/ jueves 27 de enero de 2022

El peligroso acompañante del gobernador

Relegada por décadas, el gobernador Rubén Rocha Moya llevó a la Ciudad de Costa Rica, la jornada comunitaria “Viviendo el Trato en Familia” y, de entre toda su comitiva, el único que no encajó –como siempre-, en el ánimo de los pobladores, fue el diputado local morenista Serapio Vargas Ramírez. Apareció como el verdadero “prieto en el arroz” al que acusan de grosero. De maltratador.

Y hasta de chafa.

Al evento que organizó la secretaria de Mujeres, Teresa Guerra Ochoa en el parque Alejandro Torres, varios de los asistentes no pudieron evitar su contrariedad cuando lo vieron. Desde que asumió en el Congreso del Estado, lo declararon por todos los pueblos de esta zona que conforman el Distrito Electoral XVIII, como una persona “Non grata”.

Para empezar el legislador por accidente, se quiso colgar el acontecimiento. Les dijo que a nadie le deben agradecer los servicios médicos y sociales que les prestaron, más que a él.

Como ya lo conocen, los asistentes le expresaron su respeto al mandatario sinaloense, a quien luego de tantos años y de estar tan cerca de la capital de Sinaloa, alcaldes y gobernadores priistas pasaron como de noche.

Nunca escucharon las súplicas y se concretaron a que platicaran con emisarios que no les solucionaron algo. Por ello la llaman la ciudad de las tres mentiras. Porque no es ni ciudad, ni costa y mucho menos rica, como lo plantea el nombre de la sindicatura.

Entre los presentes, tanto hombres como mujeres y jóvenes, surgió una queja que con frecuencia se repite:

Que el diputado se burló de todos los electores. Que solo vino con engaños a pedir el voto, pero jamás se prestó a recibir a un grupo de ellos cuando lo solicitan. Y ni siquiera les contesta el teléfono.

Por desgracia, hoy dice que a los que sufragaron por él no les debe nada, y se atreve a señalar que es integrante de la actual Legislatura, porque personajes muy poderosos del Valle de San Lorenzo, lo impulsaron y colocaron.

Dicho, que además lo manifestó más de una vez entre los compañeros de curul. Como es muy hablantín, a la mejor no sabe lo que dice.

Aunque personal de la Cámara, asegura que sí sabe lo que grita y lo hace con mucho orgullo.

No tiene tantita vergüenza.

En el centro de la polémica que no se acaba, el mandamás de Palacio de Gobierno, Rubén Rocha Moya, arribará a sus cien días como tal y obviamente que los ojos de los ciudadanos que están atentos a que se cumpla lo que prometió en campaña, le aplicarán la primera evaluación.

Por lo pronto, suspendió por riesgo de Covid-19 el Maratón Internacional de Culiacán y en una semana decidirá si también sucede lo mismo con el Carnaval de Mazatlán, donde manda uno de sus más acérrimos adversarios que presume ser de Movimiento de Regeneración Nacional, Guillermo Benitez Torres, quien es muy circular porque no tiene lado.

Más temprano que tarde, el jefe político de la entidad, deberá enlistar sus errores y sus aciertos gubernamentales.

Tiene en contra el hecho, de que los sinaloenses, como nunca antes, le apostaron a mayores expectativas de viva y de trabajo.

A ver que sale.

En Ahome, uno más que se quiere someter al escrutinio público, es el edil Gerardo Vargas Landeros. A fin de cuentas no se sabe cómo reaccionará la gente cuando tenga que calificar a su gobernante en los municipios, sin embargo, hay quienes aseguran que el ex secretario general de Gobierno les lleva una amplia ventaja al resto de sus homólogos.

Los más visibles, como el de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, que busca ser senador de la República al igual que el mazatleco, Guillermo Benitez Torres, reprobarán el primer cuarto de su mandato y ello afianza política y socialmente para el presente y el futuro del mochitense.

Las anteriores, son las plazas más grandes y por lo mismo son las que más llaman la atención de propios y extraños.

En éstas las equivocaciones y los desplantes, les cobrarán facturas en camino hacia sus proyectos.




