/ lunes 19 de octubre de 2020

La prensa, las mentiras y el “shitposting”

Los grandes periodistas han olvidado que los medios de comunicación tienen como fin informar, educar y desmentir aquella nota tendenciosa llena de amarillismo o falsedad. Esto se notó cuando en las cadenas nacionales, reporteros en tono serio, daban la nota del “Ovidio Fest”, una falsa convocatoria emitida en un grupo de Facebook llamado “Culiacán SHITPOSTING”.

Y, bueno, si no estaban enterados, aquí se los decimos: “shitposting” es una jerga de Internet que se refiere al acto de publicar contenido de calidad pobre, agresiva, inútil, sarcástica; en un foro de Internet o red social, en algunos casos para desviar las discusiones o para lograr que el sitio sea inútil para sus visitantes regulares.

Así pues, una foto editada y un párrafo que invitaba a los culiacanenses a festejar la tragedia del Jueves Negro, fue tomada en serio por los medios que se dicen los más veraces del estado. Tanto así que cuestionaron a los funcionarios cómo iban a proteger a la ciudadanía del festejo que incitaba a “echar bala”. Esto trascendió al grado de que las corporaciones de seguridad, rondaron el sábado 17 de octubre por el sector Tres Ríos, epicentro de la catástrofe del 2019.

Desde temprana hora y a un año de ese trágico 17 de octubre que enlutó Culiacán, decenas de policías estatales se desplegaron y patrullaron por la ciudad, principalmente por la zona en que se desató hace un año esa guerra sin cuartel para liberar a uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

Sin embargo, el Ovidio Fest no se realizó.

Esto es un ejemplo de cómo los medios de comunicación dejan de ser críticos por ir tras “el mitote” del momento para conseguir lecturas y promover el medio, dejando de lado todo lo que la profesión demanda.

Mientras el Ovidio Fest era anunciado con preocupación en otros estados del país y otros lugares de Latinoamérica, los jóvenes de “Culiacán shitposting” festejaban que su contenido había trascendido, burlándose de cómo la gente no distingue aún cómo funciona el internet.

Por otro lado, el movimiento de los agentes municipales y estatales para evitar que se celebrará el aniversario de la liberación del hijo del Chapo, no fue más que otro ejemplo de la falta de seriedad ante los verdaderos problemas de inseguridad que padece la capital del estado. Esa coordinación y seriedad, ha hecho falta en el transcurrir de los días violentos. Ese valor y voluntad, no se ha manifestado cuando las víctimas de violencia llaman pidiendo auxilio inmediato al 911 o cuando se desaparece una persona.

Lo dijo el gobernador Quirino Ordaz Coppel “es puro mitote”, era “cura”, de un segmento de la población que ha decidido bromear con las cicatrices de la violencia que no se toma tan en serio como los memes.

Sin embargo, algunos ciudadanos defendieron que el temor de que el crimen organizado pueda abatir una ciudad entera, sigue presente, por lo que aseguraron la necesidad de darle seguimiento a los memes y publicaciones sarcásticas del internet.

Y es que el álter ego digital de los culichis es surrealista y burlón; conflictivo y prepotente. Algo que los nativos tecnológicos saben bien y usan a su favor en la creación de contenidos para las infinitas páginas de humor negro que flotan en la superficie de Internet.

Los pubertos que redactaron ese risible post, donde se sentenciaba que uno de los premios durante el festejo sería una camioneta blindada, deben estar orgullosos de lo que ocasionaron; movilizar una horda de reporteros, con la bandera de la moralidad en el pecho, que atestaron sus respectivos portales con profundos análisis del porqué un "Ovidio Fest" era un reflejo de la decadencia de valores y otras tantas conclusiones rebuscadas que no hicieron más que poner en el radar del ridículo nacional, una vez más, a Culiacán.

Para entender un chiste tan absurdo hay que traer encima varias horas perdidas de navegación en redes, quizás es una virtud tomárselo en serio y saberse desconocedor de algo tan burdo como el shitposting o "publicaciones mierdas" a su traducción literal. Lo que si es tema para el debate es que esa corriente de reporteros emergentes, que hicieron su propio festival de falacias en sus redacciones, deben detenerse a repensar sus notas sobre fenómenos digitales con un poco más de cabeza fría; esto para no terminar haciendo de su trabajo un verdadero shitposting.

