/ martes 7 de diciembre de 2021

La victoria de Victoria

En los últimos días del mes de agosto de 2018, poco antes de iniciar las tareas legislativas en el Senado de la República, uno de los ponentes que nos hablaba sobre las funciones de la Cámara alta, se refería a la facultad de nombramientos, designaciones y ratificaciones de servidores públicos de diversas áreas de la administración y órganos autónomos, y señalaba que serían más de 600 casos que nos tocaría en las dos legislaturas. La semana pasada se concretó una de esas ratificaciones: la de Victoria Rodríguez Ceja, como integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México.

Se trata de una facultad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, consagrada en el párrafo séptimo del artículo 28 constitucional que señala: “la conducción del Banco Central estará a cargo de personas cuya designación será hecha por el presidente de la República con la aprobación de la Cámara de Senadores”. No solo le corresponde al mandatario designar a los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico, también en el artículo 38 de la Ley del Banco de México se señala que “el ejecutivo federal nombrará al gobernador del banco, quien presidirá la Junta de Gobierno”. La aprobación o ratificación de la designación de Victoria Rodríguez Ceja no solo es legal y constitucional, también tiene un alto nivel de legitimidad, pues obtuvo 78 votos de 109 senadores y senadoras presentes.

La Junta de Gobierno de Banxico se integra por cinco personas: un gobernador y cuatro subgobernadores. Es una gran fortuna que de 2019 a la fecha se hayan nombrado a cuatro integrantes de la Junta de Gobierno, pues ello ha permitido no solo la paridad en su integración, sino que en este momento la mayoría sean mujeres. Y, si el presidente en el mes de enero próximo se decide por Victoria Rodríguez para la presidencia, como lo ha afirmado, será un hecho histórico pues por primera vez en la historia el Banco de México será dirigido por una mujer. Cabe informar que solo tres mujeres han integrado el Banco de México, y dos de ellas, en esta Cuarta Transformación.

¿Pero cuáles son las funciones del Banco de México? Según el artículo 2 de su ley, “el Banco de México tiene la finalidad de proveer a la economía del país de moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda. Será también finalidad del Banco proveer el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos”. A pesar de que en 1925 se creó el Banco de México, es con la reforma de 1993 cuando se le asignaron la conducción de estas políticas, que para efectos de su análisis las dividiremos en tres bloques.

Primero: la monetaria y de inflación; en las cuales el Banco de México está obligado a realizar un conjunto de acciones para incidir sobre las tasas de interés y la variación de los precios, de tal manera que se mantenga un entorno de inflación baja y estable. Misma que debería mantenerse, según su propia meta el 3% y si acaso, hasta el 4%. Cumplir con el mandato de mantener el poder adquisitivo de la moneda no ha sido fácil. Entre 2007 y 2012, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 4.4% en promedio anual. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, sin pandemia, a partir de junio de 2016, la inflación empezó a acelerarse llegando a 3.36% en diciembre, aún dentro del rango de la meta del Banco de México. Para enero de 2017 se sobrepasó el rango, al alcanzar 4.71% y continuó aumentado hasta llegar en junio a 6.30%. En los primeros años de este sexenio la inflación se mantuvo hasta casi alcanzar la meta del 3%, sin embargo, después de la pandemia y el cierre de la economía se ha desbordado en 2021; según los Criterios Generales de Política Económica este año cerrará en 5.3%, pero se irá recuperando hasta llegar a 3% en 2024.

Segundo: del Sistema Financiero. Es tarea del Banxico mantener un sistema financiero sano, con intermediarios financieros eficaces y solventes y mercados eficientes. Con el fin de alentar el “sano desarrollo”, Banxico tiene la obligación de dar seguimiento a las instituciones que integran el sistema financiero y promover reformas a la legislación vigente y emitir regulaciones en el actual marco jurídico. Sin embargo, hemos visto como los dueños de los bancos han generado para ellos excesivas utilidades, sobre todo los extranjeros, mientras el desarrollo económico se rezaga. Es decir, no se atiende el mandato del “sano desarrollo económico”.

Tercero: del sistema de pagos. Uno de los objetivos del Banco de México, como lo señala su ley, es “propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos del país”. Sin embargo, las medidas que se han aplicado no han propiciado la equidad entre los participantes, ya que se han beneficiado mayoritariamente los intermediarios financieros a través de cobros muy altos, por ejemplo, el caso de las comisiones bancarias aplicadas a los usuarios, que en México han sido de escándalo si se les compara con las que se cobran en otros sistemas financieros de los países de origen de estas instituciones financieras.

Finalmente es importante destacar que, justamente, atender el mandato constitucional y legal del Banco de México que implica regular a la baja las tasas de interés bancarias y la variación de los precios, así como controlar el tipo de cambio, la balanza de pagos y el manejo de la deuda es el reto mayor de la Junta de Gobierno, en coordinación con el Gobierno de México. Vale la pena que la ciudadanía se informe más y opine sobre temas que antes le eran vedados y que, en los hechos, le afectan o le benefician en su vida diaria. Las élites directivas de antaño hicieron un entramado jurídico y político a su imagen y semejanza pensando que tenían el monopolio del “expertise” en política financiera y económica. Por eso una parte de la oposición en el Senado “argumentó” en contra del nombramiento de Victoria Rodríguez, para ser integrante de la Junta Directiva del Banxico, a pesar de tener la preparación académica y más de 20 años de experiencia en política monetaria y económica en gobiernos progresistas como los de la Ciudad de México y el federal actual. Por eso no hay duda que la victoria de Victoria es la victoria de las mujeres y de todo México. Enhorabuena.

