Todo parece indicar que la negociación que se dio en la Secretaría de Gobernación, salvo que nos corrijan los actores, es que el grupo político que controla la Universidad Autónoma de Sinaloa por fin apliquen la nueva Ley Orgánica para permitir elecciones libres y elegir nuevas autoridades.
Lo anterior no es gratuito, en su conferencia semanera el gobernador, si bien no confirmó una negociación entre la UAS y su gobierno, al ir su secretario General de Gobierno a una "mesa de diálogo" con el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, sí tendió la línea de lo que podría suceder.
Si la élite rapaz de la Universidad quiere que los juicios que tienen por presuntas irregularidades en el manejo del presupuesto se anulen, tienen que aplicar la nueva Ley Orgánica, que implica emitir una convocatoria para elegir nuevo rector o rectora, claro.
Más allá de toda polémica, quien no haya leído la nueva Ley, puede caer en la propaganda de que es ilegal, pero si se lee con atención, la legislación permite el voto libre de maestros, trabajadores y estudiantes. Nunca hay que decir que no a la democracia, recordar que la cancelación de la democracia en la UAS solo permitió encumbrarse a un grupo político con el fallecido Héctor Melesio Cuén Ojeda, cuyo hijo por cierto intenta ser el nuevo controlador de la Universidad, según nos dicen.
En su Semanera, Rocha dijo, en pocas palabras, que sí hay forma en que los juicios se abrevien, más no cancelen o anulen, pero sí dentro de la ley, tener un acuerdo resarcitorio. Hay antecedente con el caso de Armando Villarreal, acusado del desvío de casi 300 millones de pesos, por los que terminó pagando una multa de 2 millones. Armando fue secretario de Finanzas de Malova y fue llevado al banquillo en la administración de Quirino Ordaz Coppel.
Por cierto, ¿Y el embajador? Bueno, esa es otra historia.