/ domingo 17 de octubre de 2021

La historia del fútbol en Sinaloa

Como lo comenté durante la semana, en esta ocasión dejaré atrás la costumbre de no sentarme domingo alguno frente a este aparato llamada computadora, que hace mucho sustituyó a las viejas Olivetti y Remington, para entrar a la era da esta fantástica tecnología, cuyos avances cada día son más sofisticados y nos permiten realizar nuestro trabajo de mejor manera. Elegí el domingo, porque nos parece un día en la que la gente puede leer más si prisas, el objetivo es para darle a conocer a todos los lectores un proyecto personal, pero de interés general para el balompié sinaloense. Más aun en este espacio que nació hace más de 50 años en EL SOL DE SINALOA y publicado actualmente en diversos portales de amigos jóvenes, quienes son ahora dueños de esta llamada etapa digital periodística, desde luego, también aprovechando las redes sociales, la envío vía Facebook y personalmente a muchos amigos amantes del fútbol.

En enero de 2020, un amigo personal, primero y luego otro entrañable colega, me hicieron el comentario del porque no tomarle la palabra a quien habló sobre profundizar más sobre la historia del fútbol en Culiacán, especialmente porque sin tener quien me mande, es decir, sin la obligación de trabajar como lo hice por más de cuatro décadas con una sola camiseta. “Tómalo como pasa tiempo, como terapia ocupacional”, me señaló uno de ellos, y agregó. “tú tienen en tus manos mucho de la historia del fútbol de Culiacán, lo has vivido y más atrás pues tienes tiempo para el trabajo de investigación”.

La verdad, lo pensé durante un par de semanas. ¿La razón?, bueno, no soy de los que toman un compromiso y a mitad del camino dejen la labor iniciada y para un trabajo como el que demanda investigar sabía en lo que me iba a meter puesto que, en la última etapa como periodista de ese diario, mi “fuerte” fueron precisamente los reportajes especiales que requerían de mucha investigación.

Pero, finalmente, me dije: ¿Por qué no? Mire usted, en lo personal no estoy de acuerdo que un periodista culmine su trayectoria escribiendo un libro: en primer lugar, porque no a todos se les da la facilidad y en segundo, no por ello el trabajo del pasado también no queda como un legado para la sociedad, mucho más allá del trabajo reporteril del que nadie que se precie de ser periodista debe pasar por él porque es el inicio de un largo aprendizaje.

Así las cosas, luego de un año con 8 meses, ya puedo anunciar que, en el 2022, presentaré el libro titulado: Un Siglo del Fútbol en Sinaloa. No les voy a dar santo y seña del porque el título, la idea es presentarlo y que los lectores descubran no solo ese detalle sino muchos más de toda la entidad. Al inicio, pensé en enfocarme exclusivamente a nuestra capital puesto que tenía a la mano todos los elementos para un trabajo, digamos, más cómodo; pero un solo dato, un pequeño gran detalle, me impulsó a investigar en los municipios más importantes, desde el punto de vista futbolístico y ya no paré.

Me vi en la necesidad de tejer toda una red de investigación en los municipios de Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Culiacán, Mazatlán (que abarca Escuinapa y Concordia). Grandes amigos se convirtieron en colaboradores de esa misión, sus nombres a su debido tiempo los daré a conocer. El resultado fue entrevistar a más de 60 personas, unas a través de la vía telefónica, con grabadora profesional a la mano, otras frente a frente y algunas más vía preguntas por correo electrónico. Algunos de los entrevistados con más de 80 años de historia, otros con menos, pero del mismo modo con importante aportación. Súmele usted 14 fuentes más de información de archivos personales e instituciones que nos proporcionaron datos fidedignos, demostrables y, además, fuentes de 14 libros. De estos, de las fuentes o archivos y de las entrevistas, daré nombres al final del libro, cuyo rigor literario estará fuera de duda, gracias a la asesoría de un especialista, cuyo nombre también daré a conocer en su momento.

Desde luego, falta camino por recorrer. Actualmente está ya en el área de diseño, situación que se ha convertido en un dolor de cabeza para mí, por aquello del material fotográfico, no solo por basto, sino porque muchas fotos son copias de otras y otras son copias de periódicos. Desafortunadamente quedarán muchas fuera, no solo por los costos, sino porque su restauración no fue posible darle mejor “vista”. En fin, muchas recomendaciones de nuestro asesor de “tesis”.

