/ martes 17 de noviembre de 2020

El Informe Quirino y la pelea priísta en Ahome

Sobre las aguas de un proceso electoral en la que algunos funcionarios se aprestan para dejar el barco en que navega, el gobernador Quirino Ordaz Coppel envió al Congreso del Estado el Cuarto Informe de Labores. En tanto, de lado del PRI que el mazatleco jefatura y que se juega su última apuesta por la sobrevivencia en las plazas más grandes, la de Ahome, muestra una terna de aspirantes que requerirá un ajuste meticuloso, sin que les ganen sus ambiciones.

Difícilmente el Ejecutivo podrá colocar el nivel de su esfuerzo para posicionar a la actual Administración Pública en torno al ominoso gasto que del 2017 al 2019 hizo para dar una “mano de gato” a su imagen”: más de mil 180 millones de pesos en el rubro de comunicación social.

O cuando ni siquiera se escucharon los reclamos de muchas de las familias de Sinaloa. Como sucedió en la colonia Ampliación Bicentenario de la capital sinaloense, donde el crimen organizado habilitó una escuela ante el grave vacío de poder de las autoridades.

Y a la que luego prácticamente acudió a inaugurar –en una visita de inspección-, el secretario de Educación Pública y Cultura dl Gobierno del Estado, Juan Alfonso Mejía, panista que quiere asaltar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura.

Sin olvidar que núcleos completos de familiares, huyeron de las comunidades de Tepuche y sus alrededores a causa de la violencia y todavía deambulan sin respuesta a su angustia y desgracia.

En esa realidad se inserta la trágica estadística de asesinatos diarios en toda la entidad, que corresponderá a los diputados locales y a los ciudadanos avalar o reprobar en el penúltimo informe de Gobierno.

La terna del PRI a sacudir para Ahome.

Precisamente en esta jornada comicial que se registra aunque todavía no libera la convocatoria la Cámara Local, entre los priistas ahomenses que quieren disputar el Ayuntamiento a Morena, desenfundaron el florete para la esgrima política Álvaro Ruelas Echave, Bernardino Antelo Esper y Marco Antonio Osuna Moreno.

El primero, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, ya fue presidente municipal y en su fase de reelección perdió. A juicio de los militantes del tricolor, si lo lanzan, será más de lo mismo.

No se apegará a lo que dicen los dirigentes de lo que es el nuevo Revolucionario Institucional, de dar la oportunidad a otros, que traigan proyectos innovadores y expondría a su vez, la debilidad de los cuadros existentes.

El mochitense, porta un arma de dos filos. Vecinos y constructores organizados afirman que su principal accesorio es la mentira. La utiliza para contener y aplazar asuntos que no les quiere resolver, pero al final cuando la verdad llegue, podría cortarse con su propia espada.

Del segundo, director del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación del Estado, pesa algo muy similar sobre su humanidad. De traidor al priismo no lo bajan porque en 2010 les jugó las contras y en 2018 apoyó a los de Morena con Manuel Guillermo Champan a la cabeza.

Trae un sello, que se lo repiten por donde pasa, de que “quien traiciona una vez, lo repite varias veces”.

Las simpatías de la militancia y de los ahomenses se centran sobre el último personaje. Marco Antonio Osuna Moreno, subsecretario estatal de Planeación y Vinculación Social. Su prudencia y trabajo lo perfilan como uno de los favoritos para el 2021.

Los sondeos internos del momento, lo mantienen con un amplio margen en las preferencias electorales, porque lo consideran que pudiera impulsar un viraje a las formas tradicionales de administran una alcaldía.

Además, la gente le construyó una estructura humana que comenzaron a denominar “Todo Terreno”, a través de la que hace gestiones permanentes y afectivas en colonias y comunidades rurales.

Goza de una lealtad a prueba entre los priistas y no hay quien le pise los talones ni lo habrá, de acurdo a las apreciaciones de los pobladores, aquí a cuando se resuelva la candidatura, en lo que aseguran que no hay margen para las equivocaciones.

