/ miércoles 1 de noviembre de 2023

La pasarela de alzar la mano en Morena

Tan pronto como se estableció la convocatoria para las candidaturas a diputaciones federales y a las senadurías por Morena, de inmediato vino la pasarela de manos levantadas o brazos derrotados en quienes ya ahorita ostentan un cargo.

No son pocos los que no los debe ni calentar el sol. Para empezar Feliciano Castro, de quien se dijo sostuvo o sostendrá una reunión con Gerardo Vargas Landeros para lamerse las heridas, de que el gobernador Rubén Rocha Moya ni siquiera les permitió medirse con Enrique Inzunza Cázares, quien va solo para competir por el escaño del Senado.

Lo cierto es que, según dice el “runrun” político, en el Tercer Piso no están contentos en la ambición desmedida de estos personajes venidos a menos. Gerardo parece que se aferrará a la alcaldía de Ahome por un segundo periodo y lo mismo el presidente de la Jucopo, cuyas intrigas en la Sepyc no le alcanzaron para que Graciela Domínguez Nava también se anotara para el Senado.

Pero Feliciano Castro tiene dificultades para remontar un segundo triunfo en el distrito 13 por el que ganó a duras penas en el 2021, hoy que pudiera buscar al mismo electorado, ¿podrá decir el pueblo que su diputado le cumplió con las gestiones pertinentes?

Del lado de las mujeres, Tere Guerra ya anunció que “de momento no va”. ¿Sí podemos esperar en otro momento, para otra posición política? Graciela Domínguez, María Inés Pérez y otras mujeres ya se decantaron por la diputación federal.

La pasarela es frenética, como si todas y todos hayan cumplido a cabalidad con sus encomiendas, como si fueran un dechado de virtudes para gestionarle a la ciudadanía. ¿En serio que Ambrosio Chávez, Serapio Vargas y compañía quien otra vez competir para no hacer nada cuando lleguen? A las pruebas nos remitimos, son diputados que no han generado trabajo en beneficio del pueblo, se la pasaron en grillas y es más, Ambrosio ni siquiera pudo sacar adelante la campaña de Adán Augusto López. Al final parecía más del lado de Claudia Sheimbaun que del exsecretario de Gobernación, que por otro lado nunca lo peló. En fin.

La mesa está dispuesta para la rebatinga. ¿Quieren hacer apuestas o ahí la dejamos?

UAS, segunda llamada

Este miércoles Robespierre Lizárraga Otero está llamado al juzgado para “revisión de medidas” por el auto de vinculación por el tema de “abuso de autoridad” que tiene en proceso. Lo pueden destituir en este momento en que al interior de la UAS se vive el cambio de Consejo Universitario.

Una jugada maestra sería que, caído Robespierre, el gobierno ponga al rector de su conveniencia, logre arrebatar el control del Consejo Universitario y transitar en 2024 con una “administración rochista”. Todo puede suceder, los tiempos cambian muy rápido, al paso que vamos en 2024 todos nuestros problemas con la corrupción van a terminar y el pueblo será feliz, feliz, feliz.

Por eso el cuenismo trae un operativo para no dejar pasar a ninguna planilla debidamente palomeada, para que el Consejo siga en manos de quien dirige la Universidad. Por aquí y por allá, el paso arde.

La oposición ni sus luces

Y a todo esto, ¿la oposición del Frente Amplio en qué andará?

Tan pronto como se estableció la convocatoria para las candidaturas a diputaciones federales y a las senadurías por Morena, de inmediato vino la pasarela de manos levantadas o brazos derrotados en quienes ya ahorita ostentan un cargo.

No son pocos los que no los debe ni calentar el sol. Para empezar Feliciano Castro, de quien se dijo sostuvo o sostendrá una reunión con Gerardo Vargas Landeros para lamerse las heridas, de que el gobernador Rubén Rocha Moya ni siquiera les permitió medirse con Enrique Inzunza Cázares, quien va solo para competir por el escaño del Senado.

Lo cierto es que, según dice el “runrun” político, en el Tercer Piso no están contentos en la ambición desmedida de estos personajes venidos a menos. Gerardo parece que se aferrará a la alcaldía de Ahome por un segundo periodo y lo mismo el presidente de la Jucopo, cuyas intrigas en la Sepyc no le alcanzaron para que Graciela Domínguez Nava también se anotara para el Senado.

Pero Feliciano Castro tiene dificultades para remontar un segundo triunfo en el distrito 13 por el que ganó a duras penas en el 2021, hoy que pudiera buscar al mismo electorado, ¿podrá decir el pueblo que su diputado le cumplió con las gestiones pertinentes?

Del lado de las mujeres, Tere Guerra ya anunció que “de momento no va”. ¿Sí podemos esperar en otro momento, para otra posición política? Graciela Domínguez, María Inés Pérez y otras mujeres ya se decantaron por la diputación federal.

La pasarela es frenética, como si todas y todos hayan cumplido a cabalidad con sus encomiendas, como si fueran un dechado de virtudes para gestionarle a la ciudadanía. ¿En serio que Ambrosio Chávez, Serapio Vargas y compañía quien otra vez competir para no hacer nada cuando lleguen? A las pruebas nos remitimos, son diputados que no han generado trabajo en beneficio del pueblo, se la pasaron en grillas y es más, Ambrosio ni siquiera pudo sacar adelante la campaña de Adán Augusto López. Al final parecía más del lado de Claudia Sheimbaun que del exsecretario de Gobernación, que por otro lado nunca lo peló. En fin.

La mesa está dispuesta para la rebatinga. ¿Quieren hacer apuestas o ahí la dejamos?

UAS, segunda llamada

Este miércoles Robespierre Lizárraga Otero está llamado al juzgado para “revisión de medidas” por el auto de vinculación por el tema de “abuso de autoridad” que tiene en proceso. Lo pueden destituir en este momento en que al interior de la UAS se vive el cambio de Consejo Universitario.

Una jugada maestra sería que, caído Robespierre, el gobierno ponga al rector de su conveniencia, logre arrebatar el control del Consejo Universitario y transitar en 2024 con una “administración rochista”. Todo puede suceder, los tiempos cambian muy rápido, al paso que vamos en 2024 todos nuestros problemas con la corrupción van a terminar y el pueblo será feliz, feliz, feliz.

Por eso el cuenismo trae un operativo para no dejar pasar a ninguna planilla debidamente palomeada, para que el Consejo siga en manos de quien dirige la Universidad. Por aquí y por allá, el paso arde.

La oposición ni sus luces

Y a todo esto, ¿la oposición del Frente Amplio en qué andará?