/ viernes 4 de agosto de 2017

La Cultura como elemento de desarrollo de la ciudad

 Malecón| Joél Isaías Barraza Verduzco

El programa de mejoramiento de las tuberías de agua y drenaje, de alumbrado público, de banquetas y vialidades, y el esfuerzo realizado para empedrar y adoquinar las calles del Centro Histórico, son pasos fundamentales en el proyecto de Mazatlán como Centro Cultural.

Las infraestructuras culturales actúan como focos generadores de iniciativas y desarrollan sus funciones en un entorno urbano que es determinante.

En muchas urbes, el Centro Histórico suele ser un área socialmente deprimida, con economía marginal e informal, que se implanta sobre el tejido urbano y entre el sector comercial, heredero en parte de una estructura gremial.

La cultura es uno de los elementos de desarrollo de la ciudad y, como tal, demanda de la interacción de agentes políticos, sociales y económicos, que transformen las iniciativas culturales en proyectos de desarrollo integral.

Se requiere de una planificación general en la que los planes directores tomen en cuenta desde las intervenciones urbanísticas, hasta la creación de alianzas para proporcionar créditos blandos, a fin de modernizar los comercios y proporcionar una oferta de vivienda de calidad, que evite el despoblamiento del Centro Histórico a partir del cierre de los negocios.

Las mejores infraestructuras culturales de cualquier Centro Histórico pueden caer en situación crítica, si el público cautivo enfrenta dificultades para poder llegar a sus instalaciones, ya sea porque no hay suficiente transporte y fluidez, porque están bloqueadas por vendedores ambulantes durante el día o por toneladas de basura por las noches.

Por eso, las políticas culturales marcan lineamientos que afectan ineludiblemente al desarrollo de la ciudad y de las sociedades que las habitan.

Siendo así, de suma importancia, hasta elegir un monumento histórico en estado crítico (ejemplo: “Casa del Marino”) para recuperarlo e integrar la preservación del patrimonio y el desarrollo de esta iniciativa en la cooperación cultural.

No existen parámetros únicos de desarrollo asociados a la cultura ni modelos susceptibles de ser aplicados de modo exclusivo, debemos usar el conocimiento y la imaginación.

Se puede considerar que un centro cultural es una infraestructura de amplio espectro, que se manifiesta como importante agente de desarrollo del Centro Histórico de la ciudad, una vez considerados los siguientes aspectos:

- Es un espacio de agregación; al ser especialmente significativa la ubicación en una zona de la ciudad que despierta una reticencia obvia por parte de grandes sectores de la población, debido a la existencia de grandes manchas de casas deshabitadas, inseguridad, rincones oscuros, falta de estacionamientos, etc.

- Es un espacio de socialización; con acceso a todos los públicos; no existe reserva ni restricciones de admisión y el acceso es libre y gratuito.

- Es un espacio de interacción; pues se ofrecen múltiples posibilidades para que el visitante interactúe, desde las instalaciones de artistas hasta computadoras, bibliotecas, salas de lectura, etc.

- Es un espacio de interrelación; con sujetos que participan de la misma experiencia.

El Centro Cultural, para aplicar el modelo de gestión requiere identificar al conjunto de actores que inciden en el rescate del Centro Histórico, de tal manera que pueda reconocerse al interlocutor más pertinente.

Se nos recomienda sobre todo establecer una “entidad directora”, con autoridad legal suficiente para conducir los procesos, con la responsabilidad de conciliar y pactar con los sujetos de patrimonio que tienen competencia sobre el territorio, pero también con la posibilidad de tomar decisiones en casos donde, agotados los mecanismos que se establezcan, no se llegue a acuerdo.

Esta “entidad” debe estar compuesta por cuatro entidades especializadas:

- Plan Maestro; que dicta las pautas del desarrollo integral, concilia los planes y programas, coordina y negocia con los diferentes actores, realiza estudios de factibilidad y busca posibles financiadores asociados.

- Casa Matriz; que hace las veces de un banco que administra los recursos de la “entidad directora” (financieros, inmobiliarios, etc.)

- Dirección de Patrimonio Cultural; que coordina y desarrolla las investigaciones y los programas culturales y divulga a través de medios masivos y especializados de difusión lo que ocurre en el Centro Histórico.

- Sistema Empresarial; es el que explota o se asocia para la explotación de determinados sectores productivos relacionados con las industrias culturales y el turismo que le es afín.

Ahora, en estos días de cambios de formas y contenidos; ¿podrá ser el Instituto Sinaloense de Cultura, como Centro Cultural con la suficiente infraestructura de amplio espectro esa “entidad directora” o especializada? ¿Podrá el ISIC, cobijado por la voluntad cultural del Gobernador del Estado y la Ley Estatal de Cultura, tomar al fin ese liderazgo tan necesario en la definición de la administración y conservación de nuestro Patrimonio Cultural, como polo de desarrollo sostenible de la sociedad sinaloense? Esperemos hechos, después de largos discursos e infinitos ríos de palabras.

