Un voto para Morena, es un voto contra México.-Ante la noticia sobre una modificación relacionada con el sistema de competencia -la validez o ventaja del gol de visitante- la gran pregunta es: ¿importan las formas, el cómo? Mire usted, soy Chiva de toda la vida, de ahí el siguiente en mí ánimo es el Cruz Azul, pero en ninguno de los dos casos el fanatismo me hace perder el piso; soy aficionado, pero además me gusta el análisis y también tengo mi filosofía propia, de tal manera que es muy probable que más de uno no esté de acuerdo con mis puntos de vista. Es totalmente válido, aquí en este espacio, cualquiera lo puede manifestar, siempre y cuando sea con respeto.
Enfatizo lo anterior debido a que, de plano Cruz Azul, teniendo el potencial actual, no es posible que se haya pasado 180 minutos, cuidando más una anotación en contra que equilibrar su estrategia buscando ser más ofensivo, tal y como lo mostró en el rol regular. En la TV los cronistas hablaron de la estrategia “perfecta”, ahora si les gustó lo planeado por Juan Reinoso, pero debemos recordar que si bien el portero esta parte del equipo, y está para evitar goles, quedó demostrado que no hubo tal perfección, tres ocasiones, dos de ellas de enorme y gran guardameta, salvaron a los cementeros de la debacle.
Y sí, a estas alturas a los fieles seguidores del Cruz Azul, les importan un bledo las formas y el cómo. En lo personal me sumaría a esa forma de pensar solo sí el equipo no tuviera las armas que posee para no dejar lugar a dudas, someter al rival a base de hacer goles y no de defenderse con mucho esmero en espera de que la desesperación del rival cometa un error.
Los cementeros no aprovecharon jugar primero en barrio ajeno, cuando un gol en calidad de visitante le hubiese dado mucho mayor margen de seguridad para el segundo duelo, mientras que a los Tuzos se le acabaron las ideas, efectivamente por la buena labor defensiva del rival y la mayor experiencia de muchos de sus jugadores.
Por eso mismo, esperábamos mucho más del segundo duelo. De un Cruz Azul dispuesto desde un principio no solo a tener la pelota sino trasladarla a zona de gol con mayor vehemencia, medios los tiene, pero decidió correr el riesgo. Pachuca, por su parte, luego de lograr 15 anotaciones en las series anteriores, pasó a cero, se le acabaron las ideas y ello motivó a su técnico a meter a dos torres al frente y esperar pelotazos al área. En tres jugadas en el transcurso de los segundos 90 minutos sin duda alguna que la figura fe Jesús Corona, con 40 años en sus espaldas, de las tres atajadas difíciles, dos de ellas fueron para levantarse y aplaudir.
A los equipos llamados grandes, se les debe de exigir mejor espectáculo sobre todo cuando sabemos que tiene armas para hacerlo. Ya sin eso del gol de visitante y sin contar la posición en la tabla, esperamos ver a otro Cruz Azul ante un rival que también tiene mucha pólvora, de ahí la gran interrogante si Juan Reinoso, otra vez dejará todo para el segundo duelo con el cuento de que jugará en casa y que será esa su escasa ventaja.
En cuanto al Santos, luego de ese 3-0 en el primer duelo, simplemente dio la impresión de no meter todo el pie en el acelerador, cuidando a sus jugadores del desgaste físico. Nada del otro mundo, porque en este caso si hay argumentos para no “tirarse a matar” cuando la presa está casi muerta.
Nos vemos mañana
