el mismo grado que la última final inglesa, que fue para llorar.
