Sin mucho barullo pero con las miradas clavadas, Morena inició el pasado domingo la encuesta en fase de reconocimiento con destino final a procesar su candidato a la gubernatura, y en ese pasaje forzado de pretensos a abanderado, seguramente transitan Imelda Castro, Gerardo Vargas, Rubén Rocha y Guillermo Benitez.
A juicio de los ciudadanos, son los que expresaron su interés en tiempo y forma porque recorren el imaginario colectivo. Y los que insistieron en apegarse al método que se aplica en catorce estados de la República donde se renovará el Poder Ejecutivo.
De acuerdo a operadores del Movimiento de Regeneración Nacional, la etapa de arranque solamente versará sobre el conocimiento de las principales figuras que manifestaron su intención de estar en la contienda interna.
El sondeo que concluirá el próximo 15 de diciembre, se ceñirá a diferentes etapas pero será la última la que impondrá fallos resolutivos. En ésta se preguntará a los potenciales electores por quién de los probables votaría en las elecciones del seis de junio del 2021.
Y quien logre la mayoría de los apoyos, se convertirá en el o la representante del morenismo que competirá en el proceso electoral constitucional donde los opositores buscan lograr las más extrañas e imprevistas alianzas.
En base al historial de cada uno de los que mostraron su interés por suceder a Quirino Ordaz Coppel, hay todo un historial de trabajo y trayectoria que se intensificó en los últimos meses.
Por ello a partir del 15 de los corrientes, los sinaloenses no quitarán los ojos de este suceso que en breve traerá una de las definiciones políticas más importantes al ser parte del partido mayoritario en el país.
El único temor comunitario, es que salga uno de los prospectos que podría alargar el mandato del ex gobernante priista Jesús Aguilar Padilla a quien le gusta ser el poder detrás del trono.
Su influencia en los últimos gobiernos dejó marcas, personajes y hasta familiares beneficiarios gracias a su capacidad para imponerse y para la manipulación directa.
Entradas y salidas en Gobierno del Estado.
Unas horas antes de que el gobernador Quirino Ordaz Coppel subiera su mensaje en línea a los diferentes medios de comunicación electrónica –pregrabado- del Cuarto Informe de Labores, cumplió con el ritual de dar posesión a Rosa Isabel Mendoza Camacho como titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable. En una espiral de entradas y salidas el gabinete se reacomoda y se descompone.
Recién nombró a Maribel Cholet como secretaria de Pesca y Acuacultura, que difícilmente conoce el tema, aunque el mar sí. Conoce de su belleza y del agua, del sol y la arena.
Con la primera muchacha, sustituye a Carlos Gandarilla, que recibe de premio un Fiat para transformarse en notario público aunque de derecho notarial no sepa nada, pero es parte de los grupos selectos que reciben desde hace años concesiones para esta clase de minas de oro que están en manos de los que se creen segmentos dominantes en Sinaloa.
Este último se protegió al igual que los priistas Jesús Burgos Pinto, Arturo Duarte, Gabriel Hernández y otros muchos más, porque a leguas ven que no habrá más administraciones del corte suyo. No quieren pronunciar la frase ¡para que sientas lo que siento” en épocas de desempleo.
Y con la segunda dama, suple a Sergio Torres Félix.
Dos renuncias con dos dramas distintos. Uno por sumiso, otro por rebelde.
Antes del viernes, se desatarán más salidas. Unos porque se quieren habilitar como aspirantes a candidaturas para alcaldías y diputaciones locales y federales.
Otros, porque ya no pueden seguir más en Palacio de Gobierno donde el ambiente perdió su calma. El desorden y las vendettas que empiezan con presiones sin saña son insoportables para algunos.
Será una caída de piezas grandes e influyentes del aparato estatal.
¿Será que el gobernador comenzó a quedarse solo?
