/ jueves 24 de febrero de 2022

Genialidades ruinosas del populismo

Desde Palacio Nacional, surgió la idea genial de que una de las dos empresas petroleras sospechosas de conflicto de interés, tráfico de influencias y corrupción como Baker Hughes, vaya con la otra sospechosa (Pemex, que le amplió por cinco ocasiones contratos multimillonarios desde que el hijo de López Obrador habitó “la casa gris”) y diga que después de investigarse a sí misma, el resultado es que no hay conflicto de interés ni irregularidades en los contratos que tiene la empresa con Petróleos Mexicanos. Asunto arreglado, debieron pensar los genios. Bueno, no del todo, porque sobre Baker Hughes falta la -verdadera- investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), quien admitió la denuncia que interpuso Xóchitl Gálvez, así como aquella a cargo del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En México, se sigue esperando que la FGR o la Función Pública realicen una investigación seria sobre el asunto. Aunque a decir verdad, ante estos genios esta ingenuidad tal vez sea un exceso.

Tampoco los genios quieren que funcionen en el país las organizaciones de la sociedad civil. El talante es claramente autoritario. En clave del más anacrónico lenguaje de la Guerra Fría, este martes la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para evitar que Organizaciones No Gubernamentales (ONG) reciban recursos de gobiernos y corporaciones extranjeras, cuando con ese dinero “se dediquen a desarrollar actividades de cabildeo y litigio en contra de México, lo que constituye un claro acto de intervencionismo y neoliberalismo encubierto”, advirtieron, inventando con ánimo punitivo un neologismo, “neoliberalismo encubierto”, como en los tiempos de la dictadura franquista en España, en donde se llegó a erigir el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, considerándolos a estos dos figuras de delito, al igual que ex officio, el de homosexualidad (que no figuraba expresamente en el Código Penal franquista, pero igual se perseguía), siendo quizás el gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca, el homosexual más conocido en la época, que apoyaba la República y que fue fusilado en torno a las cinco de la madrugada del 18 de agosto de 1936 por “rojo y maricón”, según justificó el artero jefe de la banda que detuvo a Lorca, lo asesinó y lo sepultó en una fosa de las dos mil sin abrir que hay en España hoy en día.

Jeppesen la agencia estadounidense de prestigio mundial que se ha especializado en la publicación de cartas aeronáuticas, en un informe acaba de alertar a los pilotos de errores en la reestructuración del espacio aéreo mexicano, emitió una alerta por la falta de información sobre los cambios en las rutas de aproximación al Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México (AICM), es decir, no pueden operar al mismo tiempo el AICM y la obra faraónica del AIFA. La genialidad aquí es que el aeropuerto del capricho y del despilfarro, se inaugurará a toda costa el mes que entra, mientras que la Auditoría Superior de la Federación en su revisión a la Cuenta Pública de 2020, halló que en el AIFA la Sedena no reportó egresos por más de 20 mil millones de pesos y adjudicó contratos directamente, sin licitación. 70% de 966 contratos, se entregaron, entre otros, a empresas fantasma. Un genial daño patrimonial a la nación, donde la cancelación del aeropuerto de Texcoco (NAIM), con cifras de la ASF, costó a las finanzas del país, revisando también la Cuenta Pública del 2019, 465 mil millones de pesos, más 100 mil millones del aeródromo inoperante Felipe Ángeles, suman 565 mil millones de pesos tirados genialmente a la basura. El gobierno “donde no hay corrupción” adjudicó sin licitar 9 de cada 10 contratos el primer año de pandemia. La ASF detectó sobrecostos y retrasos en los trabajos de construcción de las tres grandes obras insignia (costosos elefantes blancos) del Gobierno Federal (Santa Lucía, Dos Bocas y el Tren Maya). Probables daños al erario por más de 60 mil millones de pesos. Los caprichos (geniales) y las malas políticas públicas cuestan. No hay quimios, hay un desabasto criminal de medicamentos, pero según la ASF, hubo un posible daño al erario por más de 2 mmp en 2020 por irregularidades en las compras de equipo hospitalario contra la pandemia. Compras a sobreprecio, pagos a personal que trabajaba en hospitales que no atendían a enfermos de Covid-19 y adquisición de ventiladores y cubrebocas que nunca fueron entregados son algunas de las anomalías detectadas por la ASF. Las irregularidades más graves se encontraron en el INSABI, donde la ASF determinó un posible daño a las arcas federales de dos mil 561 millones de pesos. La inseguridad y la genial estrategia de “abrazos y no balazos” tienen al país en el éxtasis de delitos de la delincuencia organizada, que aumentan 71.4% en enero de este año frente al mismo mes del 2021, según datos de la SSPC. Más de 112 mil homicidios dolosos en 38 meses y, hasta julio pasado, 21 mil desapariciones de personas en lo que va del sexenio. Como en las guerras civiles de cualquier otra parte del mundo, el desplazamiento forzado es otra de las grandes tragedias ruinosas de este país. En el Índice de Percepción de la Corrupción 2021 de Transparencia Internacional, “la corrupción y la impunidad ponen en peligro a las personas que alzan la voz para pedir justicia. El 98% de los 331 asesinatos de defensores de los derechos humanos perpetrados en 2020 se produjeron en países con un alto nivel de corrupción en el sector público. En veinte de estos casos, como mínimo, las personas asesinadas se dedicaban específicamente a combatir la corrupción”. Las mayores anomalías en la Cuenta Pública del 2020 las tuvo SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana), que junto con Diconsa y Liconsa malgasta 9 de cada 10 pesos del dinero público. Los gastos de operación del programa en 2020 ascendieron a 3,289,998 miles de pesos, superiores en 186.4% respecto de 2019 “lo que indica –según la ASF- que los gastos operativos para otorgar precios de garantía significaron al Estado mexicano una tercera parte de los subsidios totales entregados”. Pero López Obrador saca su pañuelo blanco: “Ya se acabó la corrupción. Vamos bien”.

