/ martes 10 de diciembre de 2019

En México y Sinaloa crece la violencia política contra las mujeres

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México está en el lugar 12 entre los países más violentos del planeta, superando a Afganistán, Puerto Rico y Filipinas. Del 1 de enero al 30 de noviembre de este año, se han cometido 28,870 homicidios, 28% más que en 2018.

En los últimos años, la violencia contra la mujer ha escalado a niveles imperdonables. Cada día, más de 10 mujeres son asesinadas en México. Del 2015 a la fecha se han cometido 3,578 feminicidios a nivel nacional; tan solo este año, de enero a octubre, se registraron 833 casos; 19 de 32 entidades federativas han declarado la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.

En nuestro estado se han cometido, hasta el viernes pasado, 42 feminicidios, pero la violencia contra la mujer sigue en aumento y esta se da en todos los sectores: el familiar, el escolar, el deportivo, el laboral, la comunidad y hasta en la política.

Precisamente, hoy quiero compartir con ustedes una situación que me preocupa mucho y que se está dando en nuestro país, en nuestro estado y hasta en los municipios: la violencia política, en especial, la que se da contra las mujeres

De acuerdo con el Informe de Violencia Política en México, en el primer trimestre de este año, este tipo de ataques contra políticos subió un 46% respecto al 2018, registrándose 180 agresiones que fueron denunciadas; de estas, 111 fueron amenazas, 24 homicidios, 11 secuestros, ocho atentados familiares, siete lesiones por armas de fuego, siete robos y cuatro tentativas de homicidios. Las agresiones hacia las mujeres en la política se han incrementado, pues de estos 180 ataques registrados, 79 fueron dirigidas a mujeres y 101 a hombres.

Debido a este ambiente enrarecido, la semana pasada la Cámara de Diputados aprobó reformas para tipificar la violencia política de género. Estas modificaciones, que son cambios propuestos a siete leyes en materia de paridad, fueron aprobadas por 419 votos. Esa violencia podrá ser señalada por cualquier tipo de ridiculización, bromas hirientes, agresiones verbales, restricción al uso de la palabra, obstaculización en el trabajo, hostigamiento, coacción, acoso u hostigamiento sexual, amenazas, presión para que solicite licencia o renuncie a candidaturas o cargos.

Las Comisiones Unidas de Igualdad de Género y de Gobernación y Población presentaron un proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, de la Ley General de Partidos Políticos, de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

En Sinaloa, esta violencia es mucho más común de lo que se cree. Esta es usada por políticos contra las mujeres cuando se acaban los argumentos y el único camino que les queda es la descalificación; ridiculizar con bromas hirientes ha sido una práctica diaria de personas que consideran que la política es exclusiva para el género masculino.

Tenemos ejemplos muy claros que han trascendido la esfera gubernamental. La violencia política de género se ha presentado en las administraciones municipales de Ahome, Mazatlán y Culiacán, donde se han agredido a las síndicas procuradoras por el hecho de señalar fallas en esas administraciones locales.

La violencia política ha sido tan grave que la síndica procuradora de Ahome, Angelina Valenzuela Benítez, ha declarado que teme por su vida y la de su familia y ha solicitado la protección policiaca para desempeñar su cargo en ese municipio.

Es muy lamentable que muchos de los políticos que llegaron al poder gracias a la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, se sientan dueños del territorio que gobiernan y crean que el poder lo pueden ejercer contra quienes les señalen sus errores; lo más grave es que estos ataques queden en la impunidad.

Considero importante parar la creciente ola de violencia política de género en nuestro estado. No debemos permitir que se sigan presentando ataques de funcionarios públicos contra las mujeres, escudados en la inmunidad que les otorga el fuero político.

Mucho hemos luchado por la igualdad de género en Sinaloa y para que las instituciones estatales y municipales aseguren la igualdad de condiciones y la inclusión de las personas. Mucho hemos luchado para que los sinaloenses gocen de igualdad de las libertades, se respeten los derechos humanos y se erradique la violencia política de género. Hoy no es el momento para claudicar y permitir a personas en el poder que, por el simple hecho de ser varones, tiren a la basura estos grandes logros.

Hoy tenemos una gran oportunidad de hacer un alto en el camino y reflexionar sobre lo que está pasando, así como para que todas las fuerzas políticas del estado nos sentemos, acordemos, señalemos y denunciemos a estas personas para que cambien su forma de conducirse con sus compañeros.

