/ martes 4 de agosto de 2020

Las enfermedades crónico-degenerativas y su valor actual


En México, hemos presentado cambios muy significativos en materia de salud, la transición epidemiológica acompañada de la transición demográfica ha sido muy notorias en el desarrollo de nuestro país. Haciendo un recuento, es de importancia mencionar que en la década de los 50 predominaban las enfermedades infecciosas que se manifestaban en cuadros clínicos gastrointestinales, respiratorios como neumonías o aquellas que hoy en día son prevenibles por vacunación y algunas otras transmitidas por vectores como el paludismo que fueron en su tiempo también las principales causas de muerte.

Según los últimos datos que presentó el Instituto Nacional de Salud Pública a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, la prevalencia de las enfermedades crónico degenerativas es de total preocupación.

Tan solo en diabetes, existe un porcentaje promedio de incidencia de 10.3 %, lo que representa a 8.6 millones de mexicanos con este padecimiento diagnosticado, sin embargo, de acuerdo con datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID) estiman que el 50% de los casos en adultos no son diagnosticados. Esta enfermedad ha tenido un incremento exponencial en el mundo pues tan solo la prevalencia ha aumentado de 4.7% en 1980 a 8.5% en 2014, según la Organización Mundial de la Salud.

Por otro lado la hipertensión arterial, un padecimiento que según los expertos en esta comorbilidad el 50% desconoce que sufre alteración en sus niveles de presión arterial y el otro 50% que lo conoce menos del 15% llevan un control metabólico y hemodinámico adecuado. El porcentaje de población mexicana mayor a 20 años con diagnóstico médico de hipertensión oscila entre los 15.2 millones (18.4%).

Según el grupo de edad, varía el porcentaje de prevalencia en sobrepeso y obesidad; para la población de 5 a 11 años existe un 35.6 %, en los 12 a 19 años incrementa hasta un 38.4% y en los población de 20 años y más es hasta de un 75.2%.

Las comorbilidades anteriores coexisten hasta en un 60% y no es la excepción, claramente, que se acompañen de sobrepeso y obesidad. Se ha demostrado científicamente por años que la grasa abdominal es una enfermedad que altera el metabolismo y tiene una relación con Diabetes Mellitus (DM) ya que incrementa el riesgo de aparición hasta en un 20%. En la hipertensión, los adultos con sobrepeso u obesidad tienen una prevalencia de 2.2 veces más alta que aquellos con peso normal.

Según datos del INEGI, tan solo durante 2018, el 88.4% ---- (638 862) --- de las defunciones se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, de las cuales las tres principales causas de muerte en ambos sexos fueron: enfermedades cardiovasculares (149 368, 20.7%) la diabetes mellitus y complicaciones (101 257, 14%) y los tumores malignos (85 754, 11.9%).

La Organización Panamericana de la Salud cita en su informe el Foro Económico Mundial y la Escuela de Salud Pública de Harvard donde estiman que las enfermedades crónico-degenerativas tendrán un costo económico muy alto para la economía mundial costarán a la economía mundial.

La Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD) estimó que en 2013 la carga económica de Diabetes Mellitus tipo 2 en nuestro país fue aproximadamente de 362.8 miles de millones de pesos equivalente a un 2.25 % del PIB, los costos indirectos de esta enfermedad son de total relevancia ya que representaron un aproximado de 183,364 millones divididos en: muerte prematura, ausentismo laboral, incapacidad laboral e invalidez. Se proyecta para el 2050 que la DM2 podría alcanzar prevalencias de hasta un 22.5 %, afectando hasta 25 millones de mexicanos.

El impacto económico de la hipertensión es aún más abrumador ya que se estima que el costo total en el tratamiento de la hipertensión arterial en muchos países, como en México, equivale a un 2% del PIB, sin embargo, es importante mencionar que el 51% del gasto para tratar la enfermedad y sus complicaciones proviene del ingreso familiar.

La pandemia, causada por el nuevo virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19, ha puesto de manifiesto diversas situaciones y uno de ellas es la epidemia crónico-degenerativa ignorada por años y que hoy en día México tenga como consecuencia ocupar el tercer lugar, entre los países, a nivel mundial en índices de mortalidad por la nueva enfermedad antes mencionada.

Existe evidencia científica muy clara que el sobrepeso y obesidad, dietas con alta densidad calórica y sobre todo el consumo excesivo de bebidas azucaradas son los principales factores de riesgo que causan discapacidad, improductividad y años de vida perdidos, situaciones las cuales en México toman un valor agregado día con día.

En estos momentos no basta con la sola promoción a la salud, en México existe un subregistro de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, con recursos limitados y necesidades ilimitadas. Ocupamos políticas públicas enfocadas a una prevención más costo-efectiva, es indispensable un plan estratégico nacional que tengan como objetivo la detección oportuna, seguimiento continuo de pacientes en riesgo a desarrollar complicaciones y un tratamiento con medidas adecuadas al estilo de vida en sinergia con las terapias farmacológicas. Por lo pronto estas enfermedades, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, aumentan enormemente la vulnerabilidad, y por lo tanto el indice de letalidad de nosotros como mexicanos.

A partir del etiquetado claro daremos un gran paso en cuestión de prevención, nos faltará mucho por hacer como gobierno y sociedad.

Celebro enormemente el trabajo del Partido Sinaloense que, durante casi ocho años, hemos atendido a nuestros 18 clubes municipales de adultos mayores con el programa de la TRIADA, que consiste en revisiones periódicas de su presión arterial, glucosa sanguínea y su estado nutricional, sin lugar a dudas, una fortaleza enorme en caso de contraer la enfermedad Covid-19.

Culiacán Sinaloa, a 4 de agosto del 2020.