En los últimos días del mes de agosto de 2018, poco antes de iniciar las tareas legislativas en el Senado de la República, uno de los ponentes que nos hablaba sobre las funciones de la Cámara alta, se refería a la facultad de nombramientos, designaciones y ratificaciones de servidores públicos de diversas áreas de la administración y órganos autónomos, y señalaba que serían más de 600 casos que nos tocaría en las dos legislaturas. La semana pasada se concretó una de esas ratificaciones: la de Victoria Rodríguez Ceja, como integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México.

Se trata de una facultad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, consagrada en el párrafo séptimo del artículo 28 constitucional que señala: “la conducción del Banco Central estará a cargo de personas cuya designación será hecha por el presidente de la República con la aprobación de la Cámara de Senadores”. No solo le corresponde al mandatario designar a los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico, también en el artículo 38 de la Ley del Banco de México se señala que “el ejecutivo federal nombrará al gobernador del banco, quien presidirá la Junta de Gobierno”. La aprobación o ratificación de la designación de Victoria Rodríguez Ceja no solo es legal y constitucional, también tiene un alto nivel de legitimidad, pues obtuvo 78 votos de 109 senadores y senadoras presentes.

La Junta de Gobierno de Banxico se integra por cinco personas: un gobernador y cuatro subgobernadores. Es una gran fortuna que de 2019 a la fecha se hayan nombrado a cuatro integrantes de la Junta de Gobierno, pues ello ha permitido no solo la paridad en su integración, sino que en este momento la mayoría sean mujeres. Y, si el presidente en el mes de enero próximo se decide por Victoria Rodríguez para la presidencia, como lo ha afirmado, será un hecho histórico pues por primera vez en la historia el Banco de México será dirigido por una mujer. Cabe informar que solo tres mujeres han integrado el Banco de México, y dos de ellas, en esta Cuarta Transformación.

¿Pero cuáles son las funciones del Banco de México? Según el artículo 2 de su ley, “el Banco de México tiene la finalidad de proveer a la economía del país de moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda. Será también finalidad del Banco proveer el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos”. A pesar de que en 1925 se creó el Banco de México, es con la reforma de 1993 cuando se le asignaron la conducción de estas políticas, que para efectos de su análisis las dividiremos en tres bloques.

Primero: la monetaria y de inflación; en las cuales el Banco de México está obligado a realizar un conjunto de acciones para incidir sobre las tasas de interés y la variación de los precios, de tal manera que se mantenga un entorno de inflación baja y estable. Misma que debería mantenerse, según su propia meta el 3% y si acaso, hasta el 4%. Cumplir con el mandato de mantener el poder adquisitivo de la moneda no ha sido fácil. Entre 2007 y 2012, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 4.4% en promedio anual. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, sin pandemia, a partir de junio de 2016, la inflación empezó a acelerarse llegando a 3.36% en diciembre, aún dentro del rango de la meta del Banco de México. Para enero de 2017 se sobrepasó el rango, al alcanzar 4.71% y continuó aumentado hasta llegar en junio a 6.30%. En los primeros años de este sexenio la inflación se mantuvo hasta casi alcanzar la meta del 3%, sin embargo, después de la pandemia y el cierre de la economía se ha desbordado en 2021; según los Criterios Generales de Política Económica este año cerrará en 5.3%, pero se irá recuperando hasta llegar a 3% en 2024.

Segundo: del Sistema Financiero. Es tarea del Banxico mantener un sistema financiero sano, con intermediarios financieros eficaces y solventes y mercados eficientes. Con el fin de alentar el “sano desarrollo”, Banxico tiene la obligación de dar seguimiento a las instituciones que integran el sistema financiero y promover reformas a la legislación vigente y emitir regulaciones en el actual marco jurídico. Sin embargo, hemos visto como los dueños de los bancos han generado para ellos excesivas utilidades, sobre todo los extranjeros, mientras el desarrollo económico se rezaga. Es decir, no se atiende el mandato del “sano desarrollo económico”.

Tercero: del sistema de pagos. Uno de los objetivos del Banco de México, como lo señala su ley, es “propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos del país”. Sin embargo, las medidas que se han aplicado no han propiciado la equidad entre los participantes, ya que se han beneficiado mayoritariamente los intermediarios financieros a través de cobros muy altos, por ejemplo, el caso de las comisiones bancarias aplicadas a los usuarios, que en México han sido de escándalo si se les compara con las que se cobran en otros sistemas financieros de los países de origen de estas instituciones financieras.

Finalmente es importante destacar que, justamente, atender el mandato constitucional y legal del Banco de México que implica regular a la baja las tasas de interés bancarias y la variación de los precios, así como controlar el tipo de cambio, la balanza de pagos y el manejo de la deuda es el reto mayor de la Junta de Gobierno, en coordinación con el Gobierno de México. Vale la pena que la ciudadanía se informe más y opine sobre temas que antes le eran vedados y que, en los hechos, le afectan o le benefician en su vida diaria. Las élites directivas de antaño hicieron un entramado jurídico y político a su imagen y semejanza pensando que tenían el monopolio del “expertise” en política financiera y económica. Por eso una parte de la oposición en el Senado “argumentó” en contra del nombramiento de Victoria Rodríguez, para ser integrante de la Junta Directiva del Banxico, a pesar de tener la preparación académica y más de 20 años de experiencia en política monetaria y económica en gobiernos progresistas como los de la Ciudad de México y el federal actual. Por eso no hay duda que la victoria de Victoria es la victoria de las mujeres y de todo México. Enhorabuena.