Los grandes periodistas han olvidado que los medios de comunicación tienen como fin informar, educar y desmentir aquella nota tendenciosa llena de amarillismo o falsedad. Esto se notó cuando en las cadenas nacionales, reporteros en tono serio, daban la nota del “Ovidio Fest”, una falsa convocatoria emitida en un grupo de Facebook llamado “Culiacán SHITPOSTING”.

Y, bueno, si no estaban enterados, aquí se los decimos: “shitposting” es una jerga de Internet que se refiere al acto de publicar contenido de calidad pobre, agresiva, inútil, sarcástica; en un foro de Internet o red social, en algunos casos para desviar las discusiones o para lograr que el sitio sea inútil para sus visitantes regulares.

Así pues, una foto editada y un párrafo que invitaba a los culiacanenses a festejar la tragedia del Jueves Negro, fue tomada en serio por los medios que se dicen los más veraces del estado. Tanto así que cuestionaron a los funcionarios cómo iban a proteger a la ciudadanía del festejo que incitaba a “echar bala”. Esto trascendió al grado de que las corporaciones de seguridad, rondaron el sábado 17 de octubre por el sector Tres Ríos, epicentro de la catástrofe del 2019.

Desde temprana hora y a un año de ese trágico 17 de octubre que enlutó Culiacán, decenas de policías estatales se desplegaron y patrullaron por la ciudad, principalmente por la zona en que se desató hace un año esa guerra sin cuartel para liberar a uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

Sin embargo, el Ovidio Fest no se realizó.

Esto es un ejemplo de cómo los medios de comunicación dejan de ser críticos por ir tras “el mitote” del momento para conseguir lecturas y promover el medio, dejando de lado todo lo que la profesión demanda.

Mientras el Ovidio Fest era anunciado con preocupación en otros estados del país y otros lugares de Latinoamérica, los jóvenes de “Culiacán shitposting” festejaban que su contenido había trascendido, burlándose de cómo la gente no distingue aún cómo funciona el internet.

Por otro lado, el movimiento de los agentes municipales y estatales para evitar que se celebrará el aniversario de la liberación del hijo del Chapo, no fue más que otro ejemplo de la falta de seriedad ante los verdaderos problemas de inseguridad que padece la capital del estado. Esa coordinación y seriedad, ha hecho falta en el transcurrir de los días violentos. Ese valor y voluntad, no se ha manifestado cuando las víctimas de violencia llaman pidiendo auxilio inmediato al 911 o cuando se desaparece una persona.

Lo dijo el gobernador Quirino Ordaz Coppel “es puro mitote”, era “cura”, de un segmento de la población que ha decidido bromear con las cicatrices de la violencia que no se toma tan en serio como los memes.

Sin embargo, algunos ciudadanos defendieron que el temor de que el crimen organizado pueda abatir una ciudad entera, sigue presente, por lo que aseguraron la necesidad de darle seguimiento a los memes y publicaciones sarcásticas del internet.

Y es que el álter ego digital de los culichis es surrealista y burlón; conflictivo y prepotente. Algo que los nativos tecnológicos saben bien y usan a su favor en la creación de contenidos para las infinitas páginas de humor negro que flotan en la superficie de Internet.

Los pubertos que redactaron ese risible post, donde se sentenciaba que uno de los premios durante el festejo sería una camioneta blindada, deben estar orgullosos de lo que ocasionaron; movilizar una horda de reporteros, con la bandera de la moralidad en el pecho, que atestaron sus respectivos portales con profundos análisis del porqué un "Ovidio Fest" era un reflejo de la decadencia de valores y otras tantas conclusiones rebuscadas que no hicieron más que poner en el radar del ridículo nacional, una vez más, a Culiacán.

Para entender un chiste tan absurdo hay que traer encima varias horas perdidas de navegación en redes, quizás es una virtud tomárselo en serio y saberse desconocedor de algo tan burdo como el shitposting o "publicaciones mierdas" a su traducción literal. Lo que si es tema para el debate es que esa corriente de reporteros emergentes, que hicieron su propio festival de falacias en sus redacciones, deben detenerse a repensar sus notas sobre fenómenos digitales con un poco más de cabeza fría; esto para no terminar haciendo de su trabajo un verdadero shitposting.