Eran amigos y compañeros de mil batallas. Cada uno trabajó en sus respectivos sindicatos, y militaron por algún tiempo en el mismo partido político, Miguel Ángel Velazco en el de panaderos y Vallejo en el de ferrocarrileros.
A Miguel Ángel le decían el ratón, seguramente por su aspecto, era bajito de estatura, muy delgado y a sus 78 años tenía el cabello blanco. Se había iniciado en el Sindicato de Panaderos en el Estado de Veracruz, y después en el Sindicato Nacional de Panaderos. En su juventud había militado en el Partido Comunista Mexicano (PCM), partido del cual fue expulsado.
Fue dirigente de la Federación Juvenil Comunista; y de los principales líderes del Bloque Obrero Campesino; dirigente de los Sindicatos de Obreros Agrícolas de la ex Nueva Italia y de Lombardía en Michoacán. Y fundador del Movimiento de Acción y Unidad Socialista (MAUS) en 1971, y en 1988, fue nombrado dirigente honorario del Partido Mexicano Socialista (PMS).
Demetrio Vallejo perteneció en su juventud al Partido Comunista Mexicano (PCM), y años después fue expulsado por no apegarse a la “línea” soviética”. Se desarrolló en el ámbito sindical, y llegó a ser el principal dirigente del sindicato de ferrocarrileros. Dirigió las luchas ferrocarrileras que conmovieron a México en 1958-1959. Al salir de la cárcel, en 1971, junto con Heberto Castillo y cientos de luchadores sociales, se dedicó a dar forma a un nuevo partido, el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).
Ambos dirigentes sociales se vuelven a encontrar en la segunda Asamblea Nacional Extraordinaria del PMT a mediados de 1981, Miguel Ángel de 78 años y Vallejo de 71 años.
Miguel Ángel como invitado especial y Vallejo como convocante.
Miguel Ángel era un asiduo huésped de las cárceles mexicanas, compartió celda con José Revueltas en las Islas Marías.
Miguel Ángel el ratón Velazco pasó a la historia por un acontecimiento que se dio en el nacimiento de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), organización alentada por el Presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, como una forma de combatir y suplir a la poderosa Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROM), de Luis N. Morones.
La CTM estaba formado por tres afluentes sindicales: el oficial, el de la Confederación General de Trabajadores (CGT), liderada por Vicente Lombardo Toledano; el de los comunistas, donde se agrupaban los sindicatos más fuertes de entonces, como el de los ferrocarrileros, petroleros, los del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), bloque en el que participaban dirigentes como Francisco Breña Álvarez, Valentín Campa y el propio Velazco. El tercer afluente, el más pequeño, estaban los sindicatos como el de los lecheros, era el de “los cinco lobitos”. En el de los lecheros estaba Fidel Velásquez.
Al Secretario General lo eligieron por consenso. Resultó ser Vicente Lombardo Toledano. El secretario de organización, resultó ganador por mayoría Miguel Ángel Velasco. Fidel Velásquez perdió la votación. Después de unos minutos de calma empiezan los gritos en el congreso. Los cinco lobitos ( Fernando Amilpa, Alfonso Sánchez Maradiaga, Jesús Yurén Aguilar, Alfonso Quintero y Fidel Velásquez) amenazaron con dejar el Congreso. Empezaron las negociaciones y Valentín Campa informa al Congreso que: Miguel Ángel Velazco cedía su lugar a Fidel Velásquez.
Después Fidel Velásquez expulsa a Lombardo Toledano de la CTM, inicia una campaña permanente de expulsión de los sindicalistas comunistas y termina domesticando al movimiento obrero sindical en el país. Queda al frente de la CTM hasta que muere el 2 de junio de 1997.
Para la elaboración de este artículo se consultó a José Luis Hernández Jiménez, Cuando correteábamos utopías.
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