/ sábado 19 de septiembre de 2020

Entra la sucesión al grado de un horno

Al grado que registra el interior de un horno de barro luego de diez horas que le encendieron la leña se encuentra el ambiente por la sucesión de Sinaloa en la que cualquiera que acerque la mano podría quemarse. Y como la política es para políticos, hay quienes saben que habrá truenos y explosiones entre los grupos y los aspirantes, que serán necesarios aguantar.

Es tan irritante estar en medio del fuego y más cuando no se conoce su efecto que ingenuamente el diputado local por San Luis Potosí Pedro César Canizales “El Mijis” creyó que lo más infernal se sufría en el submundo del pandillerismo y las drogas que transitó cuando el verdadero averno está en la política que mezcla todos los elementos habidos y por haber, complementándose con la acción inevitable de los poderes fácticos.

Esa ignorancia de las cosas lo orilló a confesar de su enfado en la legislatura y lo llevó a separarse momentáneamente de la misma y a recorrer los caminos de lo que dijo era el México real. Obvio que era un país que él concebía de manera muy personal: el de “Mijislandia”.

El Partido Revolucionario Institucional del estado recibe los vapores de ese clima caliente que se padece. El presidente del Comité Directivo Estatal, Jesús Valdez Palazuelos ya tiene las llamas en los aparejos.

Está en espera de que lo hagan abanderado, pero como el que calla otorga no llegará muy lejos en la carrera. Sergio Félix Torres que también anda al cien por hora, le dio un golpe directo y volado. Le pidió que renunciara para que haya suelo parejo y estar en las mismas condiciones. Atemorizado el directivo mejor se hizo el sordo y ciego.

No tardan los adversarios en reeditarle aquel episodio de su vida del “Milky Way”, que se afirma lo usó para la trata de personas con el que enredó a varias jovencitas.

O de la deuda que le empezará a cobrar uno de sus acreedores por las promesas incumplidas a cambio de dinero que le prestó para su campaña a la alcaldía del 2018 que perdió arrolladoramente.

Igual que Mario Zamora, Aarón Irízar y otros del priismo, que no hacen nada por la militancia ni por la sociedad.

En el Partido Acción Nacional, el dirigente Juan Carlos Estrada Vega a quien ya le cantaron que tome en cuenta a Alfonso Mejía López, actual secretario de Educación Pública y Cultura, no tiene la forma de tapar la vergüenza que significa incluir a un aviador de los dineros de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Hay expedientes de que por mucho tiempo cobró sin trabajar.

Algo muy similar le pasa al choicense cuando falsamente intenta ver la cara a los ciudadanos luego de reuniones entre priistas, panistas y acomodaticios, al pregonar que con ellos trata de hacer un proyecto diferente.

¿En dónde está lo distinto si lo pretende hacer con los mismos políticos que ya mostraron de que pie cojean?

Y en Morena, la diputada federal Tatiana Clouthier hurga entre las reservas internas para detectar una razón que les permita escoger a un “militante puro” como candidato a la gubernatura.

En ese trayecto desdeña a Gerardo Vargas Landeros que se moviliza vertiginosamente sin querer admitir que éste es un político de carrera. Le cuestiona que no representa los valores del Movimiento de Regeneración Nacional.

Sin embargo, el conflicto radica en que carecen de figuras de peso. De esas que realmente convencen.

Tendrá esa cualidad el edil culiacanense Jesús Estrada Ferreiro al que el pueblo no puede ver ni en pintura porque lo considera como el propulsor del daño a las mayorías desde que llegó.

O gozarán de esta virtud los homólogos de Mazatlán y Ahome, Guillermo Benítez y Guillermo Chapman, que continuamente se lanzan contra la ciudadanía de la que se ganaron el odio.

Quizá el delegado de Programas Sociales del Gobierno Federal, José Jaime Montes podrá presumir de ello, cuando tiene cero gestiones y ni las rastreadoras lo hallarían porque está totalmente desaparecido.

Seguramente ese rasgo está lejos de poseerlo Rubén Rocha Moya. En 1998 tomó por asalto la candidatura al Poder Ejecutivo sin ser militante del Partido de la Revolución Democrática y aplastó el derecho y los méritos de muchos militantes y pretensos.

Es parte de la corriente del PRI que con Jesús Aguilar Padilla gobernó la entidad del 2004 al 2010 y dejó como saldo u sin fin de tropelías en perjuicio de la población y terminó como una de las más cuestionadas.

De la Coordinación de Asesores de la todavía Administración Pública gubernamental, de corte del priismo, brincó a la senaduría morenista. No convence que profese esos valores que se dicen debe tener un prospecto a la gubernatura.

