Después de aquel lío de faldas que protagonizó y de la violencia que ejerció contra una dama en razón de género, del que salió impune gracias a sus influencias, todo apunta que Enrique Inzunza Cázares será el lastre que acompañará en todo su sexenio el gobernador morenista electo Rubén Rocha Moya, al obligarse a respetar acuerdos de intereses inconfesables.
A causa de los pactos funestos, el mandatario que rendirá su protesta el primero de noviembre, nunca se atrevió siquiera a revisar sus expedientes vistos por la sociedad entera. No era necesario, porque lo conocía a fondo y con “pelos y señales”.
En cambio, desenvolvió una penosa e injusta defensa de quien presume como su amigo y hasta como pariente, pero en perjuicio de la mujer víctima del acoso sexual que estuvo como subordinada cuando como presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, cometió una serie de tropelías. Y colocó, en otros casos de abuso, a familiares y compadres en cargos con percepciones muy onerosas.
Para que todo quedara en familia
Éste, será un tema recurrente que no desaparecerá por arte de magia y que tratarán como sucede, que analistas y críticos de medios nacionales lo abordaron en los últimos días.
De aquí parte, el sospechoso poderío que incluso impone sobre el próximo gobernante constitucional, un acusado que recurrió a fuerzas externas y especiales para logra que le retirarán la acusación y se cerrara el caso.
¿Cómo es posible que alguien con este perfil y antecedentes se anuncie para ocupar la Secretaría General de Gobierno del Estado?
Y que de paso, fuerce a Rubén Rocha Moya a darle una patada a Juan José Ríos Estavillo para que desocupe la titularidad de la Fiscalía General del Estado. Ya se comienza a observar quien realmente gobernará detrás de bambalinas. Esto encarna que establecieron alianzas perversas.
No significa que el todavía cabeza de la FGE, merezca seguir por su eficiencia, porque jamás les sirvió a los sinaloenses.
Lo cuestionable, es el método despiadado y unilateral con el que lo buscan correr del puesto, sin explicar que solo estuvo de adorno y ese sería una causa más fuerte para sacarlo.
No hay que cerrarse a que Juan José Ríos Estavillo uno de los peores figuras de procuración de justicia, fue quien filtró el caso de hostigamiento contra una jueza de parte de Enrique Cázares Inzunza. Y por eso, tendrá que alistar maletas.
Luego de que en la trama entró un familiar cercano del ex del STJE, que lanzó amenazas por todas partes.
¿Sabe qué clase de convenios se signaron entre Rubén Rocha Moya y Enrique Inzunza Cázares, los dos de Badiraguato?
Muestra Serapio las bajezas de las que es capaz
Al modo. De acuerdo a su estilo y bajeza, el diputado local de Morena, Serapio Vargas Ramírez, invitó a los representantes de los medios de comunicación el pasado martes a la sesión en que rindió protesta como presidente de la Comisión de Agricultura en el Congreso del Estado.
Con sarcasmo, soltó sonoras carcajadas. Sabía que no los dejarían ingresar al salón donde se llevaría a cabo el evento, por las medidas preventivas en contra el Covid-19. Además lo saturó de invitados entre los que estuvieron ausentes quienes le dieron el voto. Pero acudieron empresarios, productores poderosos y otros fifís con los que se comenzó a codear.
¡Qué fachada!
Merary y Victoria, el binomio siniestro.
En jueves, un bochornoso suceso interpretó la diputada federal morenista Merary Villegas, al ignorar el clamor y dolor de una madre que le imploró apoyo para atender a un hijo con cáncer.
Un día antes, la madre de la legisladora también integrante de la Cámara Local y de la bancada morenista, recibió imputaciones de algunos de los 300 precaristas de Aguaruto que necesitan lotes para construir sus viviendas.
La acusan de ser mercenaria y de estar en contra de sus derechos. Le exigieron que no se meta con ellos y que deje de participar en un grupo que les envía hombres armados para intimidarlos.