El Índice de Percepción de la Corrupción califica 180 países y territorios en base a la percepción de su nivel de corrupción, donde 100 indica limpio de corrupción y 0 indica corrupción rampante. México se ubica peligrosamente con una puntuación de 31, cerca de los países con una corrupción degradante. En el Índice, se dice que existe un fuerte vínculo entre un alto nivel de corrupción y la restricción de las libertades civiles. Aunque hay excepciones, en la mayoría de los casos la relación es causal en ambas direcciones: a más corrupción, más probabilidad de vulneración de las libertades civiles. En sentido inverso, la falta de libertades civiles dificulta la lucha contra la corrupción. Como lo dice la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio: “la única ruta sostenible hacia una sociedad sin corrupción pasa por lograr que la sociedad civil y los medios de comunicación puedan hablar en libertad y obligar a los poderosos a rendir cuentas”. En el país, hoy existen 5 millones más, al cierre de diciembre de 2020 (36.6% de la población), de personas en pobreza laboral, que no pueden comprar la canasta alimentaria básica, frente al primer trimestre de 2021 (40.3% de la población). El crecimiento del PIB real en América Latina crece: Chile (+10,1%), Colombia (+8,0%), Argentina (5,0%), Perú (+2,1%) y Brasil (+1,1%), mientras que en México decrece (-2,5%). Los factores que el Índice de Percepción de la Corrupción 2021 identifica como aquellos que le dan viabilidad a un país, aparte del combate a la corrupción y una defensa firme de las libertades y los derechos humanos, son el de tener “una economía moderna, una burocracia eficiente y una aplicación robusta de la ley”. En vez de esta trinidad virtuosa -hoy el gobierno hace lo que puede para arruinar y desolar al país-, para nuestra desgracia tenemos la trinidad con la que deliran –y se creen genios- los 58 aduladores (senadores) de Morena quienes afirmaron que el presidente “encarna a la nación, a la patria y al pueblo”. Don Quijote de la Mancha describió magistralmente estas estupidizantes ideas ruinosas y los principios del buen hacer que hoy brillan por su ausencia en la acción del gobierno:

“Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa, y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra. Yo he satisfecho agravios, enderezado tuertos, castigado insolencias, vencido gigantes y atropellado vestiglos... Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno: si el que esto entiende, si el que esto obra, si el que desto trata merece ser llamado bobo, díganlo vuestras grandezas, duque y duquesa excelentes”.

