/ jueves 15 de octubre de 2020

Estadios: una bomba de tiempo

“Mi apoyo en la primera línea es el traslado de pacientes en áreas de COVID y aquí va mi lanzamiento a nombre de mis compañeros del Hospital General de Culiacán y de toda la Secretaría de Salud”. Este fue el mensaje enviado por Héctor Rubén Cota, quien de manera simbólica hizo el lanzamiento de la primera bola realizó para manifestar el sentir de médicos, enfermeras, camilleros y administrativos, por permitir la apertura de los estadios de béisbol -, le faltó un balón para tirar a gol porque mañana, del mismo modo dos estadios de la Liga MX aprobaron la asistencia del público: Aguascalientes y Sinaloa.

Concretamente en lo que respecta al fútbol, las sedes de Mazatlán, con su estadio Kraken y del Necaxa, con su coso Victoria. Ambos, así como lo de béisbol con determinadas medidas sanitarias acordadas por sus respectivos gobiernos. En Sinaloa, pese a que se anunció un paso atrás puesto que regresaremos al semáforo naranja, cuando no debimos siquiera salir del rojo, debido al repunte de casos.

En lo personal, no estoy para nada de acuerdo. Si el gobierno del estado realizara una encuesta, saldría reprobado en este asunto de permitir gente en los estadios, dado que nuestra entidad es una de las más castigadas por esta terrible pandemia. Ciertamente, desde diferentes trincheras, han afrontado la contingencia y también es verdad que mucho depende del comportamiento de los ciudadanos para evitar aún más la propagación de este virus, pero no solo se trata de orientarlos, sino de tomar medidas de protección extraordinarias, entre ellas, evitar los tumultos, y las aglomeraciones.

Cerrar casinos, bares y centros sociales, fue sin duda un acierto, pero abrirlos nuevamente, al igual que los estadios deportivos nos parece una medida descomunalmente negativa por más reglas que se pongan no será posible vigilar por ejemplo a 10 mil personas, asumiendo que un estadio cuente con un aforo de 20 mil.

Las autoridades no podrán culpar solo a los ciudadanos que acudan a los estadios, es tarea de dos, la otra parte es el gobierno, las autoridades. No bastarán las medidas de seguridad sanitaria para evitar contagios, sabemos bien que no basta la toma de temperatura, sabemos bien que hay gente asintomática que resulta el mayor peligro para quienes lo rodean. Así es que mucha será su responsabilidad de se dé un rebrote mayor, mismo que ya se asomó a la ventana en los últimos días.

Otra vez en lo personal, les pido a los culiacanenses que tengan planes de ir al Kraken, que no lo hagan. Culiacán es el municipio más afectado. Todos queremos salir de esta situación, volver a nuestra normalidad real, jugar nuestro deporte favorito, ir al cine, reunirnos con nuestra familia y amigos, pero debemos ser prudentes ante el riesgo del contagio, eso es lo que sostienen nuestras autoridades, pero no son congruentes con sus propias recomendaciones. No nos vayan a salir como un Poncio Pilatos, de lavarse las manos y culpar a los ciudadanos o señalar “a nadie se le forzó a asistir”. A otro lado con esos cuentos.

Tache pues y que Dios bendiga a quienes se animarán a ir a los estadios. Sobre otros temas, la verdad pues ahí lo dejamos. Lo señalamos porque Dorados, no tiene pies ni cabeza, la goliza que recibieron de Tepatitlán, confirma el desastre.

Nos vemos mañana

“Mi apoyo en la primera línea es el traslado de pacientes en áreas de COVID y aquí va mi lanzamiento a nombre de mis compañeros del Hospital General de Culiacán y de toda la Secretaría de Salud”. Este fue el mensaje enviado por Héctor Rubén Cota, quien de manera simbólica hizo el lanzamiento de la primera bola realizó para manifestar el sentir de médicos, enfermeras, camilleros y administrativos, por permitir la apertura de los estadios de béisbol -, le faltó un balón para tirar a gol porque mañana, del mismo modo dos estadios de la Liga MX aprobaron la asistencia del público: Aguascalientes y Sinaloa.

Concretamente en lo que respecta al fútbol, las sedes de Mazatlán, con su estadio Kraken y del Necaxa, con su coso Victoria. Ambos, así como lo de béisbol con determinadas medidas sanitarias acordadas por sus respectivos gobiernos. En Sinaloa, pese a que se anunció un paso atrás puesto que regresaremos al semáforo naranja, cuando no debimos siquiera salir del rojo, debido al repunte de casos.

En lo personal, no estoy para nada de acuerdo. Si el gobierno del estado realizara una encuesta, saldría reprobado en este asunto de permitir gente en los estadios, dado que nuestra entidad es una de las más castigadas por esta terrible pandemia. Ciertamente, desde diferentes trincheras, han afrontado la contingencia y también es verdad que mucho depende del comportamiento de los ciudadanos para evitar aún más la propagación de este virus, pero no solo se trata de orientarlos, sino de tomar medidas de protección extraordinarias, entre ellas, evitar los tumultos, y las aglomeraciones.

Cerrar casinos, bares y centros sociales, fue sin duda un acierto, pero abrirlos nuevamente, al igual que los estadios deportivos nos parece una medida descomunalmente negativa por más reglas que se pongan no será posible vigilar por ejemplo a 10 mil personas, asumiendo que un estadio cuente con un aforo de 20 mil.

Las autoridades no podrán culpar solo a los ciudadanos que acudan a los estadios, es tarea de dos, la otra parte es el gobierno, las autoridades. No bastarán las medidas de seguridad sanitaria para evitar contagios, sabemos bien que no basta la toma de temperatura, sabemos bien que hay gente asintomática que resulta el mayor peligro para quienes lo rodean. Así es que mucha será su responsabilidad de se dé un rebrote mayor, mismo que ya se asomó a la ventana en los últimos días.

Otra vez en lo personal, les pido a los culiacanenses que tengan planes de ir al Kraken, que no lo hagan. Culiacán es el municipio más afectado. Todos queremos salir de esta situación, volver a nuestra normalidad real, jugar nuestro deporte favorito, ir al cine, reunirnos con nuestra familia y amigos, pero debemos ser prudentes ante el riesgo del contagio, eso es lo que sostienen nuestras autoridades, pero no son congruentes con sus propias recomendaciones. No nos vayan a salir como un Poncio Pilatos, de lavarse las manos y culpar a los ciudadanos o señalar “a nadie se le forzó a asistir”. A otro lado con esos cuentos.

Tache pues y que Dios bendiga a quienes se animarán a ir a los estadios. Sobre otros temas, la verdad pues ahí lo dejamos. Lo señalamos porque Dorados, no tiene pies ni cabeza, la goliza que recibieron de Tepatitlán, confirma el desastre.

Nos vemos mañana