Si puede, quédese en casa.


En México, hemos presentado cambios muy significativos en materia de salud, la transición epidemiológica acompañada de la transición demográfica ha sido muy notorias en el desarrollo de nuestro país. Haciendo un recuento, es de importancia mencionar que en la década de los 50 predominaban las enfermedades infecciosas que se manifestaban en cuadros clínicos gastrointestinales, respiratorios como neumonías o aquellas que hoy en día son prevenibles por vacunación y algunas otras transmitidas por vectores como el paludismo que fueron en su tiempo también las principales causas de muerte.

Según los últimos datos que presentó el Instituto Nacional de Salud Pública a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, la prevalencia de las enfermedades crónico degenerativas es de total preocupación.

Tan solo en diabetes, existe un porcentaje promedio de incidencia de 10.3 %, lo que representa a 8.6 millones de mexicanos con este padecimiento diagnosticado, sin embargo, de acuerdo con datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID) estiman que el 50% de los casos en adultos no son diagnosticados. Esta enfermedad ha tenido un incremento exponencial en el mundo pues tan solo la prevalencia ha aumentado de 4.7% en 1980 a 8.5% en 2014, según la Organización Mundial de la Salud.

Por otro lado la hipertensión arterial, un padecimiento que según los expertos en esta comorbilidad el 50% desconoce que sufre alteración en sus niveles de presión arterial y el otro 50% que lo conoce menos del 15% llevan un control metabólico y hemodinámico adecuado. El porcentaje de población mexicana mayor a 20 años con diagnóstico médico de hipertensión oscila entre los 15.2 millones (18.4%).

Según el grupo de edad, varía el porcentaje de prevalencia en sobrepeso y obesidad; para la población de 5 a 11 años existe un 35.6 %, en los 12 a 19 años incrementa hasta un 38.4% y en los población de 20 años y más es hasta de un 75.2%.

Las comorbilidades anteriores coexisten hasta en un 60% y no es la excepción, claramente, que se acompañen de sobrepeso y obesidad. Se ha demostrado científicamente por años que la grasa abdominal es una enfermedad que altera el metabolismo y tiene una relación con Diabetes Mellitus (DM) ya que incrementa el riesgo de aparición hasta en un 20%. En la hipertensión, los adultos con sobrepeso u obesidad tienen una prevalencia de 2.2 veces más alta que aquellos con peso normal.

Según datos del INEGI, tan solo durante 2018, el 88.4% ---- (638 862) --- de las defunciones se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, de las cuales las tres principales causas de muerte en ambos sexos fueron: enfermedades cardiovasculares (149 368, 20.7%) la diabetes mellitus y complicaciones (101 257, 14%) y los tumores malignos (85 754, 11.9%).

La Organización Panamericana de la Salud cita en su informe el Foro Económico Mundial y la Escuela de Salud Pública de Harvard donde estiman que las enfermedades crónico-degenerativas tendrán un costo económico muy alto para la economía mundial costarán a la economía mundial.

La Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD) estimó que en 2013 la carga económica de Diabetes Mellitus tipo 2 en nuestro país fue aproximadamente de 362.8 miles de millones de pesos equivalente a un 2.25 % del PIB, los costos indirectos de esta enfermedad son de total relevancia ya que representaron un aproximado de 183,364 millones divididos en: muerte prematura, ausentismo laboral, incapacidad laboral e invalidez. Se proyecta para el 2050 que la DM2 podría alcanzar prevalencias de hasta un 22.5 %, afectando hasta 25 millones de mexicanos.

El impacto económico de la hipertensión es aún más abrumador ya que se estima que el costo total en el tratamiento de la hipertensión arterial en muchos países, como en México, equivale a un 2% del PIB, sin embargo, es importante mencionar que el 51% del gasto para tratar la enfermedad y sus complicaciones proviene del ingreso familiar.

La pandemia, causada por el nuevo virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19, ha puesto de manifiesto diversas situaciones y uno de ellas es la epidemia crónico-degenerativa ignorada por años y que hoy en día México tenga como consecuencia ocupar el tercer lugar, entre los países, a nivel mundial en índices de mortalidad por la nueva enfermedad antes mencionada.

Existe evidencia científica muy clara que el sobrepeso y obesidad, dietas con alta densidad calórica y sobre todo el consumo excesivo de bebidas azucaradas son los principales factores de riesgo que causan discapacidad, improductividad y años de vida perdidos, situaciones las cuales en México toman un valor agregado día con día.

En estos momentos no basta con la sola promoción a la salud, en México existe un subregistro de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, con recursos limitados y necesidades ilimitadas. Ocupamos políticas públicas enfocadas a una prevención más costo-efectiva, es indispensable un plan estratégico nacional que tengan como objetivo la detección oportuna, seguimiento continuo de pacientes en riesgo a desarrollar complicaciones y un tratamiento con medidas adecuadas al estilo de vida en sinergia con las terapias farmacológicas. Por lo pronto estas enfermedades, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, aumentan enormemente la vulnerabilidad, y por lo tanto el indice de letalidad de nosotros como mexicanos.

A partir del etiquetado claro daremos un gran paso en cuestión de prevención, nos faltará mucho por hacer como gobierno y sociedad.

Celebro enormemente el trabajo del Partido Sinaloense que, durante casi ocho años, hemos atendido a nuestros 18 clubes municipales de adultos mayores con el programa de la TRIADA, que consiste en revisiones periódicas de su presión arterial, glucosa sanguínea y su estado nutricional, sin lugar a dudas, una fortaleza enorme en caso de contraer la enfermedad Covid-19.

Culiacán Sinaloa, a 4 de agosto del 2020.

Si puede, quédese en casa.