/ lunes 22 de marzo de 2021

La renovación de la Cámara de Diputados

A partir de este lunes 22 de marzo y hasta el 3 de abril, se abre el periodo para el registro de los candidatos a diputados federales tanto por el sistema de mayoría relativa como por el principio de representación proporcional. Y será una elección clave para el futuro inmediato de México, pues en la elección de medio término se juega el presidente de la república la posibilidad de seguir contando con una mayoría en el Congreso que le permita continuar el proyecto político de transformación social que fue votado en las urnas por la mayoría de los mexicanos.

Comúnmente se dice que la elección intermedia es también una aduana de evaluación al partido del presidente de la república, teniendo resultados muy diversos en el caso de nuestro país, valga citar los dos extremos históricos: la elección de 1991 y la de 1997. En la primera el ex presidente Carlos Salinas de Gortari se recuperó de la cuestionada elección de 1988, ganando 290 de los 300 distritos uninominales en disputa, y en la elección de 1997 Ernesto Zedillo Ponce de León y el PRI pierden por primera vez la mayoría en la Cámara de Diputados, dando pie al liderazgo de una mayoría opositora que se autodenominó el G4, conformada por el PRD, PAN, PT y el Verde que impusieron como presidente de la mesa directiva al aguerrido y legendario diputado Porfirio Muñoz Ledo.

Para dimensionar en su justa medida el peso institucional de la Cámara de Diputados federal, la cual no ha cambiado en su integración en las últimas tres décadas, valga hacer una breve descripción de su conformación orgánica y decir que se integra por representantes de la nación electos en su totalidad cada tres años.

Se integra por 500 diputados, 300 electos por mayoría relativa en los 300 distritos electorales del país (uninominales) y 200 electos por el sistema de representación proporcional (plurinominales). Para la integración de la Cámara ningún partido político puede contar con más de 300 diputados por ambos principios. Tampoco podrá contar con un número de diputados por ambos principios que represente un porcentaje del total de la Cámara que exceda en 8 puntos a su porcentaje de votación nacional emitida.

La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales es la que resulta de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se realiza teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de un estado pueda ser menor de dos diputados de mayoría. Tenemos casos de estados como Colima y Baja California Sur que están en este mínimo de representación, y paradójicamente cuentan con más senadores (tres) que diputados (dos). Finalmente, para la elección de los 200 diputados por el principio de representación proporcional y el sistema de listas regionales, se constituyen cinco circunscripciones electorales plurinominales en el país.

Como puede apreciarse, la Cámara de Diputados es el rostro popular del Congreso de la Unión (el Senado representa el pacto federal), y por su naturaleza tiene encomendadas tareas fundamentales para el desarrollo del país, definidas puntualmente en el artículo 74 de nuestra Constitución descritas como “Facultades exclusivas de la Cámara de Diputados”, que son las siguientes:

Expedir el bando solemne para dar a conocer la declaración de Presidente Electo que hubiere hecho el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación

  • Evaluar el desempeño de la Auditoría Superior de Fiscalización.
  • Ratificar el nombramiento del Secretario de Hacienda y Crédito Público.
  • Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos.
  • Revisar la Cuenta Pública.
  • Aprobar el Plan Nacional de Desarrollo.
  • Designar a los titulares de los órganos internos de control de los órganos constitucionales autónomos.
  • Declarar si hay o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos.
  • El nombramiento de los consejeros electorales federales.

En esta última legislatura se han aprobado temas muy relevantes, tales como 1) Definir a la corrupción como una conducta delictiva grave, 2) Proteger en la carta magna la pensión universal a adultos mayores, 3) Aprobar la reforma más extensa en materia de igualdad de género llamada “paridad en todo” y reformar la Ley General de Educación para extender la gratuidad hasta el nivel superior.

Por todo lo anterior, en la renovación de la cámara de diputados estará en juego parte del destino del país en el futuro inmediato. Esperemos que el espíritu transformador que ha hecho posible el avance de una agenda social en el poder legislativo, continúe haciendo historia para el bien de todos los mexicanos.

Culiacán Sinaloa, a 22 de marzo del 2021.

