/ viernes 27 de marzo de 2020

La ambición transportista por encima del contagio

Ya en la Fase 2 que decretaron las autoridades de Salud en el país y que supuso medidas preventivas más estrictas contra el contagio del Covid-19, los operadores del transporte urbano en Culiacán, las desoyeron y las aplicaron a medias.

Los concesionarios y permisionarios redujeron en 30 por ciento flota vehicular en circulación, pero la avaricia de sus subordinados por el dinero, prolongó los tiempos de paradas y los pasajeros que rebasaron el número permitido, no pudieron cumplir con el dispositivo de “Susana Distancia”.

Predominó en este caso, la ambición por los recursos financieros por encima del grave riesgo que significa salirse de las recomendaciones de la Secretaría de salud tanto estatal como federal.

Ese fue el cuadro que se vio en lo general.

No faltó el conductor de camiones que responsabilizara a los usuarios de hacer caso omiso de lo que se aconsejó en base a información de los especialistas, pero constantemente los inspectores de la Vialidad y Transportes, reconocieron que a través de quejas de los ciudadanos, nunca les marcaron el alto para abordar pese a que iban casi llenos.

Y los viajeros, sobre todo los de más edad, tuvieron que utilizar los asientos que portaban las cintas rojas durante esta semana.

Todavía más: un gran número de unidades del servicio público, no contaban con esta señal, lo que incrementó potencialmente el peligro de propagación del Coronavirus que mantiene a la población entre el encierro y el pánico.

El PAS, enfilado hacia el 2021.

En medio de la etapa de la contingencia epidemiológica, el Partido Sinaloense confirmó lo que desde hace tiempo se palpa: que trabaja los 365 días del año y que no lo detuvo la virulencia que cubre la atmósfera social y política.

En la elección del domingo pasado, el instituto que encabeza Héctor Melesio Cuén Ojeda, participó con ocho candidatos de las 17 sindicaturas que estuvieron en juego. Triunfó en seis de éstas.

Ello significa\u0009 que es uno de los organismos partidista que más avanzó y que reafirma su fortaleza en la ruta electoral que recorre hacia el 2021. Esa que escenificará la renovación de gobernador, alcaldes y diputados locales.

Los resultados de esta contienda, reafirman el poderío que ejerce en poco más de la tercera parte del territorio donde habitan los potenciales electores de la capital sinaloense.

Que al agregarse a las enormes reservas humanas en las sindicaturas en las que no lanzó abanderado y a las que se mueven a su favor en las colonias populares de la cabecera central, convierten al PAS en un rival de cuidado.

Enfilado ya hacia la disputa del año que viene, es el primero que asegura entre la ciudadanía un lugar hacia lo que se aproxima con grado de calidad competitiva.

Y que podría jugársela con una dama que despliega acciones en el Congreso del Estado y entre los sectores más activos de la comunidad culiacanense y del estado. La legisladora Angélica Díaz Quiñónez, podría ser la buena para el caso.

Es la que pudiera sacar a Morena del Ayuntamiento, que realmente careció de aspirantes a síndicos. Porque el alcalde Jesús Estrada Ferreiro no supo lo que tuvo en las manos. No operó y ni cuenta se dio de la importancia de estar en el juego. Los morenistas cómodamente simpatizaron con algunos que se aventaron, pero de “pura boca” afirmaron “éste es el mío”.

En la práctica no activaron un dedo. Menos le invirtieron un peso, porque todos ellos fueron producto de la casualidad. Es decir, del accidente de julio del 2018 que ya no se repetirá.

Porque actuaron de manera ingenua y pasiva.

Ya en la Fase 2 que decretaron las autoridades de Salud en el país y que supuso medidas preventivas más estrictas contra el contagio del Covid-19, los operadores del transporte urbano en Culiacán, las desoyeron y las aplicaron a medias.

Los concesionarios y permisionarios redujeron en 30 por ciento flota vehicular en circulación, pero la avaricia de sus subordinados por el dinero, prolongó los tiempos de paradas y los pasajeros que rebasaron el número permitido, no pudieron cumplir con el dispositivo de “Susana Distancia”.

Predominó en este caso, la ambición por los recursos financieros por encima del grave riesgo que significa salirse de las recomendaciones de la Secretaría de salud tanto estatal como federal.

Ese fue el cuadro que se vio en lo general.

No faltó el conductor de camiones que responsabilizara a los usuarios de hacer caso omiso de lo que se aconsejó en base a información de los especialistas, pero constantemente los inspectores de la Vialidad y Transportes, reconocieron que a través de quejas de los ciudadanos, nunca les marcaron el alto para abordar pese a que iban casi llenos.

Y los viajeros, sobre todo los de más edad, tuvieron que utilizar los asientos que portaban las cintas rojas durante esta semana.

Todavía más: un gran número de unidades del servicio público, no contaban con esta señal, lo que incrementó potencialmente el peligro de propagación del Coronavirus que mantiene a la población entre el encierro y el pánico.

El PAS, enfilado hacia el 2021.

En medio de la etapa de la contingencia epidemiológica, el Partido Sinaloense confirmó lo que desde hace tiempo se palpa: que trabaja los 365 días del año y que no lo detuvo la virulencia que cubre la atmósfera social y política.

En la elección del domingo pasado, el instituto que encabeza Héctor Melesio Cuén Ojeda, participó con ocho candidatos de las 17 sindicaturas que estuvieron en juego. Triunfó en seis de éstas.

Ello significa\u0009 que es uno de los organismos partidista que más avanzó y que reafirma su fortaleza en la ruta electoral que recorre hacia el 2021. Esa que escenificará la renovación de gobernador, alcaldes y diputados locales.

Los resultados de esta contienda, reafirman el poderío que ejerce en poco más de la tercera parte del territorio donde habitan los potenciales electores de la capital sinaloense.

Que al agregarse a las enormes reservas humanas en las sindicaturas en las que no lanzó abanderado y a las que se mueven a su favor en las colonias populares de la cabecera central, convierten al PAS en un rival de cuidado.

Enfilado ya hacia la disputa del año que viene, es el primero que asegura entre la ciudadanía un lugar hacia lo que se aproxima con grado de calidad competitiva.

Y que podría jugársela con una dama que despliega acciones en el Congreso del Estado y entre los sectores más activos de la comunidad culiacanense y del estado. La legisladora Angélica Díaz Quiñónez, podría ser la buena para el caso.

Es la que pudiera sacar a Morena del Ayuntamiento, que realmente careció de aspirantes a síndicos. Porque el alcalde Jesús Estrada Ferreiro no supo lo que tuvo en las manos. No operó y ni cuenta se dio de la importancia de estar en el juego. Los morenistas cómodamente simpatizaron con algunos que se aventaron, pero de “pura boca” afirmaron “éste es el mío”.

En la práctica no activaron un dedo. Menos le invirtieron un peso, porque todos ellos fueron producto de la casualidad. Es decir, del accidente de julio del 2018 que ya no se repetirá.

Porque actuaron de manera ingenua y pasiva.