/ jueves 8 de marzo de 2018

Día de la Mujer

Woman, is the nigger of the world. Yes itis.

If you don’t believe it, just take a look at theone you’re with.


JohnLennon.

María suda como siempre, ensopando el vestidoque se pega a su cuerpo esbelto y moreno. Las piernas fuertesbrillan carnosas mientras desliza el trapeador sobre el mármol delpiso del pasillo. El Hotel del Pacífico se encuentra tranquilo.Casi todos duermen, pero no María y las empleadas de limpieza delturno de noche. El administrador nocturno cabecea el segundo sueñomientras las cocineras limpian los utensilios que serán usadosdurante el desayuno. Para la joven mujer su turno termina. Es lamilésima pasada de limpieza infinita que tiene que realizar enestos días de su pobre vida.

En su casa el aumento de la renta, las tortillas y la leche, elincremento en las tarifas de la luz y del gas y el abono de losmuebles, la obligan a trabajar haciendo turnos extra, pues sumarido es uno de tantos desempleados.

María canta en voz baja mientras termina la rutina al final delbalcón frente al mar. Introduce el trapeador en la cubeta deplástico, endereza el cuerpo poniendo las manos sobre las caderasy se estira, produciendo un chasquido con las vértebras alregresar a su posición natural. Seca el rostro con la franela grisque lleva sobre un hombro y deja ver un cuerpo fuerte y grácil demúsculos alargados y esbeltos, que se han desarrollado por eltrabajo de los años y la necesidad. Todavía es una mujer hermosa.Con ropa fina, no tiene por qué envidiar la figura y el porte deninguna de las huéspedes del hotel de lujo.

Deja los utensilios de trabajo, perfora su tarjeta, atraviesa lasala principal todavía vacía y saliendo al malecón, toma lacamioneta colectiva que la lleva con otras compañeras cadamadrugada hasta sus casas, a las orillas de los malolientesesteros, en los márgenes de la ciudad porteña. En el trayecto,algunas mencionan que se festeja el día de la mujer, haciendochistes al respecto.

Las calles están envueltas por la bruma y lucen vacías ysucias. El sol todavía no asoma la nariz y sin embargo ya prometeun día caluroso. Abre la puerta de la casa rentada escuchando larisa inocente de las compañeras que se alejan, luego, cerrándolasin hacer ruido se dirige al baño, al final del corto pasillo quesepara la cocina-comedor del único dormitorio, donde descansa supareja.

Recién bañada, con el pelo todavía húmedo y perfumada,María se introduce en la cama junto a José y lo arropa con losbrazos y las piernas. José habla dormido algo indescifrable y seda la vuelta, separando su cuerpo del de ella. María insiste,apretándose contra él mueve la pelvis restregándolarítmicamente contra sus nalgas. Estirando el brazo por encima deltibio cuerpo masculino lo toma del sexo y comienza a acariciarlo.Él tiembla un poco y se agita.

-José, – dice María despacito al oído del durmiente,mordiéndole la oreja, – es día de la mujer y acabo de bañarme.Él encoge las piernas sacándose la trusa, se da la vueltaquedando frente a ella, se coloca encima con rudeza, le sube laspiernas doblándola para después penetrarla con violencia.

-Despacio mi amor -susurra María-, se sutil-. Sin oírla, élvuelve a penetrarla varias veces, hasta alcanzar el clímax con unestertor. Luego, retirándose con brusquedad se distancia de elladándole la espalda, recuperando la posición fetal se quedadormido. No pasa mucho tiempo para emitir el primer ronquido.María permanece con los ojos y la boca abiertos. Vacía. Comosonámbula estira la mano hasta la superficie del pequeño buró deaserrín prensado. Tomando un cigarrillo del paquete de José loenciende. Dando la primera fumada inhala un sollozo en silencio,limpiando con la orilla de las sábanas los arroyos de lágrimasque mojan su rostro perfumado.

Mail: antropologo51@gmail.com

Woman, is the nigger of the world. Yes itis.

If you don’t believe it, just take a look at theone you’re with.


JohnLennon.

María suda como siempre, ensopando el vestidoque se pega a su cuerpo esbelto y moreno. Las piernas fuertesbrillan carnosas mientras desliza el trapeador sobre el mármol delpiso del pasillo. El Hotel del Pacífico se encuentra tranquilo.Casi todos duermen, pero no María y las empleadas de limpieza delturno de noche. El administrador nocturno cabecea el segundo sueñomientras las cocineras limpian los utensilios que serán usadosdurante el desayuno. Para la joven mujer su turno termina. Es lamilésima pasada de limpieza infinita que tiene que realizar enestos días de su pobre vida.

