/ lunes 10 de agosto de 2020

La caja de cristal de Ramírez Cuellar



Con la asistencia de los integrantes de solo un bloque de los dos que se disputan la candidatura al Gobierno del Estado, la reunión que presidió ayer en Culiacán, el dirigente mexicano de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar no correspondió a un escenario que se precia en la supuesta unidad en la que cohabitan las distintas corrientes.

Los indicativos del acto que se desarrolló en uno de los salones de un céntrico hotel de la capital sinaloense, llevaron a considerar que la mesa hacia el proceso electoral del 2021, estuvo servida para uno de los aspirantes.

No apareció por ningún lado el alcalde de Mazatlán que encabeza una de las fuerzas que testifica el alto grado de divisionismo. Guillermo Benitez y tampoco José Jaime Montes, delegado de Programas Sociales Federales, que lo secunda, se asomaron. O simplemente no los invitaron.

Al contrario, muy cerca del directivo morenista en el país, el senador Rubén Rocha Moya, quien ya en la conferencia de prensa que se ofreció a los medios de comunicación locales, fue uno de los más buscados para que hablara de sus pretensiones.

Como que algo entendieron los reporteros en el mensaje del visitante para volcarse sobre el ex coordinador de Asesores del gobernador Quirino Ordaz Coppel, que sin exaltarse mucho se defendió al regresar como boomerang lo que le preguntaron: ¿cuándo he levantado la mano?

Enseguida aplastó como si remachara algo: “Soy legislador”. Dio a entender que en esa calidad acudió al evento y no como candidateable. Y recordó que también estuvo el presidente municipal culiacanense, quien aspira a la silla de Sinaloa.

Ello lo repelió luego de que los periodistas le hicieron notar que le prepararon todo.

A pregunta expresa de uno de los comunicadores, les refutó que ¡no inventen!, al instante en que le hablaron sobre las confrontaciones al interior del morenismo y dijo en punto justo: “son discrepancias”.

Rápido expuso que éstas se dan en todos los partidos y llamo a imaginarse que no hubiera diversidad de posturas u opiniones.

Mientras en el exterior del edificio donde se realizó el encuentro con la clase política de Movimiento de Regeneración Nacional, el ejemplo de las pugnas que no se terminan lo protagonizaban militantes, que se rumoró, los mando el edil mazatleco y su gente para que no se olviden que están vigentes.

Antes, el directivo del Comité Ejecutivo Nacional enmarcó que se centran en programar y procesar las reuniones distritales, de los consejos estatales y nacionales, rumbo al nombramiento de los líderes partidistas.

Para posteriormente entrar al campo electoral de nominación de abanderados a gubernaturas, diputados federales y locales. Y finalmente a las alcaldías.

Para este caso alegó, que cuenta con una caja de cristal en la que se actuará con legalidad y transparencia para cumplir con la sentencia, primero, de reordenar al instituto partidista, que emitió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y luego de ir a las elecciones.

En las que cuidarán a través del método de encuestas, que los candidatos sean militantes, porque no permitirán que ni priistas ni panistas se inmiscuyan en el suceso electivo, -como lo intentan-, porque en la cuadra de Morena hay prospectos de mucha calidad para ganar todas las posiciones en juego el próximo año. Con más del 50 por ciento de las votos que se emitan.

Sin embargo, no pudo disipar la duda cuando a parte, Rubén Rocha Moya estableció que podrán aspirar no solamente militantes sino todo aquel que participa en el Movimiento de Regeneración Nacional, como es su caso.

La duda está en si la vitrina a la que aludió Alfonso Ramírez Cuellar, en la que se batirá el proceso interno, podrá resistir con la fragilidad que porta el vidrio, si no está bien fundido y trabajado.



Con la asistencia de los integrantes de solo un bloque de los dos que se disputan la candidatura al Gobierno del Estado, la reunión que presidió ayer en Culiacán, el dirigente mexicano de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar no correspondió a un escenario que se precia en la supuesta unidad en la que cohabitan las distintas corrientes.

Los indicativos del acto que se desarrolló en uno de los salones de un céntrico hotel de la capital sinaloense, llevaron a considerar que la mesa hacia el proceso electoral del 2021, estuvo servida para uno de los aspirantes.

No apareció por ningún lado el alcalde de Mazatlán que encabeza una de las fuerzas que testifica el alto grado de divisionismo. Guillermo Benitez y tampoco José Jaime Montes, delegado de Programas Sociales Federales, que lo secunda, se asomaron. O simplemente no los invitaron.

Al contrario, muy cerca del directivo morenista en el país, el senador Rubén Rocha Moya, quien ya en la conferencia de prensa que se ofreció a los medios de comunicación locales, fue uno de los más buscados para que hablara de sus pretensiones.

Como que algo entendieron los reporteros en el mensaje del visitante para volcarse sobre el ex coordinador de Asesores del gobernador Quirino Ordaz Coppel, que sin exaltarse mucho se defendió al regresar como boomerang lo que le preguntaron: ¿cuándo he levantado la mano?

Enseguida aplastó como si remachara algo: “Soy legislador”. Dio a entender que en esa calidad acudió al evento y no como candidateable. Y recordó que también estuvo el presidente municipal culiacanense, quien aspira a la silla de Sinaloa.

Ello lo repelió luego de que los periodistas le hicieron notar que le prepararon todo.

A pregunta expresa de uno de los comunicadores, les refutó que ¡no inventen!, al instante en que le hablaron sobre las confrontaciones al interior del morenismo y dijo en punto justo: “son discrepancias”.

Rápido expuso que éstas se dan en todos los partidos y llamo a imaginarse que no hubiera diversidad de posturas u opiniones.

Mientras en el exterior del edificio donde se realizó el encuentro con la clase política de Movimiento de Regeneración Nacional, el ejemplo de las pugnas que no se terminan lo protagonizaban militantes, que se rumoró, los mando el edil mazatleco y su gente para que no se olviden que están vigentes.

Antes, el directivo del Comité Ejecutivo Nacional enmarcó que se centran en programar y procesar las reuniones distritales, de los consejos estatales y nacionales, rumbo al nombramiento de los líderes partidistas.

Para posteriormente entrar al campo electoral de nominación de abanderados a gubernaturas, diputados federales y locales. Y finalmente a las alcaldías.

Para este caso alegó, que cuenta con una caja de cristal en la que se actuará con legalidad y transparencia para cumplir con la sentencia, primero, de reordenar al instituto partidista, que emitió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y luego de ir a las elecciones.

En las que cuidarán a través del método de encuestas, que los candidatos sean militantes, porque no permitirán que ni priistas ni panistas se inmiscuyan en el suceso electivo, -como lo intentan-, porque en la cuadra de Morena hay prospectos de mucha calidad para ganar todas las posiciones en juego el próximo año. Con más del 50 por ciento de las votos que se emitan.

Sin embargo, no pudo disipar la duda cuando a parte, Rubén Rocha Moya estableció que podrán aspirar no solamente militantes sino todo aquel que participa en el Movimiento de Regeneración Nacional, como es su caso.

La duda está en si la vitrina a la que aludió Alfonso Ramírez Cuellar, en la que se batirá el proceso interno, podrá resistir con la fragilidad que porta el vidrio, si no está bien fundido y trabajado.