/ miércoles 6 de mayo de 2020

Juego de palabras

Luego de que la Federación Mexicana de Fútbol, borrara de un solo plumazo la liga de ascenso, por otra cuyo nombre aun es un misterio, así como sus reglas completas, también de que optara por eliminar la alineación obligatoria de un menor por determinados minutos durante una temporada, ahora sale con nuevas normas cuyo objetivo es ir eliminado poco a poco el tope de extranjeros contratados y también convocados a los partidos, actualmente son 12 y 9 respectivamente y se pretende llegar a 9 y 7 en la campaña 2022-2023.

¡Bravo¡ diríamos muchos, pero a algunos detalles que no dejan las cosas bien claras.

Veamos:

Efectivamente, en esta campaña los números permisibles con 12 y 9. Vamos a dejar por un lado la primera cifra, pero en cuanto a la otra, especialmente por la palabra “convocados”, deja fuera otra palabra clave “alineados”. Mire usted: varios equipos, especialmente los poderosos, aunque hemos visto que la mayoría recurre a los extranjeros en detrimento de los mexicanos, han formado su alineación inicial hasta con nueve extranjeros, entre los que permite el reglamento y los llamados nacionalizados.

Los dueños del balón, quienes tienen como escudo a un presidente que solo recibe órdenes por un gran salario, no hablaron de este último tema: de reducir, en primer lugar, la lineación de extranjeros y en segundo lugar, de nacionalizados. Así como cortaron de tajo la carrera de muchos jóvenes eliminando el ascenso, no tuvieron los pantalones suficientes para eliminar extranjeros en el terreno de juego. Da lo mismo que finalmente solo lleguen a contratar 9 si finalmente seguirán alineando los 5 que marca el reglamento, más los nacionalizados.

Claro está, y eso si es bueno, los equipos tratarán de contratar extranjeros de mayor calidad y al mismo tiempo los nacionales tendrán un poco más el panorama abierto, pero lo sería aun mayor si se reduce la cantidad de extranjeros dentro del once que está en el campo. Por supuesto que con todo y la nueva norma puede seguir dando el caso de ver en el terreno de juego a más extranjeros que mexicanos nacidos en nuestro país.

El tema de los nacionalizados no es nuevo, pero no está por demás señalar otra vez, que en casi todos los casos los jugadores optan por tramitar su nacionalidad mexicana para protegerse más que por amar a la patria. Muchos finalmente echan huesos viejos en nuestro país una vez tomada la decisión. Se trata de jugadores que miran al futuro en consecuencias del presente.

Nos explicamos:

El tema va desde el que señalamos, hasta el hecho de vestir la camiseta nacional, estos son los menos, toman esa decisión en razón de que en su nación de origen saben perfectamente bien que el tren ya se les pasó, pero han encontrado férrea oposición para ser convocados al tri pese a que tienen todo el derecho, así es que son los más quienes optan por convertirse en ciudadanos mexicanos pero por otras razones: mantenerse en el fútbol ante la amenaza de la llegada de nuevos extranjeros que los pueden desplazar y continuar cobrando muy buenos salarios, ganando pesos extras cada vez que cambian de equipo, dinero que se reparten con su representante y como hemos dicho con otros actores que están en los propios equipos y en la mismísima federación.

Se hacen pues como el Tio, lolo, pend … solos.

Luego de que la Federación Mexicana de Fútbol, borrara de un solo plumazo la liga de ascenso, por otra cuyo nombre aun es un misterio, así como sus reglas completas, también de que optara por eliminar la alineación obligatoria de un menor por determinados minutos durante una temporada, ahora sale con nuevas normas cuyo objetivo es ir eliminado poco a poco el tope de extranjeros contratados y también convocados a los partidos, actualmente son 12 y 9 respectivamente y se pretende llegar a 9 y 7 en la campaña 2022-2023.

¡Bravo¡ diríamos muchos, pero a algunos detalles que no dejan las cosas bien claras.

Veamos:

Efectivamente, en esta campaña los números permisibles con 12 y 9. Vamos a dejar por un lado la primera cifra, pero en cuanto a la otra, especialmente por la palabra “convocados”, deja fuera otra palabra clave “alineados”. Mire usted: varios equipos, especialmente los poderosos, aunque hemos visto que la mayoría recurre a los extranjeros en detrimento de los mexicanos, han formado su alineación inicial hasta con nueve extranjeros, entre los que permite el reglamento y los llamados nacionalizados.

Los dueños del balón, quienes tienen como escudo a un presidente que solo recibe órdenes por un gran salario, no hablaron de este último tema: de reducir, en primer lugar, la lineación de extranjeros y en segundo lugar, de nacionalizados. Así como cortaron de tajo la carrera de muchos jóvenes eliminando el ascenso, no tuvieron los pantalones suficientes para eliminar extranjeros en el terreno de juego. Da lo mismo que finalmente solo lleguen a contratar 9 si finalmente seguirán alineando los 5 que marca el reglamento, más los nacionalizados.

Claro está, y eso si es bueno, los equipos tratarán de contratar extranjeros de mayor calidad y al mismo tiempo los nacionales tendrán un poco más el panorama abierto, pero lo sería aun mayor si se reduce la cantidad de extranjeros dentro del once que está en el campo. Por supuesto que con todo y la nueva norma puede seguir dando el caso de ver en el terreno de juego a más extranjeros que mexicanos nacidos en nuestro país.

El tema de los nacionalizados no es nuevo, pero no está por demás señalar otra vez, que en casi todos los casos los jugadores optan por tramitar su nacionalidad mexicana para protegerse más que por amar a la patria. Muchos finalmente echan huesos viejos en nuestro país una vez tomada la decisión. Se trata de jugadores que miran al futuro en consecuencias del presente.

Nos explicamos:

El tema va desde el que señalamos, hasta el hecho de vestir la camiseta nacional, estos son los menos, toman esa decisión en razón de que en su nación de origen saben perfectamente bien que el tren ya se les pasó, pero han encontrado férrea oposición para ser convocados al tri pese a que tienen todo el derecho, así es que son los más quienes optan por convertirse en ciudadanos mexicanos pero por otras razones: mantenerse en el fútbol ante la amenaza de la llegada de nuevos extranjeros que los pueden desplazar y continuar cobrando muy buenos salarios, ganando pesos extras cada vez que cambian de equipo, dinero que se reparten con su representante y como hemos dicho con otros actores que están en los propios equipos y en la mismísima federación.

Se hacen pues como el Tio, lolo, pend … solos.