/ jueves 29 de octubre de 2020

El Informe de Eliazar y la crisis del relajo público

Entre líneas de su Segundo Informe de Gobierno que fue objetivo y riguroso, el alcalde de Navolato, Eliazar Gutiérrez Ángulo destapó una crisis que tocó a todos los niveles de gobierno y que genera vergüenza, porque les permiten a los trabajadores no acudir a las oficinas para protegerse, pero presumen en sus redes sociales viajes, lujos y vistosos platillos que degustan fuera de sus hogares.

Sobre la mesa de regidores donde extendió el legajo de lo que hicieron en equipo y que reflejó la ejecución de obra pública sencilla pero útil para los pobladores, no pudo contener expresar que hay una falta de respeto hacia la ciudadanía.

El edil, obvio que se refirió a casos muy particulares que se registran en la Comuna navolatense, sin embargo, acertó al centro de la verdad. Es un fenómeno que abarca a los organismos gubernamentales de la Federación y del Estado, a los autónomos o a los descentralizados.

Está totalmente de acuerdo en que como autoridades, a causa de la pandemia implementaron medidas de protección hacia la clase trabajadora organizada y a sus familias. Para evitar contagios y decesos.

En lo que disiente, es que hay evidencias de que mientras los ciudadanos requieren de la agilidad de los servicios públicos, no hay suficiente personal que los atienda y cuando se les pide su asistencia, se declaran con males de salud o se escudan con que deben cuidarse por la contingencia.

Es muy frecuente, que los burócratas argumenten que tienen miedo. Empero, la maniobra se descubre cuando por iniciativa propia suben en sus cuentas de internet y en sus estados de WhatsApp, presuntuosamente, imágenes de lugares turísticos locales o de otras ciudades. Así como pruebas en escenarios donde se pasean y en comidas que muestran o digieren en ambientes tranquilos.

Para estos casos, no hay temor ni pretextos.

Lo que hay son exhibiciones de actos relajados.

El munícipe, expuso que como parte de un aparato de autoridad, tienen que salir a dar la cara. Es la única institución que no debe de esconderse sino trabajar por rebatir las consecuencias del Covid-19.

Los especialistas de la salud, sostienen que es ésta la nueva normalidad y es en la que “nos tenemos que mover” para resolver las demandas que aumentan por motivo del confinamiento.

Es hora de asumir nuestra responsabilidad que la gente les confirió y hay que cumplir.

En el marco de la sesión del pasado 26 de los corrientes, el jefe del Ejecutivo fue franco y directo. Rindió un homenaje a nueve de sus colaboradores que murieron por el coronavirus. Entre ellos, Andrés Salvador Padilla Guerra, secretario del Ayuntamiento y Gildardo Agramón Ocaña, comandante de Tránsito.

Dejó entrever que la pandemia, además de desmantelar humanamente su Administración, les arrebató recursos financieros por recortes, empleos, inversiones, y de paso, la tranquilidad a muchos.

El Suntuas en el foro de la CONTU con legisladores.

En la cima de uno los foros más sobre salientes del país, el secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa Sección Académicos, José Carlos Aceves Tamayo, tuvo una participación, de singular trascendencia ayer en la ciudad de México.

Al lado del dirigente de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, Enrique Levet Gorozpe, que aglutina a la clase trabajadora de más de 90 instituciones de educación superior de la República, el sinaloense que preside la Secretaría de Organización, estuvo en la primera fila del terreno neutral al que llevaron a los diputados federales.

En las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, debatieron de manera abierta y precisa, la urgencia de restablecer tanto para la UAS como para las casas de estudios hermanas, el suministro de recursos financieros que permitan transitar el proceso en la enseñanza, la investigación y la cultura, sin contratiempos.

Frenar los recortes presupuestales e incrementar los apoyos para que el rubro educativo se deje de ver como un gasto y no como una inversión, que requiere de fortalecerse.

Y que en época de pandemia, si no se atiende, traerá efectos colaterales, que se recrudecerán al aproximarse el fin de año.

