/ jueves 25 de abril de 2019

El choque de agendas legislativas

Aunque se procesan acuerdos políticos, todavía no se disipa el riesgo de choques entre una parte del Congreso del Estado y el Poder Ejecutivo a causa de la defensa a ultranza de las agendas legislativas que presentaron los diputados morenistas y los priistas. Ambos consideran que las suyas son las mejores.

El inicio del segundo periodo ordinario de sesiones trajo el aviso de que un nuevo impacto y más fuerte se registraría entre las dos bancadas, lo que podría cimbrar la estabilidad del estado, cuando el diputado del Partido Revolucionario Institucional Faustino Hernández Álvarez tras conocer la propuesta de los de Morena, amenazó en que ello los obligaría a “agarrarse a chingazos”.

Después de los antecedentes que marcaron la puesta en marcha de los trabajos camerales y que a opinión de la ciudadanía, dejaron insatisfacción porque el recinto se convirtió en una zona de escándalos y luchas “callejeras”, evidentemente que a nadie le convendría seguir en la misma línea.

Al programa de labores que dio a conocer el coordinador del grupo parlamentario del tricolor de 55 puntos, Sergio Jacobo, entre los que destacaron reformas e iniciativas para crear diferentes legislaciones para impulsar el control administrativo, la economía y la transparencia, entre otras, les disgustó que los morenistas en voz de Graciela Domínguez Nava, anticipara dejar sin efecto la facultad de veto del gobernador en turno.

En esa lista de 33 proposiciones que integraron su documento, la lideresa de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional, expuso igualmente que el jefe del gobierno sinaloense, habría que comparecer directamente ante el Pleno de la Cámara para rendir su informe anual de labores, que desde hace tiempo se redujo al formato de enviar a un funcionario para hacer su entrega por escrito.

Este aspecto si incomodó. Sin embargo, no con la intensidad que lo hizo la idea de debilitar al gobernador Quirino Ordaz Coppel.

¿Por qué ocasionó tanto agravio?

Porque significa que los de Morena se lanzaron con todo para arrebatar el control al titular del Ejecutivo. Siguió luego, un conflicto como especie de suerte, cuando Sergio Jacobo los amagó con que no apoyarán la Revocación de Mandato, mientras en lo que Andrés Manuel López Obrador sea presidente de la República.

Y a pesar de que unos y otros se preparan para tirarse hasta con la cubeta, Quirino Ordaz Coppel en su calidad de autoridad de Sinaloa, busca diplomáticamente limar las puntas del mazo. Jaime Montes, coordinador de Programas Sociales Federales también gestiona ante los altos círculos del lopezobradorismo eliminar cualquier resabio.

Es notorio que se avanza en el propósito. Pero no desaparece el peligro de colisión política que sacudiría al estado. Mientras, la legisladora del Partido Sinaloense, Angélica Díaz de Cuén labora y afina iniciativas de ley.

Como los operadores de estrategia bélica, la diputada no desaprovecha ni los tiempos de paz para prepararse para la guerra. En este caso para la labor legislativa.

Basta con recordar que durante el periodo pasado superó el número de iniciativas del resto de los grupos parlamentarios.

Se dá días enteros para acuartelarse con los asesores, directivos, estructura y con ciudadanos a los que consulta para elaborar los distintos proyectos.

En medio de esa trama en la que unos quieren pelearse, otros controlar el poder y los electores, beneficiarse de lo que se haga al interior y fuera de la Cámara local de Diputados.

Y uno que otro, esforzarse por entregar su bien remunerado esfuerzo.

Aunque se procesan acuerdos políticos, todavía no se disipa el riesgo de choques entre una parte del Congreso del Estado y el Poder Ejecutivo a causa de la defensa a ultranza de las agendas legislativas que presentaron los diputados morenistas y los priistas. Ambos consideran que las suyas son las mejores.

El inicio del segundo periodo ordinario de sesiones trajo el aviso de que un nuevo impacto y más fuerte se registraría entre las dos bancadas, lo que podría cimbrar la estabilidad del estado, cuando el diputado del Partido Revolucionario Institucional Faustino Hernández Álvarez tras conocer la propuesta de los de Morena, amenazó en que ello los obligaría a “agarrarse a chingazos”.

Después de los antecedentes que marcaron la puesta en marcha de los trabajos camerales y que a opinión de la ciudadanía, dejaron insatisfacción porque el recinto se convirtió en una zona de escándalos y luchas “callejeras”, evidentemente que a nadie le convendría seguir en la misma línea.

Al programa de labores que dio a conocer el coordinador del grupo parlamentario del tricolor de 55 puntos, Sergio Jacobo, entre los que destacaron reformas e iniciativas para crear diferentes legislaciones para impulsar el control administrativo, la economía y la transparencia, entre otras, les disgustó que los morenistas en voz de Graciela Domínguez Nava, anticipara dejar sin efecto la facultad de veto del gobernador en turno.

En esa lista de 33 proposiciones que integraron su documento, la lideresa de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional, expuso igualmente que el jefe del gobierno sinaloense, habría que comparecer directamente ante el Pleno de la Cámara para rendir su informe anual de labores, que desde hace tiempo se redujo al formato de enviar a un funcionario para hacer su entrega por escrito.

Este aspecto si incomodó. Sin embargo, no con la intensidad que lo hizo la idea de debilitar al gobernador Quirino Ordaz Coppel.

¿Por qué ocasionó tanto agravio?

Porque significa que los de Morena se lanzaron con todo para arrebatar el control al titular del Ejecutivo. Siguió luego, un conflicto como especie de suerte, cuando Sergio Jacobo los amagó con que no apoyarán la Revocación de Mandato, mientras en lo que Andrés Manuel López Obrador sea presidente de la República.

Y a pesar de que unos y otros se preparan para tirarse hasta con la cubeta, Quirino Ordaz Coppel en su calidad de autoridad de Sinaloa, busca diplomáticamente limar las puntas del mazo. Jaime Montes, coordinador de Programas Sociales Federales también gestiona ante los altos círculos del lopezobradorismo eliminar cualquier resabio.

Es notorio que se avanza en el propósito. Pero no desaparece el peligro de colisión política que sacudiría al estado. Mientras, la legisladora del Partido Sinaloense, Angélica Díaz de Cuén labora y afina iniciativas de ley.

Como los operadores de estrategia bélica, la diputada no desaprovecha ni los tiempos de paz para prepararse para la guerra. En este caso para la labor legislativa.

Basta con recordar que durante el periodo pasado superó el número de iniciativas del resto de los grupos parlamentarios.

Se dá días enteros para acuartelarse con los asesores, directivos, estructura y con ciudadanos a los que consulta para elaborar los distintos proyectos.

En medio de esa trama en la que unos quieren pelearse, otros controlar el poder y los electores, beneficiarse de lo que se haga al interior y fuera de la Cámara local de Diputados.

Y uno que otro, esforzarse por entregar su bien remunerado esfuerzo.