Cuídense y si pueden quédense en casa.

A partir de este lunes 22 de marzo y hasta el 3 de abril, se abre el periodo para el registro de los candidatos a diputados federales tanto por el sistema de mayoría relativa como por el principio de representación proporcional. Y será una elección clave para el futuro inmediato de México, pues en la elección de medio término se juega el presidente de la república la posibilidad de seguir contando con una mayoría en el Congreso que le permita continuar el proyecto político de transformación social que fue votado en las urnas por la mayoría de los mexicanos.

Comúnmente se dice que la elección intermedia es también una aduana de evaluación al partido del presidente de la república, teniendo resultados muy diversos en el caso de nuestro país, valga citar los dos extremos históricos: la elección de 1991 y la de 1997. En la primera el ex presidente Carlos Salinas de Gortari se recuperó de la cuestionada elección de 1988, ganando 290 de los 300 distritos uninominales en disputa, y en la elección de 1997 Ernesto Zedillo Ponce de León y el PRI pierden por primera vez la mayoría en la Cámara de Diputados, dando pie al liderazgo de una mayoría opositora que se autodenominó el G4, conformada por el PRD, PAN, PT y el Verde que impusieron como presidente de la mesa directiva al aguerrido y legendario diputado Porfirio Muñoz Ledo.

Para dimensionar en su justa medida el peso institucional de la Cámara de Diputados federal, la cual no ha cambiado en su integración en las últimas tres décadas, valga hacer una breve descripción de su conformación orgánica y decir que se integra por representantes de la nación electos en su totalidad cada tres años.

Se integra por 500 diputados, 300 electos por mayoría relativa en los 300 distritos electorales del país (uninominales) y 200 electos por el sistema de representación proporcional (plurinominales). Para la integración de la Cámara ningún partido político puede contar con más de 300 diputados por ambos principios. Tampoco podrá contar con un número de diputados por ambos principios que represente un porcentaje del total de la Cámara que exceda en 8 puntos a su porcentaje de votación nacional emitida.

La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales es la que resulta de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se realiza teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de un estado pueda ser menor de dos diputados de mayoría. Tenemos casos de estados como Colima y Baja California Sur que están en este mínimo de representación, y paradójicamente cuentan con más senadores (tres) que diputados (dos). Finalmente, para la elección de los 200 diputados por el principio de representación proporcional y el sistema de listas regionales, se constituyen cinco circunscripciones electorales plurinominales en el país.

Como puede apreciarse, la Cámara de Diputados es el rostro popular del Congreso de la Unión (el Senado representa el pacto federal), y por su naturaleza tiene encomendadas tareas fundamentales para el desarrollo del país, definidas puntualmente en el artículo 74 de nuestra Constitución descritas como “Facultades exclusivas de la Cámara de Diputados”, que son las siguientes:

Expedir el bando solemne para dar a conocer la declaración de Presidente Electo que hubiere hecho el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación

  • Evaluar el desempeño de la Auditoría Superior de Fiscalización.
  • Ratificar el nombramiento del Secretario de Hacienda y Crédito Público.
  • Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos.
  • Revisar la Cuenta Pública.
  • Aprobar el Plan Nacional de Desarrollo.
  • Designar a los titulares de los órganos internos de control de los órganos constitucionales autónomos.
  • Declarar si hay o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos.
  • El nombramiento de los consejeros electorales federales.

En esta última legislatura se han aprobado temas muy relevantes, tales como 1) Definir a la corrupción como una conducta delictiva grave, 2) Proteger en la carta magna la pensión universal a adultos mayores, 3) Aprobar la reforma más extensa en materia de igualdad de género llamada “paridad en todo” y reformar la Ley General de Educación para extender la gratuidad hasta el nivel superior.

Por todo lo anterior, en la renovación de la cámara de diputados estará en juego parte del destino del país en el futuro inmediato. Esperemos que el espíritu transformador que ha hecho posible el avance de una agenda social en el poder legislativo, continúe haciendo historia para el bien de todos los mexicanos.

Culiacán Sinaloa, a 22 de marzo del 2021.

Cuídense y si pueden quédense en casa.