/ sábado 25 de julio de 2020

El sueño de contar con panistas de otro planeta



Juan Carlos Estrada Vega se asustó otra vez con su propia sombra. Sufre de un delirio de contar con panistas que probablemente son de otro planeta, porque la historia consigna que en su momento no supo ser oposición ni como militante, ni como alcalde de Choix entre el 2011-2013, y hoy, expulsa a los regidores choicense y ahomense, Lidia Villalba y Alfonso Pinto, por no saber ser comportarse frente a los gobiernos morenistas.

La realidad lo rebasó cuando se sabe que los ediles sencillamente no se dejaron manipular en ese juego que como directivo le gustó establecer de “títere y titiritero”.

No hay que ir muy lejos para recordar que en el proceso electoral del 2010, su dirigente Francisco Solano Urías que de tanta honestidad habló, contrajo un vínculo de maridaje con el ex priista Mario López Valdez, a quien rechazó abrir las puertas del Partido Acción Nacional para que fuera el candidato a la gubernatura, pero en cuanto le llegaron al precio, de rodillas le pidió perdón en un acto público de campaña a quien era su acérrimo enemigo.

Luego como diputado local defendió al mandatario en una supuesta alianza más de intereses particulares, que de proyecto político general para beneficiar a los sinaloenses.

En esa época el propio Juan Carlos Estrada, recibió como regalo entre los arreglos la candidatura a la presidencia municipal de Choix. Dejó rastros todavía visibles de una red que tejió de negocios privados, que se levantó dudosamente de la noche a la mañana.

Hoy grita que para ir por el “camino correcto” el PAN se desmarca de quienes en los cabildos no critican a los alcaldes y que hará una purga en el parón de militantes para conservar a quienes sean a fines a sus programas e ideología. No tiene pena cuando asegura lo anterior, cuando proviene de una elección en la que un instituto con casi 80 años de existencia en la entidad, basó su elección en ese evento con un pobre padrón de 4 mil militantes.

Creo que se quedará solo y tendrá que asumir su responsabilidad de ser el primero en renunciar al cargo y a las filas del albiazul.

Y más fresca está la acusación de personajes sobresalientes de Acción Nacional que embarran a su ex jefe y ex abanderado a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, senadores y legisladores federales, que cínicamente amenazó con meter la cárcel al ex presidente Enrique Peña Nieto por corrupto cuando fue compañero de asaltos a mano armada.

¿Entonces, quiere seres oposicionistas a quién?

Porque cuando gobernaron los priistas operaron como comparsas a los que asegura falsamente rechazar. Los redujeron a cómplices.

Qué ironía.

Simplemente durante la administración de Jesús Valdez Palazuelos en Culiacán, cuándo los ediles Miguel Ángel Díaz O Cecilia González lo cuestionaron. Por el contrario le llamaban patrón a quien dejó una estela de corruptelas abusos. Y están en espera de que sea abanderado a la gubernatura para sumarse para al proyecto del dirigente del PRI estatal.

¿En donde está el rol opositor del panismo en la Comuna culiacanense, frente a las graves tropelías que comete Jesús Estrada Ferreiro contra los ciudadanos?

No es necesario tirar una “cortina de humo” para confundir a los sinaloenses. El peso de la historia del albiazul, sin dejar de reconocer que hay sus honrosas excepciones, en la mayoría de casas, no tiene nada que ver con los militantes que describe Juan Carlos Estrada Vega.

Casi todos ya traen en la sangre ese estilo de conductas.

Creo que habla de panistas que podrían existir en otra planeta o dimensión del universo.



Juan Carlos Estrada Vega se asustó otra vez con su propia sombra. Sufre de un delirio de contar con panistas que probablemente son de otro planeta, porque la historia consigna que en su momento no supo ser oposición ni como militante, ni como alcalde de Choix entre el 2011-2013, y hoy, expulsa a los regidores choicense y ahomense, Lidia Villalba y Alfonso Pinto, por no saber ser comportarse frente a los gobiernos morenistas.

La realidad lo rebasó cuando se sabe que los ediles sencillamente no se dejaron manipular en ese juego que como directivo le gustó establecer de “títere y titiritero”.

No hay que ir muy lejos para recordar que en el proceso electoral del 2010, su dirigente Francisco Solano Urías que de tanta honestidad habló, contrajo un vínculo de maridaje con el ex priista Mario López Valdez, a quien rechazó abrir las puertas del Partido Acción Nacional para que fuera el candidato a la gubernatura, pero en cuanto le llegaron al precio, de rodillas le pidió perdón en un acto público de campaña a quien era su acérrimo enemigo.

Luego como diputado local defendió al mandatario en una supuesta alianza más de intereses particulares, que de proyecto político general para beneficiar a los sinaloenses.

En esa época el propio Juan Carlos Estrada, recibió como regalo entre los arreglos la candidatura a la presidencia municipal de Choix. Dejó rastros todavía visibles de una red que tejió de negocios privados, que se levantó dudosamente de la noche a la mañana.

Hoy grita que para ir por el “camino correcto” el PAN se desmarca de quienes en los cabildos no critican a los alcaldes y que hará una purga en el parón de militantes para conservar a quienes sean a fines a sus programas e ideología. No tiene pena cuando asegura lo anterior, cuando proviene de una elección en la que un instituto con casi 80 años de existencia en la entidad, basó su elección en ese evento con un pobre padrón de 4 mil militantes.

Creo que se quedará solo y tendrá que asumir su responsabilidad de ser el primero en renunciar al cargo y a las filas del albiazul.

Y más fresca está la acusación de personajes sobresalientes de Acción Nacional que embarran a su ex jefe y ex abanderado a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, senadores y legisladores federales, que cínicamente amenazó con meter la cárcel al ex presidente Enrique Peña Nieto por corrupto cuando fue compañero de asaltos a mano armada.

¿Entonces, quiere seres oposicionistas a quién?

Porque cuando gobernaron los priistas operaron como comparsas a los que asegura falsamente rechazar. Los redujeron a cómplices.

Qué ironía.

Simplemente durante la administración de Jesús Valdez Palazuelos en Culiacán, cuándo los ediles Miguel Ángel Díaz O Cecilia González lo cuestionaron. Por el contrario le llamaban patrón a quien dejó una estela de corruptelas abusos. Y están en espera de que sea abanderado a la gubernatura para sumarse para al proyecto del dirigente del PRI estatal.

¿En donde está el rol opositor del panismo en la Comuna culiacanense, frente a las graves tropelías que comete Jesús Estrada Ferreiro contra los ciudadanos?

No es necesario tirar una “cortina de humo” para confundir a los sinaloenses. El peso de la historia del albiazul, sin dejar de reconocer que hay sus honrosas excepciones, en la mayoría de casas, no tiene nada que ver con los militantes que describe Juan Carlos Estrada Vega.

Casi todos ya traen en la sangre ese estilo de conductas.

Creo que habla de panistas que podrían existir en otra planeta o dimensión del universo.