Desde Palacio Nacional, surgió la idea genial de que una de las dos empresas petroleras sospechosas de conflicto de interés, tráfico de influencias y corrupción como Baker Hughes, vaya con la otra sospechosa (Pemex, que le amplió por cinco ocasiones contratos multimillonarios desde que el hijo de López Obrador habitó “la casa gris”) y diga que después de investigarse a sí misma, el resultado es que no hay conflicto de interés ni irregularidades en los contratos que tiene la empresa con Petróleos Mexicanos. Asunto arreglado, debieron pensar los genios. Bueno, no del todo, porque sobre Baker Hughes falta la -verdadera- investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), quien admitió la denuncia que interpuso Xóchitl Gálvez, así como aquella a cargo del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En México, se sigue esperando que la FGR o la Función Pública realicen una investigación seria sobre el asunto. Aunque a decir verdad, ante estos genios esta ingenuidad tal vez sea un exceso.

Tampoco los genios quieren que funcionen en el país las organizaciones de la sociedad civil. El talante es claramente autoritario. En clave del más anacrónico lenguaje de la Guerra Fría, este martes la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para evitar que Organizaciones No Gubernamentales (ONG) reciban recursos de gobiernos y corporaciones extranjeras, cuando con ese dinero “se dediquen a desarrollar actividades de cabildeo y litigio en contra de México, lo que constituye un claro acto de intervencionismo y neoliberalismo encubierto”, advirtieron, inventando con ánimo punitivo un neologismo, “neoliberalismo encubierto”, como en los tiempos de la dictadura franquista en España, en donde se llegó a erigir el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, considerándolos a estos dos figuras de delito, al igual que ex officio, el de homosexualidad (que no figuraba expresamente en el Código Penal franquista, pero igual se perseguía), siendo quizás el gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca, el homosexual más conocido en la época, que apoyaba la República y que fue fusilado en torno a las cinco de la madrugada del 18 de agosto de 1936 por “rojo y maricón”, según justificó el artero jefe de la banda que detuvo a Lorca, lo asesinó y lo sepultó en una fosa de las dos mil sin abrir que hay en España hoy en día.

Jeppesen la agencia estadounidense de prestigio mundial que se ha especializado en la publicación de cartas aeronáuticas, en un informe acaba de alertar a los pilotos de errores en la reestructuración del espacio aéreo mexicano, emitió una alerta por la falta de información sobre los cambios en las rutas de aproximación al Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México (AICM), es decir, no pueden operar al mismo tiempo el AICM y la obra faraónica del AIFA. La genialidad aquí es que el aeropuerto del capricho y del despilfarro, se inaugurará a toda costa el mes que entra, mientras que la Auditoría Superior de la Federación en su revisión a la Cuenta Pública de 2020, halló que en el AIFA la Sedena no reportó egresos por más de 20 mil millones de pesos y adjudicó contratos directamente, sin licitación. 70% de 966 contratos, se entregaron, entre otros, a empresas fantasma. Un genial daño patrimonial a la nación, donde la cancelación del aeropuerto de Texcoco (NAIM), con cifras de la ASF, costó a las finanzas del país, revisando también la Cuenta Pública del 2019, 465 mil millones de pesos, más 100 mil millones del aeródromo inoperante Felipe Ángeles, suman 565 mil millones de pesos tirados genialmente a la basura. El gobierno “donde no hay corrupción” adjudicó sin licitar 9 de cada 10 contratos el primer año de pandemia. La ASF detectó sobrecostos y retrasos en los trabajos de construcción de las tres grandes obras insignia (costosos elefantes blancos) del Gobierno Federal (Santa Lucía, Dos Bocas y el Tren Maya). Probables daños al erario por más de 60 mil millones de pesos. Los caprichos (geniales) y las malas políticas públicas cuestan. No hay quimios, hay un desabasto criminal de medicamentos, pero según la ASF, hubo un posible daño al erario por más de 2 mmp en 2020 por irregularidades en las compras de equipo hospitalario contra la pandemia. Compras a sobreprecio, pagos a personal que trabajaba en hospitales que no atendían a enfermos de Covid-19 y adquisición de ventiladores y cubrebocas que nunca fueron entregados son algunas de las anomalías detectadas por la ASF. Las irregularidades más graves se encontraron en el INSABI, donde la ASF determinó un posible daño a las arcas federales de dos mil 561 millones de pesos. La inseguridad y la genial estrategia de “abrazos y no balazos” tienen al país en el éxtasis de delitos de la delincuencia organizada, que aumentan 71.4% en enero de este año frente al mismo mes del 2021, según datos de la SSPC. Más de 112 mil homicidios dolosos en 38 meses y, hasta julio pasado, 21 mil desapariciones de personas en lo que va del sexenio. Como en las guerras civiles de cualquier otra parte del mundo, el desplazamiento forzado es otra de las grandes tragedias ruinosas de este país. En el Índice de Percepción de la Corrupción 2021 de Transparencia Internacional, “la corrupción y la impunidad ponen en peligro a las personas que alzan la voz para pedir justicia. El 98% de los 331 asesinatos de defensores de los derechos humanos perpetrados en 2020 se produjeron en países con un alto nivel de corrupción en el sector público. En veinte de estos casos, como mínimo, las personas asesinadas se dedicaban específicamente a combatir la corrupción”. Las mayores anomalías en la Cuenta Pública del 2020 las tuvo SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana), que junto con Diconsa y Liconsa malgasta 9 de cada 10 pesos del dinero público. Los gastos de operación del programa en 2020 ascendieron a 3,289,998 miles de pesos, superiores en 186.4% respecto de 2019 “lo que indica –según la ASF- que los gastos operativos para otorgar precios de garantía significaron al Estado mexicano una tercera parte de los subsidios totales entregados”. Pero López Obrador saca su pañuelo blanco: “Ya se acabó la corrupción. Vamos bien”.

