/ miércoles 23 de febrero de 2022

¿Es el amor color de rosa?

“A nivel global 3 de cada 10 adolescentes denunciaron que sufrieron violencia en el noviazgo”

OMS en Sipinna, 2019

Hace unos días vimos que el mundo se volvió rosa, y el amor invadió todos los espacios, entonces hacemos la pregunta: ¿el amor es color rosa? Si tomamos en consideración que de acuerdo con ONU Mujeres 243 millones de adolescentes y mujeres entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física y/o sexual a manos de su pareja.

Partiendo de lo anterior podemos decir categóricamente que la violencia NO es color de rosa, y cuando hay violencia el amor no es rosa, sin embargo, la violencia en el noviazgo comúnmente pasa desapercibida ya que suele pensarse que son exageraciones de las y los adolescentes y jóvenes, dejando la violencia en el noviazgo como un simple mito, puesto que todo se justifica en el nombre del amor.

La violencia en el noviazgo de acuerdo con Castro y Casique, 2010 es “todo acto, omisión, actitud o expresión que genere, o tenga el potencial de generar daño emocional, físico o sexual a la pareja afectiva con la que se comparte una relación íntima sin convivencia ni vínculo marital”. Relacionado con lo anterior y profundizando un poco más, la psicóloga norteamericana Leonore E. Walker, desarrolló el concepto de círculo de la violencia, ella planteó que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica con espiral ascendente, especialmente la violencia que es ejercida por sus parejas. Según la autora, existen tres fases en este ciclo que son:

Fase de tensión: Se caracteriza por una escalada gradual de la fricción y los conflictos en la pareja.

Fase de agresión: En este momento se manifiesta claramente la agresión, la mujer tiene pruebas para denunciar y motivación para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes.

Fase de conciliación o luna de miel: El hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pide perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede justificar a su pareja y permanecer a su lado, pasando por alto el episodio violento. Si ha denunciado suele retirar la denuncia y justificar los hechos ante sí mismas y su círculo cercano. Hay quienes dividen esta tercera fase en dos, fase de minimización y arrepentimiento; y fase de reconciliación o luna de miel, siendo así el circulo se conformaría por cuatro fases.

Entonces vale la pena preguntarnos ¿qué tan sana es nuestra relación de pareja o noviazgo?, resulta necesario analizar si realmente estamos en una buena relación o vivimos inmersos en un ciclo de violencia, de estar dentro del ciclo de violencia quizá actualmente estemos en la fase de minimización o arrepentimiento, o de reconciliación o luna de miel, pero si estamos dentro de el circulo de la violencia tarde o temprano comenzará la tensión y el enojo, y eventualmente la explosión violenta.

Para el análisis propuesto anteriormente es necesario aprender a reconocer la violencia en sus múltiples manifestaciones (muchas veces normalizada o naturalizada), así como también hay que aprender a identificar cuando ésta se está ejerciendo y más aún cuando la violencia la justificamos o disfrazamos en el afecto. Por ejemplo, hay que entender cuando se trata de simples celos y cuando ya hablamos de celotipia o celos patológicos que nos van colocando en alerta en banderas rojas.

Aún no entendemos el tamaño del fenómeno social de esta violencia, pero para darnos una idea en el estado de Sinaloa, de acuerdo con la información publicada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública el 25 de enero del año en curso, en el año 2021 hubo un total 2 165 llamadas de emergencia relacionadas con violencia de pareja (68 por cada 100 mil habitantes). Te hago una pregunta indiscreta en el silencio de esta lectura: ¿Eres parte de las estadísticas?

Si es así, y sufres violencia o alguien cercano a ti, sabemos que se requiere valentía, acompañamiento y amor propio, infórmate, hoy existen muchas organizaciones o instancias de apoyo, no dudes en pedir ayuda antes de que pueda ser demasiado tarde: la violencia siempre que es desatendida e invisibilizada escala.

“A nivel global 3 de cada 10 adolescentes denunciaron que sufrieron violencia en el noviazgo”

OMS en Sipinna, 2019

Hace unos días vimos que el mundo se volvió rosa, y el amor invadió todos los espacios, entonces hacemos la pregunta: ¿el amor es color rosa? Si tomamos en consideración que de acuerdo con ONU Mujeres 243 millones de adolescentes y mujeres entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física y/o sexual a manos de su pareja.

Partiendo de lo anterior podemos decir categóricamente que la violencia NO es color de rosa, y cuando hay violencia el amor no es rosa, sin embargo, la violencia en el noviazgo comúnmente pasa desapercibida ya que suele pensarse que son exageraciones de las y los adolescentes y jóvenes, dejando la violencia en el noviazgo como un simple mito, puesto que todo se justifica en el nombre del amor.

La violencia en el noviazgo de acuerdo con Castro y Casique, 2010 es “todo acto, omisión, actitud o expresión que genere, o tenga el potencial de generar daño emocional, físico o sexual a la pareja afectiva con la que se comparte una relación íntima sin convivencia ni vínculo marital”. Relacionado con lo anterior y profundizando un poco más, la psicóloga norteamericana Leonore E. Walker, desarrolló el concepto de círculo de la violencia, ella planteó que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica con espiral ascendente, especialmente la violencia que es ejercida por sus parejas. Según la autora, existen tres fases en este ciclo que son:

Fase de tensión: Se caracteriza por una escalada gradual de la fricción y los conflictos en la pareja.

Fase de agresión: En este momento se manifiesta claramente la agresión, la mujer tiene pruebas para denunciar y motivación para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes.

Fase de conciliación o luna de miel: El hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pide perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede justificar a su pareja y permanecer a su lado, pasando por alto el episodio violento. Si ha denunciado suele retirar la denuncia y justificar los hechos ante sí mismas y su círculo cercano. Hay quienes dividen esta tercera fase en dos, fase de minimización y arrepentimiento; y fase de reconciliación o luna de miel, siendo así el circulo se conformaría por cuatro fases.

Entonces vale la pena preguntarnos ¿qué tan sana es nuestra relación de pareja o noviazgo?, resulta necesario analizar si realmente estamos en una buena relación o vivimos inmersos en un ciclo de violencia, de estar dentro del ciclo de violencia quizá actualmente estemos en la fase de minimización o arrepentimiento, o de reconciliación o luna de miel, pero si estamos dentro de el circulo de la violencia tarde o temprano comenzará la tensión y el enojo, y eventualmente la explosión violenta.

Para el análisis propuesto anteriormente es necesario aprender a reconocer la violencia en sus múltiples manifestaciones (muchas veces normalizada o naturalizada), así como también hay que aprender a identificar cuando ésta se está ejerciendo y más aún cuando la violencia la justificamos o disfrazamos en el afecto. Por ejemplo, hay que entender cuando se trata de simples celos y cuando ya hablamos de celotipia o celos patológicos que nos van colocando en alerta en banderas rojas.

Aún no entendemos el tamaño del fenómeno social de esta violencia, pero para darnos una idea en el estado de Sinaloa, de acuerdo con la información publicada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública el 25 de enero del año en curso, en el año 2021 hubo un total 2 165 llamadas de emergencia relacionadas con violencia de pareja (68 por cada 100 mil habitantes). Te hago una pregunta indiscreta en el silencio de esta lectura: ¿Eres parte de las estadísticas?

Si es así, y sufres violencia o alguien cercano a ti, sabemos que se requiere valentía, acompañamiento y amor propio, infórmate, hoy existen muchas organizaciones o instancias de apoyo, no dudes en pedir ayuda antes de que pueda ser demasiado tarde: la violencia siempre que es desatendida e invisibilizada escala.