Relegada por décadas, el gobernador Rubén Rocha Moya llevó a la Ciudad de Costa Rica, la jornada comunitaria “Viviendo el Trato en Familia” y, de entre toda su comitiva, el único que no encajó –como siempre-, en el ánimo de los pobladores, fue el diputado local morenista Serapio Vargas Ramírez. Apareció como el verdadero “prieto en el arroz” al que acusan de grosero. De maltratador.

Y hasta de chafa.

Al evento que organizó la secretaria de Mujeres, Teresa Guerra Ochoa en el parque Alejandro Torres, varios de los asistentes no pudieron evitar su contrariedad cuando lo vieron. Desde que asumió en el Congreso del Estado, lo declararon por todos los pueblos de esta zona que conforman el Distrito Electoral XVIII, como una persona “Non grata”.

Para empezar el legislador por accidente, se quiso colgar el acontecimiento. Les dijo que a nadie le deben agradecer los servicios médicos y sociales que les prestaron, más que a él.

Como ya lo conocen, los asistentes le expresaron su respeto al mandatario sinaloense, a quien luego de tantos años y de estar tan cerca de la capital de Sinaloa, alcaldes y gobernadores priistas pasaron como de noche.

Nunca escucharon las súplicas y se concretaron a que platicaran con emisarios que no les solucionaron algo. Por ello la llaman la ciudad de las tres mentiras. Porque no es ni ciudad, ni costa y mucho menos rica, como lo plantea el nombre de la sindicatura.

Entre los presentes, tanto hombres como mujeres y jóvenes, surgió una queja que con frecuencia se repite:

Que el diputado se burló de todos los electores. Que solo vino con engaños a pedir el voto, pero jamás se prestó a recibir a un grupo de ellos cuando lo solicitan. Y ni siquiera les contesta el teléfono.

Por desgracia, hoy dice que a los que sufragaron por él no les debe nada, y se atreve a señalar que es integrante de la actual Legislatura, porque personajes muy poderosos del Valle de San Lorenzo, lo impulsaron y colocaron.

Dicho, que además lo manifestó más de una vez entre los compañeros de curul. Como es muy hablantín, a la mejor no sabe lo que dice.

Aunque personal de la Cámara, asegura que sí sabe lo que grita y lo hace con mucho orgullo.

No tiene tantita vergüenza.

En el centro de la polémica que no se acaba, el mandamás de Palacio de Gobierno, Rubén Rocha Moya, arribará a sus cien días como tal y obviamente que los ojos de los ciudadanos que están atentos a que se cumpla lo que prometió en campaña, le aplicarán la primera evaluación.

Por lo pronto, suspendió por riesgo de Covid-19 el Maratón Internacional de Culiacán y en una semana decidirá si también sucede lo mismo con el Carnaval de Mazatlán, donde manda uno de sus más acérrimos adversarios que presume ser de Movimiento de Regeneración Nacional, Guillermo Benitez Torres, quien es muy circular porque no tiene lado.

Más temprano que tarde, el jefe político de la entidad, deberá enlistar sus errores y sus aciertos gubernamentales.

Tiene en contra el hecho, de que los sinaloenses, como nunca antes, le apostaron a mayores expectativas de viva y de trabajo.

A ver que sale.

En Ahome, uno más que se quiere someter al escrutinio público, es el edil Gerardo Vargas Landeros. A fin de cuentas no se sabe cómo reaccionará la gente cuando tenga que calificar a su gobernante en los municipios, sin embargo, hay quienes aseguran que el ex secretario general de Gobierno les lleva una amplia ventaja al resto de sus homólogos.

Los más visibles, como el de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, que busca ser senador de la República al igual que el mazatleco, Guillermo Benitez Torres, reprobarán el primer cuarto de su mandato y ello afianza política y socialmente para el presente y el futuro del mochitense.

Las anteriores, son las plazas más grandes y por lo mismo son las que más llaman la atención de propios y extraños.

En éstas las equivocaciones y los desplantes, les cobrarán facturas en camino hacia sus proyectos.