/ miércoles 1 de julio de 2020

Infantes y adolescentes… Primero

Hace días el Presidente AMLO, nos recetó, juiciosas recomendaciones alimenticias entre otras, y creo que si las cumpliéramos, lograríamos la eterna juventud de la tribu pakistaní, con sus más de 100 años de vida promedio. Aunado a esto, anunció, en su mensaje mañanero que estaba ya revisando la eliminación de SIPINA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes) y responsabilizar al DIF de todo para eliminar toda una estructura innecesaria y con ello lograr una buen ahorro.

Como en el cuento de El Pez Dorado, debemos aprender a decir NO y a saber lo que valemos nosotros y los demás. Vale entonces recordar, que siempre se ha dicho, que en desastres marítimos, terrestres o hambrunas, la vida y la leche es para el infante y la mujer. Sin embargo, en ocasiones, el miedo a perder la vida, el poder o riquezas, prevalece el sálvese el que pueda o el yo primero.

La UNICEF para América Latina ha aprobado que la infancia goce de “Protección especial desde su nacimiento por ley”. Y esta disposición legal, abarca desde el derecho al nombre, hasta si sufre algún impedimento social o físico, para que logre un desarrollo pleno, moral, armonioso, bajo el amparo y responsabilidad de los padres y las autoridades deberán velar por el cumplimiento de lo estipulado o tener la responsabilidad directa, cuando el menor no tenga familia o carezcan de los medios adecuados para su subsistencia.

SIPINA entonces, contempla los mecanismos, instancias, leyes, normas, políticas, servicios, presupuestos, a nivel nacional, estatal y municipal, “para respetar, promover, proteger, restituir y restablecer los derechos señalados y reparar el daño, ante la vulneración de los mismo”. Dora Giusti, Jefa de Protección de UNICEF en México, en entrevista televisiva, levanta la voz para decir un NO, a este anuncio presidencia l y esgrime sus razones diciendo: “Que el avance que se tiene ante estas responsabilidades, no se debe perder, por el contrario, debe fortalecerse”, y explica que el DIF, constituye uno de los apoyos con sus 32 sistemas estatales y ya presenta una sobrecarga, que limita su funcionamiento en tiempo y forma, necesaria y urgente en ocasiones.

Por esto y más, que ampliamente esgrime, afirma que la decisión del Presidente, de eliminar prácticamente SIPINA y dejar solo a DIF, como único organismo responsable de operar todos los programas, que actualmente son responsabilidad operativa de gente especializada en cada aspecto, deben conservarse como a gentes de servicio esencial, NO desaparecerlos, pues de lo contrario, pueden debilitarse más aún, los derechos universales de infantes y adolescentes.

El Director Ejecutivo Juan Martínez, afirma también, que no se debe desaparecer SIPINA, que el Presidente debe asesorarse, ya que en lugar de desaparecer el sistema, debe fortalecerlo. El Presidente , por su lado, ha confirmado, que para ÉL, eliminar estas instituciones y dejar solo al DIF, para cumplir con todo esto, constituye un ahorro. Por lo que podemos entender, que no lo ve como una inversión, que puede obtener mejorías o soluciones en los diferentes aspectos, como el emocional, seguridad, familiar, salud, etc . Ante esto debemos meditar, sobre los fundamentos de fortalecimiento de instituciones o de eliminación y centralizaciones ahorrativas. Meditar seriamente y levantar nuestra voz, mientras resuenan en nuestros oídos, corazón y mente, el valor de nuestros infantes y adolescentes presentes y futuros.

Imposible debe ser, olvidar, callar e ignorar, que la niñez y la adolescencia, constituyen un tercio de la población, que los consideramos el futuro de nuestra nación y que enfrenta un conjunto de desafíos, entre ellos, la pobreza, deserción escolar, violencia sexual y física dentro y fuera del hogar, desaparición, prostitución, embarazos tempranos, drogadicción, etc. pero peor aún, los datos públicos, informan cuatro homicidios diarios y con peligro mayor por el aumento del 24% de violencia familiar por la pandemia que nos aqueja.

Y todavía podemos sumar, el incremento de desapariciones de siete infantes diarios y el alto reclutamiento a la realización de actos delictivos diversos. Todo es real, nada de esto es invisible. Por ello se requiere más personal capacitado, más recursos, revisión, readecuación, innovación e invención de programas y más compromiso de todos, desde el padre de familia hasta el Presidente. La cuenta de los ahorros en pesos y centavos dejémosla para el futuro, cumplamos con el papel que nos corresponde y con el presente día a día, para que el futuro cambie. Hoy, levanto mi voz, tal vez equivocada…..Y UD. qué opina?