El Índice de Percepción de la Corrupción califica 180 países y territorios en base a la percepción de su nivel de corrupción, donde 100 indica limpio de corrupción y 0 indica corrupción rampante. México se ubica peligrosamente con una puntuación de 31, cerca de los países con una corrupción degradante. En el Índice, se dice que existe un fuerte vínculo entre un alto nivel de corrupción y la restricción de las libertades civiles. Aunque hay excepciones, en la mayoría de los casos la relación es causal en ambas direcciones: a más corrupción, más probabilidad de vulneración de las libertades civiles. En sentido inverso, la falta de libertades civiles dificulta la lucha contra la corrupción. Como lo dice la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio: “la única ruta sostenible hacia una sociedad sin corrupción pasa por lograr que la sociedad civil y los medios de comunicación puedan hablar en libertad y obligar a los poderosos a rendir cuentas”. En el país, hoy existen 5 millones más, al cierre de diciembre de 2020 (36.6% de la población), de personas en pobreza laboral, que no pueden comprar la canasta alimentaria básica, frente al primer trimestre de 2021 (40.3% de la población). El crecimiento del PIB real en América Latina crece: Chile (+10,1%), Colombia (+8,0%), Argentina (5,0%), Perú (+2,1%) y Brasil (+1,1%), mientras que en México decrece (-2,5%). Los factores que el Índice de Percepción de la Corrupción 2021 identifica como aquellos que le dan viabilidad a un país, aparte del combate a la corrupción y una defensa firme de las libertades y los derechos humanos, son el de tener “una economía moderna, una burocracia eficiente y una aplicación robusta de la ley”. En vez de esta trinidad virtuosa -hoy el gobierno hace lo que puede para arruinar y desolar al país-, para nuestra desgracia tenemos la trinidad con la que deliran –y se creen genios- los 58 aduladores (senadores) de Morena quienes afirmaron que el presidente “encarna a la nación, a la patria y al pueblo”. Don Quijote de la Mancha describió magistralmente estas estupidizantes ideas ruinosas y los principios del buen hacer que hoy brillan por su ausencia en la acción del gobierno:

“Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa, y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra. Yo he satisfecho agravios, enderezado tuertos, castigado insolencias, vencido gigantes y atropellado vestiglos... Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno: si el que esto entiende, si el que esto obra, si el que desto trata merece ser llamado bobo, díganlo vuestras grandezas, duque y duquesa excelentes”.