Entre líneas de su Segundo Informe de Gobierno que fue objetivo y riguroso, el alcalde de Navolato, Eliazar Gutiérrez Ángulo destapó una crisis que tocó a todos los niveles de gobierno y que genera vergüenza, porque les permiten a los trabajadores no acudir a las oficinas para protegerse, pero presumen en sus redes sociales viajes, lujos y vistosos platillos que degustan fuera de sus hogares.

Sobre la mesa de regidores donde extendió el legajo de lo que hicieron en equipo y que reflejó la ejecución de obra pública sencilla pero útil para los pobladores, no pudo contener expresar que hay una falta de respeto hacia la ciudadanía.

El edil, obvio que se refirió a casos muy particulares que se registran en la Comuna navolatense, sin embargo, acertó al centro de la verdad. Es un fenómeno que abarca a los organismos gubernamentales de la Federación y del Estado, a los autónomos o a los descentralizados.

Está totalmente de acuerdo en que como autoridades, a causa de la pandemia implementaron medidas de protección hacia la clase trabajadora organizada y a sus familias. Para evitar contagios y decesos.

En lo que disiente, es que hay evidencias de que mientras los ciudadanos requieren de la agilidad de los servicios públicos, no hay suficiente personal que los atienda y cuando se les pide su asistencia, se declaran con males de salud o se escudan con que deben cuidarse por la contingencia.

Es muy frecuente, que los burócratas argumenten que tienen miedo. Empero, la maniobra se descubre cuando por iniciativa propia suben en sus cuentas de internet y en sus estados de WhatsApp, presuntuosamente, imágenes de lugares turísticos locales o de otras ciudades. Así como pruebas en escenarios donde se pasean y en comidas que muestran o digieren en ambientes tranquilos.

Para estos casos, no hay temor ni pretextos.

Lo que hay son exhibiciones de actos relajados.

El munícipe, expuso que como parte de un aparato de autoridad, tienen que salir a dar la cara. Es la única institución que no debe de esconderse sino trabajar por rebatir las consecuencias del Covid-19.

Los especialistas de la salud, sostienen que es ésta la nueva normalidad y es en la que “nos tenemos que mover” para resolver las demandas que aumentan por motivo del confinamiento.

Es hora de asumir nuestra responsabilidad que la gente les confirió y hay que cumplir.

En el marco de la sesión del pasado 26 de los corrientes, el jefe del Ejecutivo fue franco y directo. Rindió un homenaje a nueve de sus colaboradores que murieron por el coronavirus. Entre ellos, Andrés Salvador Padilla Guerra, secretario del Ayuntamiento y Gildardo Agramón Ocaña, comandante de Tránsito.

Dejó entrever que la pandemia, además de desmantelar humanamente su Administración, les arrebató recursos financieros por recortes, empleos, inversiones, y de paso, la tranquilidad a muchos.

El Suntuas en el foro de la CONTU con legisladores.

En la cima de uno los foros más sobre salientes del país, el secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa Sección Académicos, José Carlos Aceves Tamayo, tuvo una participación, de singular trascendencia ayer en la ciudad de México.

Al lado del dirigente de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, Enrique Levet Gorozpe, que aglutina a la clase trabajadora de más de 90 instituciones de educación superior de la República, el sinaloense que preside la Secretaría de Organización, estuvo en la primera fila del terreno neutral al que llevaron a los diputados federales.

En las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, debatieron de manera abierta y precisa, la urgencia de restablecer tanto para la UAS como para las casas de estudios hermanas, el suministro de recursos financieros que permitan transitar el proceso en la enseñanza, la investigación y la cultura, sin contratiempos.

Frenar los recortes presupuestales e incrementar los apoyos para que el rubro educativo se deje de ver como un gasto y no como una inversión, que requiere de fortalecerse.

Y que en época de pandemia, si no se atiende, traerá efectos colaterales, que se recrudecerán al aproximarse el fin de año.