Al interior de Morena donde se dinamiza la competencia por la candidatura para gobernador de Sinaloa, Gerardo Vargas Landeros siguió en ascenso en las preferencias ciudadanas, al colocarse de acuerdo a los resultados de la encuesta del 31 de agosto de Massive Caller, en la línea de 28.3 puntos porcentuales. Solo a cinco de emparejar a Rubén Rocha Moya que apareció con un 33.5.
El sondeo telefónico estatal que se dio a conocer ayer, prácticamente simbolizó el relanzamiento del primero al resurgir como aspirante de Movimiento de Regeneración Nacional en un lugar políticamente atractivo para su proyecto.
El ágil crecimiento del mochitense, probablemente se abonó a causa de la labor social que realiza desde años y que lo catapultó en los ánimos de los pobladores de los municipios.
Y a la readaptación de la ruta en que se moviliza, luego de incorporarse como una de las principales piezas de la Fundación Generando Valores y Liderazgos, asociación civil, que despliega un intenso programas de foros sobre economía, educación y salud.
Para, a través de estos espacios de debate, intercambios de ideas y propuestas, encabezar las gestiones que contribuyan a resolver los problemas de esos sectores.
Todo ello le sirvió para ampliar el campo de posibilidades de estar en la jugada para el 2021, que ya corre entre los sinaloenses, para erigirse en el representante de una fuerza partidista o una alianza, que será necesaria para lograr la victoria en junio del año entrante.
Las conclusiones que arrojó esta muestra del Massive Caller, implican que Rubén Rocha Moya que asemejaba ir por la libre en el proceso interno del morenismo, ya tiene un corredor que le pisa los talones.
Además de su compañera en la Cámara de Senadores, Imelda Castro, que subió a la Vicepresidencia y, obviamente a la pista de la sucesión.
Sin embargo, Gerardo Vargas Landeros marca una visible diferencia que lo hará crecer más de aquí a que se definan las candidaturas de Morena. El exsecretario general de Gobierno del Estado, trabaja en reuniones, encuentros, gestiones de las demandas de los habitantes del estado o en simples visitas que hace a los colonos populares de las ciudades y a los vecinos de las comunidades rurales.
¿Por qué en Mazatlán se cambió el futuro del STASE?
Todavía pervive la duda de los resultados de la elección de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, entre una gran mayoría de los socios.
Hay indicios de que no dejarán manejar el gremio con la tranquilidad que debiera de ser, a quien se asumió con el triunfo. El fantasma del fraude más ominoso de la historia no convence aún a los agremiados.
La sospecha que se repiten es, ¿por qué precisamente la represión policíaca se dio en la tierra del gobernador Quirino Ordaz Coppel?
¿Había condiciones inmejorables para aplastar en el puerto de Mazatlán a los opositores al gobierno sinaloense y a la directiva espuria del STASE?
Seguramente sí. Evidentemente que el Ejecutivo del Estado, no aceptaría perder en su propia casa.
No era admisible políticamente y eso expondría el grado de debilidad en que se encuentra una autoridad que tiene muy cercana la hora de su salida.
Bajo esa perspectiva no se regateó el envío de un estado de fuerza considerable de la Policía Estatal Preventiva. Curiosamente hasta con el mando al frente para aplastar a los seguidores del resto de los abanderados que acusaban a Teresa Ochoa.
