Aunque podría enmarcarse en su defensa que distiende “como gato panza arriba” contra el juicio político que le que aprobó el Congreso del Estado y que señala de promoverlo a la autoridad sinaloense, es grave la imputación que el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro clavó como banderilla al Secretario General de Gobierno del Estado, Enrique Inzunza Cázarez, de que protege la operatividad del bar Siglo XXI donde los desmanes culminaron en balaceras y muertes este viernes.
Como a su vez es muy cómoda la posición del segundo de a bordo del gobernador Rubén Rocha Moya, de pretender neutralizar la delicada acusación de que no es cierto lo que le dijo y querer cerrar con una llana frase de “que presente pruebas” de ello.
No es la primera ocasión que se duda de los responsables de poner orden en los negocios de giros negros. Hay un largo historial de encubrimiento que no se destapa hasta que se registran tragedias lamentables como la de la madrugada de ayer.
Para contrarrestar el señalamiento, el colaborador de la Administración Pública estatal, sostuvo que efectivamente se le envió un documento al edil de la capital de Sinaloa, a fin de clarificar los límites de sus facultades en la revalidación de licencias y dictámenes de lo que se denomina opiniones favorables.
Es donde surge el pero del asunto del ¿por qué le mandaron ese escrito?
El munícipe, ¿desconocía la precisión de los alcances del ámbito de competencia en esa materia?
Si es abogado de profesión con años de ejercicio en litigios y procesos legales y presume de ser conocedor de las leyes.
Ese documento que le giraron, se convierte entonces en una de las evidencias que plantea que le presente Enrique Inzunza Cázarez para demostrarle que al advertirle que no se entrometiera desde marzo, hay una suerte de blindaje al funcionamiento de la empresa donde se desarrollaron los lamentables hechos.
Dependerá del sentido en que se le solicitó al presidente municipal, hacerse a un lado para dejar pasar las cosas. Y el tiempo y las circunstancias en que se registró esa solicitud de “quítate” para que no estorbes.
Particularmente cuando en la formalidad de ese tipo de documentación esconde entre líneas el fondo de lo que se manifiesta o se quiere decir.
Necesariamente se deberá analizar el mensaje.
Claro que Jesús Estrada Ferreiro tiene la obligación de aportar más datos, si es que le mandaron emisarios que en las operaciones políticas, utilizan para transitar los pasajes informales del quehacer institucional.
De cualquier manera, hay un peso específico en lo delicado por lo que se dice, pero mayormente en lo que se hizo, si por irregularidades u omisiones gubernamentales, un espectáculo de table dance y venta de alcohol terminó en sangre y luto de familias, en medio de un escenario que se torna más peligroso, cuando lo auspician las autoridades.
Las apariciones de Faustino en los actos de Rocha.
El gobernador Rubén Rocha Moya acudió ayer a la Asamblea General Ordinaria que eligió a Régulo Terrazas como nuevo presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa, en sustitución del badiraguatense Luis Fernando Velázquez. Y como en política nada es casualidad, se reforzó la versión de que el priista Faustino Hernández Álvarez, pronto pintará su cara de color moreno al crecer la posibilidad de que se integre a un cargo al Gobierno del Estado.
El ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, tiene continuas apariciones en eventos que preside el titular del Ejecutivo y casi siempre recibe el saludo del gobernante, que lo hace destacar entre los presentes.
Una suma más no sorprenderá a nadie. Las figuras con afiliación al Partido Revolucionario Institucional inundaron los espacios en el gabinete Rochista desde que se empezó a conformar.
Antes se filtró que el ex diputado local fue receptor de una promesa o invitación del alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, para incorporarlo a Movimiento de Regeneración Nacional para lo que se viene. O de perdida a explorar la apertura de una puerta en alguna de las instituciones del ramo, que obviamente domina.
Algo similar sucede con el ex alcalde capitalino del PRI, Aarón Rivas Loaiza, a quien le prometieron una Delegación Federal y todavía no se le hace. Sin embargo, está en lista de espera y eso es lo importante.
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