Pero no es todo, más allá de la inversión debido a nuestros viajes al norte, centro y sur del estado, pasajes, hoteles y alimentación, que es lo de menos, falta encontrar el camino para ver por donde nos vamos hacia el financiamiento de la etapa final: la producción, la impresión pues. S e trata de más de 260 páginas en las que incluiremos 16 capítulos, más el prólogo que nos hará el favor de escribir nada menos que Jorge Luis Telles, la presentación a mi cargo y la historia que consistirá en lo siguiente:

Capítulo I: El Origen de todo. Capítulo II: “Extranjeros” en el fútbol de Culiacán. Capítulo III: La primera fuerza de la cima al declive. Capitulo IV: Costa Rica: sinónimo de fútbol. Capítulo V: El superclásico Princess -UAS. Capítulo VI: El fútbol en otros municipios. Capítulo VII: Del Universitario al Banorte. Capítulo VIII: El fútbol femenil. Capítulo IX: El fútbol de veteranos. Capítulo X: Llegó el fútbol profesional. Capitulo XI: Los hombres de negro, hoy de todos colores. Capítulo XIII: Los directivos. Capítulo XIV: Los cronistas deportivos. Capítulo XV: Mi experiencia mundialista. Capítulo XVI: Fútbol: Sociedad, cultura.

Para terminar: cuando cito la palabra inversión, es solo para darle la idea de lo que implica aceptar un proyecto como este. En lo personal, no es mi idea hacer de esto un negocio, no deseo absolutamente para nada obtener un solo centavo de ganancia. La idea es integrar un comité de financiamiento y fiscalización, cuya tarea sería buscar la manera de que una institución o gente cuya filantropía es manifiesta para hacer realidad la impresión del libro. La idea es de venderlo, desde luego, pero lo recaudado, entregarlo a instituciones de asistencia privada que requieran de apoyo para sus necesidades. Tal vez sea un mejoralito, pero algo es algo. Por lo tanto, se aceptan algo más que ideas. Luego daremos a conocer a quienes integren este comité.

Como lo comenté durante la semana, en esta ocasión dejaré atrás la costumbre de no sentarme domingo alguno frente a este aparato llamada computadora, que hace mucho sustituyó a las viejas Olivetti y Remington, para entrar a la era da esta fantástica tecnología, cuyos avances cada día son más sofisticados y nos permiten realizar nuestro trabajo de mejor manera. Elegí el domingo, porque nos parece un día en la que la gente puede leer más si prisas, el objetivo es para darle a conocer a todos los lectores un proyecto personal, pero de interés general para el balompié sinaloense. Más aun en este espacio que nació hace más de 50 años en EL SOL DE SINALOA y publicado actualmente en diversos portales de amigos jóvenes, quienes son ahora dueños de esta llamada etapa digital periodística, desde luego, también aprovechando las redes sociales, la envío vía Facebook y personalmente a muchos amigos amantes del fútbol.

En enero de 2020, un amigo personal, primero y luego otro entrañable colega, me hicieron el comentario del porque no tomarle la palabra a quien habló sobre profundizar más sobre la historia del fútbol en Culiacán, especialmente porque sin tener quien me mande, es decir, sin la obligación de trabajar como lo hice por más de cuatro décadas con una sola camiseta. “Tómalo como pasa tiempo, como terapia ocupacional”, me señaló uno de ellos, y agregó. “tú tienen en tus manos mucho de la historia del fútbol de Culiacán, lo has vivido y más atrás pues tienes tiempo para el trabajo de investigación”.

La verdad, lo pensé durante un par de semanas. ¿La razón?, bueno, no soy de los que toman un compromiso y a mitad del camino dejen la labor iniciada y para un trabajo como el que demanda investigar sabía en lo que me iba a meter puesto que, en la última etapa como periodista de ese diario, mi “fuerte” fueron precisamente los reportajes especiales que requerían de mucha investigación.