“El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.”

malecon@live.com.mx

 Malecón| Joél Isaías Barraza Verduzco

El programa de mejoramiento de las tuberías de agua y drenaje, de alumbrado público, de banquetas y vialidades, y el esfuerzo realizado para empedrar y adoquinar las calles del Centro Histórico, son pasos fundamentales en el proyecto de Mazatlán como Centro Cultural.

Las infraestructuras culturales actúan como focos generadores de iniciativas y desarrollan sus funciones en un entorno urbano que es determinante.

En muchas urbes, el Centro Histórico suele ser un área socialmente deprimida, con economía marginal e informal, que se implanta sobre el tejido urbano y entre el sector comercial, heredero en parte de una estructura gremial.

La cultura es uno de los elementos de desarrollo de la ciudad y, como tal, demanda de la interacción de agentes políticos, sociales y económicos, que transformen las iniciativas culturales en proyectos de desarrollo integral.

Se requiere de una planificación general en la que los planes directores tomen en cuenta desde las intervenciones urbanísticas, hasta la creación de alianzas para proporcionar créditos blandos, a fin de modernizar los comercios y proporcionar una oferta de vivienda de calidad, que evite el despoblamiento del Centro Histórico a partir del cierre de los negocios.

Las mejores infraestructuras culturales de cualquier Centro Histórico pueden caer en situación crítica, si el público cautivo enfrenta dificultades para poder llegar a sus instalaciones, ya sea porque no hay suficiente transporte y fluidez, porque están bloqueadas por vendedores ambulantes durante el día o por toneladas de basura por las noches.

Por eso, las políticas culturales marcan lineamientos que afectan ineludiblemente al desarrollo de la ciudad y de las sociedades que las habitan.

Siendo así, de suma importancia, hasta elegir un monumento histórico en estado crítico (ejemplo: “Casa del Marino”) para recuperarlo e integrar la preservación del patrimonio y el desarrollo de esta iniciativa en la cooperación cultural.

No existen parámetros únicos de desarrollo asociados a la cultura ni modelos susceptibles de ser aplicados de modo exclusivo, debemos usar el conocimiento y la imaginación.

Se puede considerar que un centro cultural es una infraestructura de amplio espectro, que se manifiesta como importante agente de desarrollo del Centro Histórico de la ciudad, una vez considerados los siguientes aspectos:

- Es un espacio de agregación; al ser especialmente significativa la ubicación en una zona de la ciudad que despierta una reticencia obvia por parte de grandes sectores de la población, debido a la existencia de grandes manchas de casas deshabitadas, inseguridad, rincones oscuros, falta de estacionamientos, etc.

- Es un espacio de socialización; con acceso a todos los públicos; no existe reserva ni restricciones de admisión y el acceso es libre y gratuito.

- Es un espacio de interacción; pues se ofrecen múltiples posibilidades para que el visitante interactúe, desde las instalaciones de artistas hasta computadoras, bibliotecas, salas de lectura, etc.

- Es un espacio de interrelación; con sujetos que participan de la misma experiencia.

El Centro Cultural, para aplicar el modelo de gestión requiere identificar al conjunto de actores que inciden en el rescate del Centro Histórico, de tal manera que pueda reconocerse al interlocutor más pertinente.

Se nos recomienda sobre todo establecer una “entidad directora”, con autoridad legal suficiente para conducir los procesos, con la responsabilidad de conciliar y pactar con los sujetos de patrimonio que tienen competencia sobre el territorio, pero también con la posibilidad de tomar decisiones en casos donde, agotados los mecanismos que se establezcan, no se llegue a acuerdo.

Esta “entidad” debe estar compuesta por cuatro entidades especializadas:

- Plan Maestro; que dicta las pautas del desarrollo integral, concilia los planes y programas, coordina y negocia con los diferentes actores, realiza estudios de factibilidad y busca posibles financiadores asociados.

- Casa Matriz; que hace las veces de un banco que administra los recursos de la “entidad directora” (financieros, inmobiliarios, etc.)

- Dirección de Patrimonio Cultural; que coordina y desarrolla las investigaciones y los programas culturales y divulga a través de medios masivos y especializados de difusión lo que ocurre en el Centro Histórico.

- Sistema Empresarial; es el que explota o se asocia para la explotación de determinados sectores productivos relacionados con las industrias culturales y el turismo que le es afín.

Ahora, en estos días de cambios de formas y contenidos; ¿podrá ser el Instituto Sinaloense de Cultura, como Centro Cultural con la suficiente infraestructura de amplio espectro esa “entidad directora” o especializada? ¿Podrá el ISIC, cobijado por la voluntad cultural del Gobernador del Estado y la Ley Estatal de Cultura, tomar al fin ese liderazgo tan necesario en la definición de la administración y conservación de nuestro Patrimonio Cultural, como polo de desarrollo sostenible de la sociedad sinaloense? Esperemos hechos, después de largos discursos e infinitos ríos de palabras.

“El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.”

malecon@live.com.mx

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