¿Entonces quien será?

Al grado que registra el interior de un horno de barro luego de diez horas que le encendieron la leña se encuentra el ambiente por la sucesión de Sinaloa en la que cualquiera que acerque la mano podría quemarse. Y como la política es para políticos, hay quienes saben que habrá truenos y explosiones entre los grupos y los aspirantes, que serán necesarios aguantar.

Es tan irritante estar en medio del fuego y más cuando no se conoce su efecto que ingenuamente el diputado local por San Luis Potosí Pedro César Canizales “El Mijis” creyó que lo más infernal se sufría en el submundo del pandillerismo y las drogas que transitó cuando el verdadero averno está en la política que mezcla todos los elementos habidos y por haber, complementándose con la acción inevitable de los poderes fácticos.

Esa ignorancia de las cosas lo orilló a confesar de su enfado en la legislatura y lo llevó a separarse momentáneamente de la misma y a recorrer los caminos de lo que dijo era el México real. Obvio que era un país que él concebía de manera muy personal: el de “Mijislandia”.

El Partido Revolucionario Institucional del estado recibe los vapores de ese clima caliente que se padece. El presidente del Comité Directivo Estatal, Jesús Valdez Palazuelos ya tiene las llamas en los aparejos.

Está en espera de que lo hagan abanderado, pero como el que calla otorga no llegará muy lejos en la carrera. Sergio Félix Torres que también anda al cien por hora, le dio un golpe directo y volado. Le pidió que renunciara para que haya suelo parejo y estar en las mismas condiciones. Atemorizado el directivo mejor se hizo el sordo y ciego.

No tardan los adversarios en reeditarle aquel episodio de su vida del “Milky Way”, que se afirma lo usó para la trata de personas con el que enredó a varias jovencitas.

O de la deuda que le empezará a cobrar uno de sus acreedores por las promesas incumplidas a cambio de dinero que le prestó para su campaña a la alcaldía del 2018 que perdió arrolladoramente.

Igual que Mario Zamora, Aarón Irízar y otros del priismo, que no hacen nada por la militancia ni por la sociedad.

En el Partido Acción Nacional, el dirigente Juan Carlos Estrada Vega a quien ya le cantaron que tome en cuenta a Alfonso Mejía López, actual secretario de Educación Pública y Cultura, no tiene la forma de tapar la vergüenza que significa incluir a un aviador de los dineros de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Hay expedientes de que por mucho tiempo cobró sin trabajar.

Algo muy similar le pasa al choicense cuando falsamente intenta ver la cara a los ciudadanos luego de reuniones entre priistas, panistas y acomodaticios, al pregonar que con ellos trata de hacer un proyecto diferente.

¿En dónde está lo distinto si lo pretende hacer con los mismos políticos que ya mostraron de que pie cojean?

Y en Morena, la diputada federal Tatiana Clouthier hurga entre las reservas internas para detectar una razón que les permita escoger a un “militante puro” como candidato a la gubernatura.

En ese trayecto desdeña a Gerardo Vargas Landeros que se moviliza vertiginosamente sin querer admitir que éste es un político de carrera. Le cuestiona que no representa los valores del Movimiento de Regeneración Nacional.

Sin embargo, el conflicto radica en que carecen de figuras de peso. De esas que realmente convencen.

Tendrá esa cualidad el edil culiacanense Jesús Estrada Ferreiro al que el pueblo no puede ver ni en pintura porque lo considera como el propulsor del daño a las mayorías desde que llegó.

O gozarán de esta virtud los homólogos de Mazatlán y Ahome, Guillermo Benítez y Guillermo Chapman, que continuamente se lanzan contra la ciudadanía de la que se ganaron el odio.

Quizá el delegado de Programas Sociales del Gobierno Federal, José Jaime Montes podrá presumir de ello, cuando tiene cero gestiones y ni las rastreadoras lo hallarían porque está totalmente desaparecido.

Seguramente ese rasgo está lejos de poseerlo Rubén Rocha Moya. En 1998 tomó por asalto la candidatura al Poder Ejecutivo sin ser militante del Partido de la Revolución Democrática y aplastó el derecho y los méritos de muchos militantes y pretensos.

Es parte de la corriente del PRI que con Jesús Aguilar Padilla gobernó la entidad del 2004 al 2010 y dejó como saldo u sin fin de tropelías en perjuicio de la población y terminó como una de las más cuestionadas.

De la Coordinación de Asesores de la todavía Administración Pública gubernamental, de corte del priismo, brincó a la senaduría morenista. No convence que profese esos valores que se dicen debe tener un prospecto a la gubernatura.

¿Entonces quien será?