Pero, finalmente, me dije: ¿Por qué no? Mire usted, en lo personal no estoy de acuerdo que un periodista culmine su trayectoria escribiendo un libro: en primer lugar, porque no a todos se les da la facilidad y en segundo, no por ello el trabajo del pasado también no queda como un legado para la sociedad, mucho más allá del trabajo reporteril del que nadie que se precie de ser periodista debe pasar por él porque es el inicio de un largo aprendizaje.

Así las cosas, luego de un año con 8 meses, ya puedo anunciar que, en el 2022, presentaré el libro titulado: Un Siglo del Fútbol en Sinaloa. No les voy a dar santo y seña del porque el título, la idea es presentarlo y que los lectores descubran no solo ese detalle sino muchos más de toda la entidad. Al inicio, pensé en enfocarme exclusivamente a nuestra capital puesto que tenía a la mano todos los elementos para un trabajo, digamos, más cómodo; pero un solo dato, un pequeño gran detalle, me impulsó a investigar en los municipios más importantes, desde el punto de vista futbolístico y ya no paré.

Me vi en la necesidad de tejer toda una red de investigación en los municipios de Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Culiacán, Mazatlán (que abarca Escuinapa y Concordia). Grandes amigos se convirtieron en colaboradores de esa misión, sus nombres a su debido tiempo los daré a conocer. El resultado fue entrevistar a más de 60 personas, unas a través de la vía telefónica, con grabadora profesional a la mano, otras frente a frente y algunas más vía preguntas por correo electrónico. Algunos de los entrevistados con más de 80 años de historia, otros con menos, pero del mismo modo con importante aportación. Súmele usted 14 fuentes más de información de archivos personales e instituciones que nos proporcionaron datos fidedignos, demostrables y, además, fuentes de 14 libros. De estos, de las fuentes o archivos y de las entrevistas, daré nombres al final del libro, cuyo rigor literario estará fuera de duda, gracias a la asesoría de un especialista, cuyo nombre también daré a conocer en su momento.

Desde luego, falta camino por recorrer. Actualmente está ya en el área de diseño, situación que se ha convertido en un dolor de cabeza para mí, por aquello del material fotográfico, no solo por basto, sino porque muchas fotos son copias de otras y otras son copias de periódicos. Desafortunadamente quedarán muchas fuera, no solo por los costos, sino porque su restauración no fue posible darle mejor “vista”. En fin, muchas recomendaciones de nuestro asesor de “tesis”.

Pero no es todo, más allá de la inversión debido a nuestros viajes al norte, centro y sur del estado, pasajes, hoteles y alimentación, que es lo de menos, falta encontrar el camino para ver por donde nos vamos hacia el financiamiento de la etapa final: la producción, la impresión pues. S e trata de más de 260 páginas en las que incluiremos 16 capítulos, más el prólogo que nos hará el favor de escribir nada menos que Jorge Luis Telles, la presentación a mi cargo y la historia que consistirá en lo siguiente:

Capítulo I: El Origen de todo. Capítulo II: “Extranjeros” en el fútbol de Culiacán. Capítulo III: La primera fuerza de la cima al declive. Capitulo IV: Costa Rica: sinónimo de fútbol. Capítulo V: El superclásico Princess -UAS. Capítulo VI: El fútbol en otros municipios. Capítulo VII: Del Universitario al Banorte. Capítulo VIII: El fútbol femenil. Capítulo IX: El fútbol de veteranos. Capítulo X: Llegó el fútbol profesional. Capitulo XI: Los hombres de negro, hoy de todos colores. Capítulo XIII: Los directivos. Capítulo XIV: Los cronistas deportivos. Capítulo XV: Mi experiencia mundialista. Capítulo XVI: Fútbol: Sociedad, cultura.

Para terminar: cuando cito la palabra inversión, es solo para darle la idea de lo que implica aceptar un proyecto como este. En lo personal, no es mi idea hacer de esto un negocio, no deseo absolutamente para nada obtener un solo centavo de ganancia. La idea es integrar un comité de financiamiento y fiscalización, cuya tarea sería buscar la manera de que una institución o gente cuya filantropía es manifiesta para hacer realidad la impresión del libro. La idea es de venderlo, desde luego, pero lo recaudado, entregarlo a instituciones de asistencia privada que requieran de apoyo para sus necesidades. Tal vez sea un mejoralito, pero algo es algo. Por lo tanto, se aceptan algo más que ideas. Luego daremos a conocer a quienes integren este comité.