En su casa el aumento de la renta, las tortillas y la leche, elincremento en las tarifas de la luz y del gas y el abono de losmuebles, la obligan a trabajar haciendo turnos extra, pues sumarido es uno de tantos desempleados.

María canta en voz baja mientras termina la rutina al final delbalcón frente al mar. Introduce el trapeador en la cubeta deplástico, endereza el cuerpo poniendo las manos sobre las caderasy se estira, produciendo un chasquido con las vértebras alregresar a su posición natural. Seca el rostro con la franela grisque lleva sobre un hombro y deja ver un cuerpo fuerte y grácil demúsculos alargados y esbeltos, que se han desarrollado por eltrabajo de los años y la necesidad. Todavía es una mujer hermosa.Con ropa fina, no tiene por qué envidiar la figura y el porte deninguna de las huéspedes del hotel de lujo.

Deja los utensilios de trabajo, perfora su tarjeta, atraviesa lasala principal todavía vacía y saliendo al malecón, toma lacamioneta colectiva que la lleva con otras compañeras cadamadrugada hasta sus casas, a las orillas de los malolientesesteros, en los márgenes de la ciudad porteña. En el trayecto,algunas mencionan que se festeja el día de la mujer, haciendochistes al respecto.

Las calles están envueltas por la bruma y lucen vacías ysucias. El sol todavía no asoma la nariz y sin embargo ya prometeun día caluroso. Abre la puerta de la casa rentada escuchando larisa inocente de las compañeras que se alejan, luego, cerrándolasin hacer ruido se dirige al baño, al final del corto pasillo quesepara la cocina-comedor del único dormitorio, donde descansa supareja.

Recién bañada, con el pelo todavía húmedo y perfumada,María se introduce en la cama junto a José y lo arropa con losbrazos y las piernas. José habla dormido algo indescifrable y seda la vuelta, separando su cuerpo del de ella. María insiste,apretándose contra él mueve la pelvis restregándolarítmicamente contra sus nalgas. Estirando el brazo por encima deltibio cuerpo masculino lo toma del sexo y comienza a acariciarlo.Él tiembla un poco y se agita.

-José, – dice María despacito al oído del durmiente,mordiéndole la oreja, – es día de la mujer y acabo de bañarme.Él encoge las piernas sacándose la trusa, se da la vueltaquedando frente a ella, se coloca encima con rudeza, le sube laspiernas doblándola para después penetrarla con violencia.

-Despacio mi amor -susurra María-, se sutil-. Sin oírla, élvuelve a penetrarla varias veces, hasta alcanzar el clímax con unestertor. Luego, retirándose con brusquedad se distancia de elladándole la espalda, recuperando la posición fetal se quedadormido. No pasa mucho tiempo para emitir el primer ronquido.María permanece con los ojos y la boca abiertos. Vacía. Comosonámbula estira la mano hasta la superficie del pequeño buró deaserrín prensado. Tomando un cigarrillo del paquete de José loenciende. Dando la primera fumada inhala un sollozo en silencio,limpiando con la orilla de las sábanas los arroyos de lágrimasque mojan su rostro perfumado.

Mail: antropologo51@gmail.com

ÚLTIMASCOLUMNAS
sábado 26 de mayo de 2018

A mí me gusta mucho estar en la frontera

J I Barraza Verduzco

domingo 20 de mayo de 2018

Políticos anhelan llegar al poder

J I Barraza Verduzco

sábado 28 de abril de 2018

El optimismo

J I Barraza Verduzco

sábado 07 de abril de 2018

Toda sociedad históricamente formada y delimitada se asume a sí misma

J I Barraza Verduzco

jueves 08 de marzo de 2018

Día de la Mujer

J I Barraza Verduzco

domingo 10 de septiembre de 2017

El Patrimonio Cultural Documental de la Nación

J I Barraza Verduzco

lunes 21 de agosto de 2017

(A Javier Valdéz, a tres meses de su asesinato)

J I Barraza Verduzco

sábado 12 de agosto de 2017

(A Javier Valdez, a los tres meses de su asesinato)

J I Barraza Verduzco

viernes 04 de agosto de 2017

La Cultura como elemento de desarrollo de la ciudad

J I Barraza Verduzco

domingo 30 de julio de 2017

“La vida en los trópicos...”

J I Barraza Verduzco

Cargar Más