De un momento a otro, la senadora morenista Imelda Castro podría romper el vínculo de complacencia política con su homólogo Rubén Rocha Moya, ante las simpatías que se comienzan a levantar, incluso entre mujeres priistas, para que por su cuenta se abra hacia el trayecto que va a la gubernatura.
En una nueva señal de que el ex coordinador de Asesores del gobernador Quirino Ordaz Coppel no va solo, como lo afirma, integrantes de segmentos sociales y políticos le expresarán en breve su respaldo, a quien consideran, una de las mejores opciones para la competencia del 2021.
En sus reflexiones, no están tan lejos de la realidad. La legisladora aunque apoya al también ex funcionario de Jesús Aguilar Padilla, es una de las damas que más presencia tiene entre los ciudadanos.
Atesora un capital de experiencia en materia de trabajo legislativo tanto en lo local como en lo federal. Como regidora del Ayuntamiento culiacanense, como ex lideresa del Partido de la Revolución Democrática, como ex abanderada a diversos cargos de elección popular, como operadora política y como parte de los gobiernos estatal y municipal.
De esfuerzos múltiples y permanente en la lucha social que desarrolla en favor de los más desprotegidos.
¿Y además que la puede llevar al poder que los grupos políticos y sociales de la entidad, le vieron?
A esa capacidad de estratega, es indispensable entender que ya se coló a la contienda por el nivel que le otorga el hecho de pertenecer a uno de los segmentos más sólidos del lopezobradorismo. Al que presiden la influyente pareja Dolores Padierna, Secretaría de la Cámara Federal de Diputados y de René Bejarano, uno de los políticos más hábiles. El pasado cinco de julio, la señora le ratificó su espaldarazo al acudir para presenciar el Informe de Labores de Imelda Castro, en el teatro Pablo de Villavicencio.
El mensaje reveló que no se manda sola, y que todo hace suponer, que la tienen en la jugada. La ex presidenta del PRD, asumió una férrea defensa de Andrés Manuel López Obrador contra los fraudes electorales que le cometieron Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, en 2006 y en 2012.
Sin contar las visitas que con un propósito u otro, hacen a la entidad los jefes del Movimiento Nacional por la Esperanza y que dentro del perredismo perduraron con la Izquierda Democrática nacional. Es claro que no lo hacen en calidad de turistas.
¿Pero que más le favorece?
Que no trae la mácula de Rubén Rocha Moya, quien estuvo al servicio de gobiernos de corte priista y a ella la catalogan como una luchadora de verdadera izquierda. Sin compromisos.
Y que por el derecho de Equidad y Género, al repuntar figuras masculinas en los estados que renovarán el Poder Ejecutivo en 2021 como Nayarit, - entre las que figuran Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Colima, Guerrero. O Michoacán, Tlaxcala, Zacatecas, Campeche y Baja California Sur-, las condiciones le son por demás envidiables.
O esencialmente porque tanto entre el sector femenil como el varonil, valoran que ya es hora de que en Sinaloa haya una gobernadora, en medio de un clima en el que se preparan para manifestarse abiertamente a un proyecto que sumará a ciudadanos, a morenistas, a perredistas, a panistas y a un amplio número de mujeres del PRI que la conocen y comparten un proyecto como éste.
Y que están ansiosos por echar a andar una estructura, prácticamente aceitada para lo que se acerca. Para en cuanto diga ¡voy y vamos!