El respeto a las diferentes formas de pensar debe ser la base para la convivencia política, para poder llegar a acuerdos en beneficio de los ciudadanos de nuestro estado, y esto debe ser la plataforma para erradicar la Violencia Política de Género.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México está en el lugar 12 entre los países más violentos del planeta, superando a Afganistán, Puerto Rico y Filipinas. Del 1 de enero al 30 de noviembre de este año, se han cometido 28,870 homicidios, 28% más que en 2018.

En los últimos años, la violencia contra la mujer ha escalado a niveles imperdonables. Cada día, más de 10 mujeres son asesinadas en México. Del 2015 a la fecha se han cometido 3,578 feminicidios a nivel nacional; tan solo este año, de enero a octubre, se registraron 833 casos; 19 de 32 entidades federativas han declarado la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.

En nuestro estado se han cometido, hasta el viernes pasado, 42 feminicidios, pero la violencia contra la mujer sigue en aumento y esta se da en todos los sectores: el familiar, el escolar, el deportivo, el laboral, la comunidad y hasta en la política.

Precisamente, hoy quiero compartir con ustedes una situación que me preocupa mucho y que se está dando en nuestro país, en nuestro estado y hasta en los municipios: la violencia política, en especial, la que se da contra las mujeres

De acuerdo con el Informe de Violencia Política en México, en el primer trimestre de este año, este tipo de ataques contra políticos subió un 46% respecto al 2018, registrándose 180 agresiones que fueron denunciadas; de estas, 111 fueron amenazas, 24 homicidios, 11 secuestros, ocho atentados familiares, siete lesiones por armas de fuego, siete robos y cuatro tentativas de homicidios. Las agresiones hacia las mujeres en la política se han incrementado, pues de estos 180 ataques registrados, 79 fueron dirigidas a mujeres y 101 a hombres.

Debido a este ambiente enrarecido, la semana pasada la Cámara de Diputados aprobó reformas para tipificar la violencia política de género. Estas modificaciones, que son cambios propuestos a siete leyes en materia de paridad, fueron aprobadas por 419 votos. Esa violencia podrá ser señalada por cualquier tipo de ridiculización, bromas hirientes, agresiones verbales, restricción al uso de la palabra, obstaculización en el trabajo, hostigamiento, coacción, acoso u hostigamiento sexual, amenazas, presión para que solicite licencia o renuncie a candidaturas o cargos.

Las Comisiones Unidas de Igualdad de Género y de Gobernación y Población presentaron un proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, de la Ley General de Partidos Políticos, de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

En Sinaloa, esta violencia es mucho más común de lo que se cree. Esta es usada por políticos contra las mujeres cuando se acaban los argumentos y el único camino que les queda es la descalificación; ridiculizar con bromas hirientes ha sido una práctica diaria de personas que consideran que la política es exclusiva para el género masculino.

Tenemos ejemplos muy claros que han trascendido la esfera gubernamental. La violencia política de género se ha presentado en las administraciones municipales de Ahome, Mazatlán y Culiacán, donde se han agredido a las síndicas procuradoras por el hecho de señalar fallas en esas administraciones locales.

La violencia política ha sido tan grave que la síndica procuradora de Ahome, Angelina Valenzuela Benítez, ha declarado que teme por su vida y la de su familia y ha solicitado la protección policiaca para desempeñar su cargo en ese municipio.

Es muy lamentable que muchos de los políticos que llegaron al poder gracias a la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, se sientan dueños del territorio que gobiernan y crean que el poder lo pueden ejercer contra quienes les señalen sus errores; lo más grave es que estos ataques queden en la impunidad.

Considero importante parar la creciente ola de violencia política de género en nuestro estado. No debemos permitir que se sigan presentando ataques de funcionarios públicos contra las mujeres, escudados en la inmunidad que les otorga el fuero político.

Mucho hemos luchado por la igualdad de género en Sinaloa y para que las instituciones estatales y municipales aseguren la igualdad de condiciones y la inclusión de las personas. Mucho hemos luchado para que los sinaloenses gocen de igualdad de las libertades, se respeten los derechos humanos y se erradique la violencia política de género. Hoy no es el momento para claudicar y permitir a personas en el poder que, por el simple hecho de ser varones, tiren a la basura estos grandes logros.

Hoy tenemos una gran oportunidad de hacer un alto en el camino y reflexionar sobre lo que está pasando, así como para que todas las fuerzas políticas del estado nos sentemos, acordemos, señalemos y denunciemos a estas personas para que cambien su forma de conducirse con sus compañeros.

El respeto a las diferentes formas de pensar debe ser la base para la convivencia política, para poder llegar a acuerdos en beneficio de los ciudadanos de nuestro estado, y esto debe ser la plataforma para erradicar la Violencia Política de Género.