Sobre las aguas de un proceso electoral en la que algunos funcionarios se aprestan para dejar el barco en que navega, el gobernador Quirino Ordaz Coppel envió al Congreso del Estado el Cuarto Informe de Labores. En tanto, de lado del PRI que el mazatleco jefatura y que se juega su última apuesta por la sobrevivencia en las plazas más grandes, la de Ahome, muestra una terna de aspirantes que requerirá un ajuste meticuloso, sin que les ganen sus ambiciones.

Difícilmente el Ejecutivo podrá colocar el nivel de su esfuerzo para posicionar a la actual Administración Pública en torno al ominoso gasto que del 2017 al 2019 hizo para dar una “mano de gato” a su imagen”: más de mil 180 millones de pesos en el rubro de comunicación social.

O cuando ni siquiera se escucharon los reclamos de muchas de las familias de Sinaloa. Como sucedió en la colonia Ampliación Bicentenario de la capital sinaloense, donde el crimen organizado habilitó una escuela ante el grave vacío de poder de las autoridades.

Y a la que luego prácticamente acudió a inaugurar –en una visita de inspección-, el secretario de Educación Pública y Cultura dl Gobierno del Estado, Juan Alfonso Mejía, panista que quiere asaltar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura.

Sin olvidar que núcleos completos de familiares, huyeron de las comunidades de Tepuche y sus alrededores a causa de la violencia y todavía deambulan sin respuesta a su angustia y desgracia.

En esa realidad se inserta la trágica estadística de asesinatos diarios en toda la entidad, que corresponderá a los diputados locales y a los ciudadanos avalar o reprobar en el penúltimo informe de Gobierno.

La terna del PRI a sacudir para Ahome.

Precisamente en esta jornada comicial que se registra aunque todavía no libera la convocatoria la Cámara Local, entre los priistas ahomenses que quieren disputar el Ayuntamiento a Morena, desenfundaron el florete para la esgrima política Álvaro Ruelas Echave, Bernardino Antelo Esper y Marco Antonio Osuna Moreno.

El primero, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, ya fue presidente municipal y en su fase de reelección perdió. A juicio de los militantes del tricolor, si lo lanzan, será más de lo mismo.

No se apegará a lo que dicen los dirigentes de lo que es el nuevo Revolucionario Institucional, de dar la oportunidad a otros, que traigan proyectos innovadores y expondría a su vez, la debilidad de los cuadros existentes.

El mochitense, porta un arma de dos filos. Vecinos y constructores organizados afirman que su principal accesorio es la mentira. La utiliza para contener y aplazar asuntos que no les quiere resolver, pero al final cuando la verdad llegue, podría cortarse con su propia espada.

Del segundo, director del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación del Estado, pesa algo muy similar sobre su humanidad. De traidor al priismo no lo bajan porque en 2010 les jugó las contras y en 2018 apoyó a los de Morena con Manuel Guillermo Champan a la cabeza.

Trae un sello, que se lo repiten por donde pasa, de que “quien traiciona una vez, lo repite varias veces”.

Las simpatías de la militancia y de los ahomenses se centran sobre el último personaje. Marco Antonio Osuna Moreno, subsecretario estatal de Planeación y Vinculación Social. Su prudencia y trabajo lo perfilan como uno de los favoritos para el 2021.

Los sondeos internos del momento, lo mantienen con un amplio margen en las preferencias electorales, porque lo consideran que pudiera impulsar un viraje a las formas tradicionales de administran una alcaldía.

Además, la gente le construyó una estructura humana que comenzaron a denominar “Todo Terreno”, a través de la que hace gestiones permanentes y afectivas en colonias y comunidades rurales.

Goza de una lealtad a prueba entre los priistas y no hay quien le pise los talones ni lo habrá, de acurdo a las apreciaciones de los pobladores, aquí a cuando se resuelva la candidatura, en lo que aseguran que no hay margen para las equivocaciones.