Por lo que afirma el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el ex gobernador priista de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel sí será Embajador de México en España y en ello levanta una defensa que se la podría caer en corto tiempo, si accidentalmente en el país al que lo planea enviar, le solicitan una explicación del porqué el día del “Culiacanazo” que convirtió en campo de guerra del crimen organizado varios municipios, se portó como el avestruz y escondió igual a sus policías para dejar en indefensión a los ciudadanos.
En ese 17 de octubre del 2019 en que el mandatario por omisión apareció más como cómplice de los grupos de hombres armados que incendiaron la capital del estado y otras plazas para imponer el caos.
Y que le pidan que les cuente en las pláticas de sobre mesa, porqué nunca atendió los problemas de violencia, inseguridad, asesinatos, secuestros y feminicidios que lo pusieron de rodillas ante los criminales.
Este pudiera ser uno de los argumentos de mayor peso, e incluso más que la petición de perdón a los pueblos originales que demanda el Ejecutivo de la Nación para los mexicanos que justifica, molestó a las autoridades españolas, para demorar el beneplácito que espera el ex gobernante que hizo maletas desde noviembre pasado, pero que las mantiene tras la puerta de su mansión.
Todavía entre las familias de la entidad, persiste el coraje contra el empresario que los dejó solos, mientras los comandos de empistolados y francotiradores, bloquearon las calles, desataron balaceras en todos los puntos cardinales, prendieron fuego a unidades motrices que despojaron y paralizaron a las ciudades más grandes al sembrar el terror toda una tarde que pareció eterna.
Localmente algunos sectores están atrapados en esos hechos en que no hubo gobierno capaz de salir al quite y que emiten que Quirino Ordaz Coppel no mereció ser su autoridad.
Como no cultivó méritos propios para ir a una Embajada a territorio ibérico, cuyo proyecto se impulsa solo como pago y maniobra política del Gobierno Federal que quiere agradecer las traiciones que en los procesos electorales recientes, personajes del PRI y de Acción Nacional, le jugaron las contras a sus militantes para que los sucedieran los candidatos de Movimiento de Regeneración Nacional en sus estados.
Antes de partir, Quirino Ordaz Coppel, primero debiera pedir perdón a los habitantes de la tierra que desgobernó, y luego, a todos los pobladores de México a los que representará, si es que lo aprueban como propuesta.
De manera oportuna, en su conferencia Semanera Naranja del martes 18, el presidente de Movimiento Ciudadano, Sergio Félix Torres, criticó que es una contraprestación el cargo que se le pretende otorgar al aspirante a diplomático por ser el traidor principal de la sociedad y del priismo.
Se trata de un premio electorero.
La brutalidad policial ante la ausencia de líderes
La detención que agentes de la Policía Municipal realizaron ayer de dos integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán, por orden del alcalde Jesús Estrada Ferreiro, es la regresión a los periodos que se creyeron que fenecieron: el de la brutalidad.
Su captura se debió, supuestamente, a que cerraron el paso a los empleados a las oficinas de Palacio Municipal en horario de labores y esto bastó para que el edil, mandara a soltar con fuerza el garrote a los manifestantes.
Sin embargo, uno de los culpables directos es el secretario general del STASAN, Julio Duarte Apán que no sabe cómo modelar las negociaciones y solo dá “palos de ciego”.
A la mejor el munícipe y los elementos policiales se equivocaron, porque con debieron cargar en la patrulla fue con este dirigente que es más venal que auténtico.
Jamás los intereses de la clase trabajadora organizado se pisotearon tantos como en este trienio.
Para que existan un abusador y un abusado, obviamente que se necesitan dos partes y en esta ocasión, cayeron como anillo al dedo entre los miembros del gremio:
Jesús Estrada Ferreiro y Julio Duarte Apán son muy similares. Entre los dos llevan al deterioro a las familias que viven de su trabajo.