Hace días el Presidente AMLO, nos recetó, juiciosas recomendaciones alimenticias entre otras, y creo que si las cumpliéramos, lograríamos la eterna juventud de la tribu pakistaní, con sus más de 100 años de vida promedio. Aunado a esto, anunció, en su mensaje mañanero que estaba ya revisando la eliminación de SIPINA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes) y responsabilizar al DIF de todo para eliminar toda una estructura innecesaria y con ello lograr una buen ahorro.

Como en el cuento de El Pez Dorado, debemos aprender a decir NO y a saber lo que valemos nosotros y los demás. Vale entonces recordar, que siempre se ha dicho, que en desastres marítimos, terrestres o hambrunas, la vida y la leche es para el infante y la mujer. Sin embargo, en ocasiones, el miedo a perder la vida, el poder o riquezas, prevalece el sálvese el que pueda o el yo primero.

La UNICEF para América Latina ha aprobado que la infancia goce de “Protección especial desde su nacimiento por ley”. Y esta disposición legal, abarca desde el derecho al nombre, hasta si sufre algún impedimento social o físico, para que logre un desarrollo pleno, moral, armonioso, bajo el amparo y responsabilidad de los padres y las autoridades deberán velar por el cumplimiento de lo estipulado o tener la responsabilidad directa, cuando el menor no tenga familia o carezcan de los medios adecuados para su subsistencia.

SIPINA entonces, contempla los mecanismos, instancias, leyes, normas, políticas, servicios, presupuestos, a nivel nacional, estatal y municipal, “para respetar, promover, proteger, restituir y restablecer los derechos señalados y reparar el daño, ante la vulneración de los mismo”. Dora Giusti, Jefa de Protección de UNICEF en México, en entrevista televisiva, levanta la voz para decir un NO, a este anuncio presidencia l y esgrime sus razones diciendo: “Que el avance que se tiene ante estas responsabilidades, no se debe perder, por el contrario, debe fortalecerse”, y explica que el DIF, constituye uno de los apoyos con sus 32 sistemas estatales y ya presenta una sobrecarga, que limita su funcionamiento en tiempo y forma, necesaria y urgente en ocasiones.

Por esto y más, que ampliamente esgrime, afirma que la decisión del Presidente, de eliminar prácticamente SIPINA y dejar solo a DIF, como único organismo responsable de operar todos los programas, que actualmente son responsabilidad operativa de gente especializada en cada aspecto, deben conservarse como a gentes de servicio esencial, NO desaparecerlos, pues de lo contrario, pueden debilitarse más aún, los derechos universales de infantes y adolescentes.

El Director Ejecutivo Juan Martínez, afirma también, que no se debe desaparecer SIPINA, que el Presidente debe asesorarse, ya que en lugar de desaparecer el sistema, debe fortalecerlo. El Presidente , por su lado, ha confirmado, que para ÉL, eliminar estas instituciones y dejar solo al DIF, para cumplir con todo esto, constituye un ahorro. Por lo que podemos entender, que no lo ve como una inversión, que puede obtener mejorías o soluciones en los diferentes aspectos, como el emocional, seguridad, familiar, salud, etc . Ante esto debemos meditar, sobre los fundamentos de fortalecimiento de instituciones o de eliminación y centralizaciones ahorrativas. Meditar seriamente y levantar nuestra voz, mientras resuenan en nuestros oídos, corazón y mente, el valor de nuestros infantes y adolescentes presentes y futuros.

Imposible debe ser, olvidar, callar e ignorar, que la niñez y la adolescencia, constituyen un tercio de la población, que los consideramos el futuro de nuestra nación y que enfrenta un conjunto de desafíos, entre ellos, la pobreza, deserción escolar, violencia sexual y física dentro y fuera del hogar, desaparición, prostitución, embarazos tempranos, drogadicción, etc. pero peor aún, los datos públicos, informan cuatro homicidios diarios y con peligro mayor por el aumento del 24% de violencia familiar por la pandemia que nos aqueja.

Y todavía podemos sumar, el incremento de desapariciones de siete infantes diarios y el alto reclutamiento a la realización de actos delictivos diversos. Todo es real, nada de esto es invisible. Por ello se requiere más personal capacitado, más recursos, revisión, readecuación, innovación e invención de programas y más compromiso de todos, desde el padre de familia hasta el Presidente. La cuenta de los ahorros en pesos y centavos dejémosla para el futuro, cumplamos con el papel que nos corresponde y con el presente día a día, para que el futuro cambie. Hoy, levanto mi voz, tal vez equivocada…..Y UD. qué opina?

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